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MENOS LUZ Y MÁS “LUCES”

Por Rafael Perez Tezanos

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No es solo porque esté “vivo” el debate, que así es, es porque cada día está más claro que este asunto preocupa y ocupa a los ciudadanos. Bien está que después de un largo “letargo” hayamos despertado y consecuentemente valorado todo lo relacionado con el ámbito energético. Pasamos de aquél “apaga la luz” por imperativo ascendiente (eran otros tiempos), a la despreocupación absoluta y al consumo energético sin miramientos, (también eran otros tiempos) a una situación de alarma mayor que aquella primera. Ahora y perdida la costumbre de aquél “apaga la luz” y acostumbrados en exceso a la disposición inútil de alumbrado, a más de una televisión funcionando, a un “frigo” o a una “vitro”, el nuevo reto es aprender a vivir con todo, pero minimizando su uso, no por cuestiones de escasez de suministro, no, más bien por cuestiones de soporte económico.

Esta es la situación, con las excepciones que quieran, a la que cada vez más ciudadanos se está enfrentando. Pero dicho esto, creo que conviene profundizar en las causas que promueven esta inesperada situación.

En los últimos años, esos que corresponden a la época de “despreocupación” del párrafo primero, la otra parte afectada, es decir, los productores de energía, se embarcaron en un proyecto expansivo de fuentes productivas. En esa época la nueva generación eléctrica alcanzó más o menos unos 27 Giga vatios de nueva creación. Para ellas, el reto anual era producir y vender más que el año anterior, alcanzar una mayor cota de clientes, acaparar mercados y conseguir precios competitivos incrementando beneficios.

En su descarga, no ocultaré que “Papá Estado” tuvo y tiene, una participación  importante en todo el proceso, pero curiosamente, ahora y solo ahora, los productores parecen interesados en que sus clientes conozcan este dato, intentando de alguna manera, bien... sobrellevar la carga de una manera compartida, bien... lavar su imagen de puros y duros “lobbys”. Pero no nos engañemos.

Entre uno y otro acabarán entendiéndose, sobre todo porque los “paganos” son los ciudadanos. Tal es la confianza que algún alto directivo eléctrico ha llegado a mostrar públicamente su extrañeza ante el “ataque” que están sufriendo por parte de los consumidores. Parece que nadie contaba con ese “despertar” ciudadano, que no solo se limita a la merma consumista, sino que explora y apoya nuevos métodos productivos.

Por esta nueva coyuntura, a la que hay que sumar la proveniente de la económica, el consumo energético está a la baja. Es decir, ciertas producciones tradicionales (térmicas por ejemplo), empiezan a perder rentabilidad. Pero además hay que sumarle la competencia procedente de algunas  renovables, cuyo sistema productivo es más asequible, limpio y rentable (eólicas o solares).
Mal panorama por tanto para las tradicionales, es decir, para los “lobbys” establecidos.

Ante esa situación reaparece “Papá Estado” y “discurre” la manera de solventar la coyuntura. La verdad que... “así cualquiera”, porque incrementar y practicar nuevos impuestos, siempre ha sido una solución efectiva pero..., poco imaginativa y según el momento... catastrófica.
Ahora “cobran” por los llamados “índices de capacidad”, por la “reserva potencial”, por los “huecos de tensión” e incluso por un supuesto “complemento de eficiencia”.
¿Y para qué?. Pues básicamente para seguir manteniendo “vivo” el Sector de las Térmicas e Hidráulicas.

Térmicas que, sabido es, contribuyen como nadie a la contaminación del Medio Ambiente e hidráulicas, que en su voracidad productiva, derrochan un preciado producto..., el agua.

La otra acción paralela, ha sido la asfixia del Sector de Renovables, al que además de culparle de todos los males, se le castiga con el abandono de ayudas y nuevos gravámenes. Todo por ser “limpios”, “baratos”, “eficientes” y nada “dependientes” del exterior.

Lo que ocultan, creo que ya rayando el descaro, es que el mantenimiento de ese “veterano” Sector, nos está costando centenares de millones de euros anuales. Nos ocultan, que de seguir manteniéndole (y todo parece indicar que así será), esa cifra seguirá incrementándose y además promueven las medidas apropiadas para evitar la creación de una nueva franja comercial que impulsaría a la baja los precios.

En ese intento paralizador de todo lo “nuevo” se llega de la mano del Sr. Montoro a la creación de otro impuesto dirigido a gravar a aquellos “osados” que se han planteado la generación propia de energía. Ojo con esto porque destruye directamente, al menos en nuestro País, el desarrollo de generadores domésticos.

Esto ocurre aquí, pero no tanto fuera de aquí. Por terminar dejando un ejemplo de cómo hay otras maneras de hacer las cosas, es decir, de hacerlas bien, citaré al de siempre, a Alemania.

Allí se está potenciando la eólica, basándose en la experiencia aportada por el Sector español. Allí, han puesto en marcha grandes proyectos solares (qué barbaridad, dirían aquí) incluso en tierras africanas y allí y no sé si por independizarse de Europa, han construido su propio gaseoducto con Rusia, independiente del comunitario que está sometido al devenir de Ucrania.

Es decir, que a imagen de otra gran potencia como es USA, caminan buscando una independencia energética que les salve de caer en la “pobreza energética” a la que el resto, al menos nosotros, estamos abocados si nadie pone cordura y empeño.

Rafael Pérez Tezanos- Diputado del PRC.
Portavoz de Industria en el Parlamento de Cantabria.



 
 
      

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