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TORRELAVEGA Y COMARCA: DIAGNÓSTICO MUY GRAVE

Por Joaquín Díaz Rodríguez

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Para que un enfermo mejore o se recupere se deben dar al menos tres circunstancias. Primera aceptar que se está enfermo. Segunda analizar y diagnosticar adecuadamente las causas o procedencia de la enfermedad y, en tercer lugar, aplicar las medicinas y las medidas adecuadas para su total recuperación.

Llevamos mucho tiempo los torrelaveguenses entretenidos en buscar medidas para paliar la profunda crisis actual y encontrar medidas para recuperar posiciones perdidas en el panorama regional.  Recientemente los agentes sociales locales trataron de encontrar un pacto por la recuperación industrial de la comarca. Han propuesto algunas ideas, que se me antojan insuficientes e inoperantes, pero esto será motivo de otro espacio de opinión. Nada se ha puesto en marcha.

Poco se ha avanzado en estos años en recuperar el tiempo pasado, que sino fue mejor, al menos sí fue muy diferente.  Y poco se mejorará sino se toma conciencia de que una buena parte de las causas de la crisis y de la situación de retroceso general de la ciudad y de la comarca se encuentra en el diseño, en el modelo, de región que los diferentes gobiernos autónomos regionales han programado para esta tierra. La región está planificada, pensada y diseñada para Santander, para la capital. Sólo las carreteras se han pensado en clave regional, y ello para que los cántabros podamos llegar a la capital.

Los profundos cambios en estructuras administrativas y de poder. Los intensos cambios producidos en la capital merced a la buena gestión de sus regidores, principalmente de su actual alcalde, que apoyado y aplaudido de forma entusiasta por todos los gobiernos regionales, por los poderes políticos regionales y financieros y con el soporte total de los medios de comunicación privados y públicos, han conseguido que la región se hipercentralice y no se desarrolle equilibrada y armónicamente.

La capital regional  lleva mucho tiempo siendo el epicentro de todas las políticas económicas regionales, basadas principalmente en el turismo, la cultura, el ocio y  la recreación y las nuevas tecnologías. La capital proporciona la totalidad de los servicios sanitarios, culturales, deportivos y administrativos regionales y nacionales. Santander planifica y desarrolla servicios para 600.000 habitantes., es decir para toda la región. Este centralismo, en una comunidad tan pequeña, produce serios desequilibrios económicos y demográficos. Todo lo contrario a lo que algunos esperábamos con el nuevo estado de las autonomías. Tal es así que la mayoría de sus proyectos y la promoción de los mismos añaden siempre la coletilla; “y de Cantabria”. Hospital de referencia nacional, Parque Científico y Tecnológico de Cantabria Palacio de deportes de Cantabria, Biblioteca central regional, Universidad, Palacio de Festivales de Santander y en ocasiones de Cantabria, Salas de Exposiciones de Santander y Cantabria, Palacios de Justicia, Tribunales, Museos del deporte, de historia, de las artes, sedes de todas las Consejerías, secretaria generales, direcciones regionales, de las Federaciones Deportivas…etc. etc. Ninguno de estos valores sociales y económicos nunca nadie  pensó pudieran estar fuera de la capital. Estrategia que continúa y con la que ningún político parece estar descontento.

Muy bien harían los regidores y agentes sociales de Torrelavega que buscan de ayudas y tratan de encontrar medidas eficaces para salir de la tremenda crisis, en reflexionar sobre sí el posible diseño regional ultracentralizador no está en la base de algunos de los síntomas de la enferma ciudad y comarca. Puesto que ya se han percatado, aunque tarde que, efectivamente, la ciudad y la comarca están muy graves, ésta reflexión, quizás, les puede ayudar a poner las medidas para conseguir su difícil recuperación.

Algunas medidas en esa dirección ya ha propuesto la Universidad de Cantabria: descentralizar servicios públicos administrativos regionales. Yo propongo dos Consejerías completas: Industria y comercio y Ganaderia, agricultura, pesca y territorio. Además deberían desarrollar La Ley de Comarcas de Cantabria.( La Ley 8/1999 de Comarcas de la Comunidad Autónoma de Cantabria del 28 de abril de 1999). Seguramente esta ley aprobada en 1999 ayudaría a equilibrar y recomponer el panorama económico y demográfico regional.

Grupo Quercus

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