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REFLEXIONES POST-ELECTORALES

Por JOSÉ ANTONIO CARMONA GUILLÉN

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¿Ocurrió lo que debía ocurrir?, ¿alguien pensaba que repitiendo las listas cerradas con los mismos nombres que en la consulta anterior iban a votarles? Recuérdese que 325 diputados de los 351 que formaron la XI legislatura, repetían esta vez en las listas aunque algunos de ellos cambiasen de circunscripción, de orden o de siglas.

Ahora el primer paso será la constitución de las nuevas Cortes, lo más tarde el 21 de julio. Y este paso se dará sin problema alguno las actas electorales se presentarán en su tiempo, se jurará o prometerá como la ley manda (¿se admitirán fórmulas extrañas?) y se tomará posesión del escaño correspondiente. Y todo ello en los plazos previstos. Podrán producirse anécdotas más o menos curiosas, que si esta parte del hemiciclo no me gusta, que aquí no se me ve en las televisiones,... no creo que haya diputada que, a estas alturas, no sepa ya dónde dejar a su bebé o que alguna no sepa que, en estos días de temperaturas elevadas, la Cámara goza de buen aire acondicionado y se le ocurra presentarse en bañador o bikini. Lo que parece más probable es que alguna de sus señorías siga sin respetar la sede de la soberanía nacional y porte una indumentaria más propia de una asamblea de Facultad o sindical o de una manifestación callejera. No dejará de ser una forma de sobresalir y así buscar su realce para toda la legislatura.

Intentemos ser más serios y vayamos al examen de la situación que no es cuestión de bromas ni el horno está para bollos.

La nueva distribución de escaños en el Congreso nacida del 26 de junio es la siguiente:

 

PP  137

PSOE    85


CIUDADANOS 32

PODEMOS   CON:

- IU-EQUO        45

- COMPROMIS     9

- MAREA-A-EU    5

ECP      12

ERC        9

CDC        8

PNV        5

BILDU      2

CCa-PNC  1

 

Los resultados de las últimas elecciones obligan al Congreso de los Diputados a llegar a un acuerdo entre distintos grupos para apoyar a un candidato en la formación de un Gobierno. Esta es su primera obligación y los españoles esperamos que, como ocurriera en la fracasada legislatura anterior, no se convierta en la única.

Las posibles combinaciones aritméticas son varias pero, además de alcanzar un número mínimo de apoyos (176) debe entrar otra variable. Que la combinación resultante sea políticamente posible, lo que reduce considerablemente el número de posibilidades.

El lector, a la vista de los datos del cuadro, podrá jugar a combinarlos y comprobará lo fácil que es caer en conclusiones aberrantes.

 Para evitar combinaciones inútiles por ser utópicas, aquí le propondremos la elección de un presidente de Gobierno con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos que suman 254 escaños suficientes para cualquier reforma sin sobresaltos y sin tener que pactar con secesionistas (que no se comprende por que están en la sede de soberanía nacional).

El primer compromiso de los partidos indicados es que antes de finalizar el verano deben haber celebrado sus respectivos congresos buscando quedar limpios de corrupción, ser transparentes y auténticamente democráticos. De esos congresos podrían salir nuevos líderes o jefes de filas con lo que se podría solucionar los personalismos actuales. Incluso podría dar lugar a que ese nuevo líder fuese el sustituto del Presidente que ahora se elija. Pongamos nombres. Rajoy ganó tanto las elecciones de 2015 como las que nos ocupan, incluso ha mejorado sus resultados (en 14 escaños) aunque sin la mayoría suficiente para que el Congreso lo elija, mientras que los otros partidos firmantes perdían 8 y 5 escaños, pero llegado, por responsabilidad, a un acuerdo ¿cómo no va a ser presidente? Distinto sería si convocado el congreso del PP, él por decisión personal y siguiendo el camino marcado por el fundador (Aznar), decidiese no presentarse a la reelección en la presidencia de su partido y limitar a dos legislaturas ser presidente de Gobierno.

Otro compromiso sería el de tener elaborado un anteproyecto de ley electoral antes de julio de 2017.

Igualmente debería estar redactada la reforma de la Ley Orgánica 6/1985 del Poder Judicial y durante ese período transitorio el compromiso de no intervenir en la composición de vocales del CGPJ. O la reforma de LRU de 1983 que en algo habrá contribuido a la situación actual de la Universidad y de la que no se habla entre los políticos ¿por qué será?

Seguro que habrá otros compromisos que deben hacer y dar a conocer a la opinión pública los tres firmantes. Y si el Presidente elegido no cumpliese lo acordado siempre estará el recurso de retirarle la confianza.

Los compromisos y plazos indicados son necesarios y posibles. Si alguien tiene dudas que eche la vista atrás y observe cómo, en menos de un año, desde julio de 1976 los 576 Procuradores en Cortes prepararon las condiciones legales y políticas para celebrar las primeras elecciones el 15 de junio de 1977, y atención... pasando de la ley a la ley.

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