Diario Digital controlado por OJD

"¿POR QUÉ REVILLA NO SACÓ A LICITACIÓN LA COMPRA DE LAS ANCHOAS QUE REGALABA?"

Por Ramón Arenas San Martín

Enviar a un amigo

 


Estos días nos enteramos por la prensa que "Revilla se ha gastado en regalar anchoas, más de 500.000 € públicos", gasto que se ha calificado como "disparatado"

A mi, por el contrario, "NO ME PARECE UN GASTO DISPARATADO", ni mucho menos; es más, apoyo sin fisuras la idea de potenciar la ANCHOA como producto estrella de Cantabria. Me parece una grandísima idea que todavía hay que potenciar mucho más; dedicando más dinero, esfuerzo, en función del innegable beneficio que ello nos reporta a todos los cántabros.

Comulgo "a pies juntillas" con la excepcional "cruzada" de Revilla, para poner en valor un producto tan importante para la economía de Cantabria como es la Anchoa y todos sus derivados.

Son muchas las familias cántabras que llevan años y años viviendo gracias a esa industria conservera ya centenaria.

En Laredo, mediante la CONCEJALÍA DEL MUNDO DE LA MAR que tuve el honor de crear y dirigir entre los años 2011 y 2015,, intentamos también potenciar al máximo el ámbito de la industria transformadora o conservera pejina.

Todas y cada una de las "fábricas" (como las denominamos en Laredo) aportan un gran valor industrial y económico al progreso de nuestro municipio. Que se lo pregunten a las familias que viven y han vivido gracias a ellas. Además de aportarnos un enorme valor cultural, no lo olvidemos.

Por tanto, entiendo a Revilla y me parece de maravilla que potencie el producto de la ANCHOA, como nosotros lo hicimos desde el ayuntamiento de Laredo en el ámbito de nuestras posibilidades.

Uno de las aspectos innovadores de la CONCEJALÍA DEL MUNDO DE LA MAR fue establecer una hoja de ruta con periódicas e inéditas reuniones con los propios conserveros pejinos, algo que nunca jamás se había realizado desde el ayuntamiento de Laredo, pero que dio excepcionales resultados por el entusiasmo que pusieron tanto los conserveros como los representantes políticos.

No fue fácil, pero entre todos, conserveros y ayuntamiento, conseguimos crear y registrar la marca "ANCHOAS DE LAREDO", potenciando una línea de continuidad que no se vio respaldada por el actual ayuntamiento de Laredo, con un ineficaz alcalde y desaparecida oposición que "ni está ni se le espera". A ambos los veremos muy pronto en la lídia electoral. Se pegarán, eso sí, por salir en la prensa criticando, por un lado,  y reivindicando proyectos e ideas, por otro, como “papel mojado”.

El gasto económico que realizó el ayuntamiento de Laredo para potenciar las "anchoas de Laredo" lo dedicó, entre otros aspectos, a impulsar y registrar dicha marca, “ANCHOAS DE LAREDO”, así como dedicar todo el esfuerzo para que cada vez que el Ayuntamiento de Laredo estuviera presente en cualquier acto institucional, también se hiciera presente la  marca "ANCHOAS DE LAREDO".

Conseguí que desde los presupuestos municipales se dedicaran treinta mil euros a esta loable acción de promoción conservera; la misma cifra que dedicamos a la industria extractiva, materializada en la Cofradía de Pescadores.

Pero por "desdichas del destino político" recientemente me enteré que parte del dinero que debía ir a potenciar la industria transformadora y la marca "ANCHOAS DE LAREDO" se había dedicado, gracias a diversas modificaciones de crédito presupuestario, a otros menesteres, como es la potenciación de los bolos o la natación, contra los que no tengo nada en contra, que conste, sino todo lo contrario.

Por tanto, volviendo a Revilla, en el fondo, me parece loable su "cruzada", pero en la forma de llevarla a cabo, vituperable. No es de recibo establecer un criterio "presuntamente" arbitrario a la hora de establecer el gasto en la compra de ese producto, premiando a unas empresas y agraviando al resto. Que yo sepa no se celebró ninguna licitación de compra, ni criterio objetivo que la jusitificase.

Además, no nos olvidemos del daño infringido a muchos cántabros que pensábamos que las anchoas eran "gratis total", gracias a la generosidad de quienes las regalaban en el ámbito de su propia promoción. ¡ Qué desilusión, una vez más,  con el Sr. Revilla !

En Laredo, por el contrario, sí observamos la forma, se estableció una hoja de ruta en la que cada paso que dimos para la promoción de la ANCHOA, participaron todos y cada uno de los empresarios conserveros pejinos; todas las decisiones se tomaron democráticamente, respetando el criterio de todos y cada uno de ellos y adoptando las decisiones por mayoría.

Por tanto, hay una gran diferencia a la hora de entender cómo deben hacerse las cosas en política: unos entendemos que las cosas se deben hacer con total y absoluta transparencia,  respetando el juego y las formas democráticas; y otros, por el contrario, actúan de forma arbitraria "beneficiando a unos, pero agraviando a la mayoría", eso sí, pagándolo todos.

Este es Revilla: “te invito yo, pero pagas tu”.

Otros artículos: