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LA LECHERA Y SNIACE: EL FUTURO PASA POR EL PASADO

Por Joaquín Díaz Rodríguez

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La tradición industrial de Torrelavega se asoma al pasado. Dos noticias ocupan la  actualidad informativa en la comarca y en la ciudad: Sniace parece que reabría (?) después de tres años cerrada.La Lechera se convertirá en centro de la cultura y las artes.

Sniace pasado que quiere volver a ser futuro y la antigua factoría láctea, pretérito muy remoto que quiere encontrar destino definitivo (¿) después de varios intentos fallidos por ocupar su espacio. Torrelavega en estado puro. Las  redes sociales se incendian. Se puede leer de todo en ellas de los ciudadanos más activos e interesados.

Por supuesto ambas intervenciones tienen trascendencia en una ciudad y una comarca muy maltratada por los centralizadores gobiernos regionales y que ha soportado lo peor de la crisis, sin que desde las instituciones se aporten soluciones motivadoras y creadores, tanto de generar riqueza, como de suscitar la autoestima colectiva y la confianza en el futuro de los torrelaveguenses.

Es muy importante acertar. Es fundamental. Torrelavega no puede más. Si la empresa Sniace reabre debe hacerlo con absoluta seguridad de que lo hará sano y limpio. Sin volver a tiempos pasados de ríos, ría y playas negras y espumantes. Sin regresas a tiempos de aire sucio y maloliente. No retroceder a tener edificios herrumbrosos y suelos contaminados. El siglo XXI no permite esas realidades.

Sería una buena noticia su reapertura pero no a cualquier precio. Volver a reabrir en parecidas condiciones con las que cerró no es futuro, es pasado. Existen muchísimas y fundadas reticencias en amplios sectores de la sociedad con que la reapertura será limpia y sana. El Gobierno regional actual que ha apostado por ayudar a la empresa con autorizaciones ambientales atrasadas y caducas que se remiten a la situación ambiental de 2008, creo que se equivoca. Esta medida del gobierno no ayuda, no va en la buena dirección y es populista y desacertada. No ayuda a ir en la dirección correcta. Reabrir en condiciones ambientales de hace casi una década no es futuro. Es un pasado oscuro y triste y volverán situaciones por todos conocidas. Se debe reabrir limpio, saludable y con garantías de futuro.

La realización que se estudia para La Lechera, también hace arder las redes sociales. El devenir de las naves de la antigua factoría ha sido rocambolesco. Nunca, ningún gobierno regional apostó firmemente por que las naves fueran sede de La Feria Regional de Muestras. Mal dotada, sin medios materiales ni personales y mal financiada, fue siempre fuente de rencillas políticas y acabó cerrada y muy deteriorada. El último intento, muy interesante de acoger el MUPAC fracasó, precisamente, por batallas políticas y la tradición centralista del actual Gobierno Regional.

Sin entrar en el fondo de cómo se ocupará y de la calidad de los contenidos del proyecto, es fundamental, imprescindible, que el proyecto trascienda a lo local. Debe ser un proyecto suprarregional que ponga a Torrelavega en los circuitos culturales nacionales e internacionales. Evidentemente, ese proyecto cultural ambicioso precisará de una significativa aportación económica. Adecuación radical de los espacios. Una política adecuada para dotarle de personal permanente y cualificado. Unos contendidos novedosos, modernos, atractivos y atrayentes. Es decir; un centro cultural y de las artes moderno, seductor y a la altura de lo que existe en otras ciudades similares. Todo lo que no sea así, será un fracaso. Un nuevo fracaso, y Torrelavega no está para nuevos fracasos.

En la solución inteligente de estas dos actuaciones previstas, y que se realicen de forma inmediata, puede estar una gran parte del futuro social y económico de la ciudad. Me atrevo a decir que, incluso por la proximidad, es ineludible que ambos se complementen y se resuelvan muy bien. La suciedad, la contaminación, la insalubridad de las ciudades se lleva muy mal con las artes, con la cultura y con las relaciones sociales.

Joaquín Díaz Rodríguez

Grupo Quercus

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