Editorial de Cantabria24horas.com

LA FIESTA NACIONAL DEBE ASOCIARSE A LA MODERNIDAD

La instituciÃ³n de la fiesta nacional en EspaÃ±a entronca con la tradiciÃ³n liberal y nada tiene que ver con mitos esencialistas. La naciÃ³n a la que se refiere esa tradiciÃ³n liberal y laica es la de los ciudadanos. La fiesta nacional deberÃa considerarse como una afirmaciÃ³n de valores asociados a la modernidad y opuestos al concepto de los nacionalismos particularistas. Una fiesta nacional tampoco debe ser un repliegue patriotero, ni servir para la apropiaciÃ³n partidista, sino convertirse en el sÃmbolo de un proyecto compartido que no debe ir contra nadie. Como todos los aÃ±os, tambiÃ©n este se ha pasado revista a las ausencias y presencias, con el resultado de dos presidentes autonÃ³micos, Artur Mas e IÃ±igo Urkullu, que no asistieron, como es habitual; mÃ¡s la nueva presidenta de Navarra, Uxue Barcos, y el lÃder de Podemos, Pablo Iglesias, que declinÃ³ asistir a la recepciÃ³n convocada por el Rey. No es obligatorio asistir, pero tampoco tiene sentido refugiarse en dÃ©biles pretextos para justificar ausencias. Contrasta igualmente la presencia en los actos de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, con la desabrida descalificaciÃ³n de la fiesta nacional lanzada por su colega barcelonesa, Ada Colau. La voluntad de concordia no hace ruido. En vez de movilizar la historia al servicio de intereses partidistas, hay que trabajar para encontrarse en una futura celebraciÃ³n que, con naturalidad, pueda serlo realmente de todos.

EL PAÃS 10. Editorial

ESPAÃ‘A ENCARNA UN MARCO DE CONVIVENCIA INCLUSIVO E INTEGRADOR

El 12 de octubre es el dÃa de todos los espaÃ±oles .Es un sÃmbolo de uniÃ³n, la exaltaciÃ³n de pertenecer a un proyecto comÃºn al que, por desgracia, una parte de la sociedad asiste acomplejada. En el contexto actual, marcado por el acoso independentista del nacionalismo catalÃ¡n, es fundamental destacar y reforzar la unidad de esa gran mayorÃa de espaÃ±oles que se sienten orgullosos de su paÃs y sus compatriotas. EspaÃ±a encarna un marco de convivencia inclusivo e integrador, en el que se respetan la libertad del individuo y la pluralidad lingÃ¼Ãstica y cultural de las regiones, tal y como recoge la ConstituciÃ³n, ya que enfatiza lo que nos une y garantiza la igualdad ante la ley, en lugar de azuzar falsas diferencias e identidades con el fin de sembrar la divisiÃ³n entre espaÃ±oles. La Fiesta Nacional es tambiÃ©n el DÃa de la Hispanidad en AmÃ©rica y, por tanto, conmemora la pertenencia a una amplia e influyente comunidad internacional, la hispana. De ahÃ que resulte lamentable que algunos alcaldes populistas hayan cargado contra la efemÃ©ride, tras tildar el descubrimiento de AmÃ©rica de "genocidio". Su obtusa visiÃ³n de la historia tan solo es equiparable a su demagÃ³gica forma de entender la polÃtica. Y lo peor es que hayan sido aupados a dichos cargos por el PSOE.

ABC 4. Editorial

RIVERA MUESTRA APTITUDES EN EL LENGUAJE DE LOS SIGNOS POLÃTICOS

Vivir con normalidad la celebraciÃ³n de la Fiesta Nacional es siempre un buen sÃntoma en cualquier democracia., ejemplo de que ni se piden adhesiones inquebrantables, ni se practica un nacionalismo chauvinista y caciquil. La celebraciÃ³n de ayer tuvo, ademÃ¡s, un significado especial: la unanimidad de los responsables polÃticos en su participaciÃ³n y el espÃritu de concordia demostrado, desde el Gobierno y la oposiciÃ³n, a los presidentes de las comunidades autÃ³nomas. Debemos celebrar que el comportamiento de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, fue ejemplar al acudir al desfile y demostrar que tiene la obligaciÃ³n de representar con decoro sus tareas institucionales, ademÃ¡s de marcar distancia con Podemos. En un acto polÃtico y social de esta significaciÃ³n, fueron evidentes los signos polÃticos que anuncian las prÃ³ximas elecciones generales del 20-D. El lÃder de Ciudadanos, Albert Rivera, rehuyÃ³ el encuentro y saludo con Mariano Rajoy, lo que indica que prefiere otras compaÃ±Ãas, y en concreto la del PSOE y su secretario general, Pedro SÃ¡nchez, como asÃ sucediÃ³. Por lo tanto Rivera, pese a su inexperiencia en tareas de gobierno, muestra aptitudes en el lenguaje de los signos.

LA RAZÃ“N 3. Editorial

Colau recurre a la manipulaciÃ³n de la Historia (EL MUNDO 3. Editorial) Tanto Colau como Kichi acreditan una ignorancia supina de la Historia de EspaÃ±a, intentando reducir la conquista de AmÃ©rica a una empresa sangrienta y de rapiÃ±a.

Inaceptable desprecio a los ciudadanos (LA RAZÃ“N 3. Editorial) Elegidos en minorÃa, estos alcaldes niegan el respeto debido a quienes sienten como propia la conmemoraciÃ³n nacional de una de las democracias mÃ¡s avanzadas y libres de Europa.

Un 12-O encajado entre elecciones (EL PERIÃ“DICO 6. Editorial) De las elecciones del 20-D surgirÃ¡n unas Cortes que no podrÃ¡n eludir afrontar una reforma de la ConstituciÃ³n, si no su reelaboraciÃ³n desde la raÃz, con el objetivo principal del acomodo de CataluÃ±a.

La mala reputaciÃ³n (Casimiro GarcÃa-Abadillo. EL MUNDO 4) Si, para algunos, defender, querer a EspaÃ±a puede acarrear mala imagen, no ser suficientemente progre, pues asumamos esa mala reputaciÃ³n:

EspaÃ±ol, perdonadme (Jorge Bustos. EL MUNDO 52) Me refiero a tantos espaÃ±oles ilustres que, encuestados sobre su sentir patrio, esbozan un puchero y se apresuran a pedir perdÃ³n por su pasaporte invocando el pluralismo, la riquÃsima diferencia, soy cosmopolita pero esto es lo que hay.

Donde hay que estar (JesÃºs Lillo. ABC 6) La funciÃ³n de aquellos que representan en las instituciones democrÃ¡ticas a la sociedad espaÃ±ola es defender, como servidores pÃºblicos, los principios constitucionales que la amparan.

EspaÃ±a sale a la calle (IÃ±aki ZaragÃ¼eta. LA RAZÃ“N 16) Resulta patÃ©tico cÃ³mo Colau, Montesinos o Kichi tergiversan la Historia.

El odio como identidad (Hermann Tertsch. ABC 13) El odio como identidad. El odio a EspaÃ±a.

De ahÃ que personajillos como Ada Colau, Â«Kichi Â» o los Bardem y demÃ¡s desecho de la subcultura de la izquierda lancen su palabrerÃa contra la conquista de AmÃ©rica

Aquellos que odian a EspaÃ±a (Carlos Cuesta. EL MUNDO 10) No son socialdemÃ³cratas, pese a que lo afirman. Simplemente odian lo que los demÃ¡s construimos. Son el eslabÃ³n perdido de una izquierda que sÃ evoluciona en el resto del mundo

Ni contigo ni sin ti (Victoria Prego. EL MUNDO 8) Ayer Albert Rivera, se habrÃa alzado con la victoria en un sondeo, por delante de SÃ¡nchezy Rajoy. Y no sÃ³lo porque Pablo Iglesiasno acudiÃ³ a lacto, sino porque hay opiniones que dan por amortizado al jefe de Podemos.

El hombre de moda (Ignacio Camacho. ABC 13) En la recepciÃ³n de Palacio, la industria del poder saludÃ³ ayer a Rivera con un aleteo novelero, expectante e interesado.

La Navarra euskadizada (RamÃ³n PÃ©rez-Maura. ABC 14) Ayer, en la celebraciÃ³n de la Fiesta Nacional faltaron tres presidentes que, con su ausencia, querÃan hacer una manifestaciÃ³n de rechazo a lo que une a todos los espaÃ±oles.

EspaÃ±a como cara B (Salvador Sostres. ABC 21) Los que odian a EspaÃ±a tienen que esforzarse cada dÃa en recordar su odio y en avivarlo, como quien se machaca en el gimnasio

EspaÃ±a viva (Arcadi Espada. EL MUNDO 2) Las patrias son asuntos muy incÃ³modos. Yo mismo tengo que compartir la mÃa con personas como el presidente Artur Mas y su clÃ©rigo Oriol Junqueras. Â¡CÃ³mo podrÃa yo decir Â«Viva EspaÃ±aÂ» teniendo que incluir en el Viva a esos desastrosos compatriotas!

LOS DEBATES ELECTORALES PACTADOS Y REGLADOS CARECEN DE SENTIDO

Hace cuatro aÃ±os nadie podÃa prever el derrumbe del bipartidismo, que se ha intensificado en las Ãºltimas citas electorales. Ignorando que los tiempos no son los que eran, PP y PSOE pretenden organizar debates entre sus lÃderes polÃticos, excluyendo al resto de las formaciones. El formato que estÃ¡n negociando dejarÃa fuera a Ciudadanos y Podemos con el pretexto de que ninguno de estos dos partidos tiene representaciÃ³n en el Congreso de los Diputados. Lo que pretenden el PP y el PSOE es sencillamente inaceptable porque supone un burdo intento de apuntalar el bipartidismo mediante unas condiciones de ventaja sobre los otros dos partidos que aspiran a gobernar y que todas las encuestas apuntan como alternativa. Rara vez se ha visto en este paÃs acudir a un presidente de Gobierno o a un jefe de la oposiciÃ³n a un debate abierto con periodistas o con otros polÃticos, asumiendo el riesgo de tener que contestar a preguntas no previstas o a crÃticas de su gestiÃ³n. La Ãºnica alternativa aceptable serÃan hoy los debates entre los candidatos de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos con un formato abierto, sin cuestiones prefijadas, moderados por periodistas y ante un pÃºblico con posibilidades de preguntar e interpelar. Lo contrario serÃa una burla a los ciudadanos.

EL MUNDO 3. Editorial

El bipartidismo amenazado (Pedro G. Cuartango. EL MUNDO 2) Gane quien gane las prÃ³ximas elecciones, se impone, segÃºn la opiniÃ³n de muchos, una reforma de la ley electoral que robustezca el bipartidismo e impida por lo menos a escala autonÃ³mica y municipal los chantajes corrosivos a los que hemos asistido en los Ãºltimos meses

COYUNTURA POLÃTICA ENREVESADA EN CATALUÃ‘A

Hasta la fecha, los contactos entre Junts pel SÃ y la CUP no han arrojado el fruto deseado. Nada extraÃ±o, por cierto. ConvergÃ¨ncia y Esquerra Republicana llevan aÃ±os moviÃ©ndose con normalidad en el seno de un sistema que es democrÃ¡tico y, tambiÃ©n, capitalista. La CUP, en cambio, profesa un anticapitalismo dogmÃ¡tico. Por tanto, no es proclive a dar su apoyo a la investidura de Artur Mas, a no ser que Junts pel SÃ acepte sus condiciones de sesgo anticapitalista. El desencuentro, a priori, estaba cantado. Pero la carrera soberanista de CDC estÃ¡ siendo tan voluntariosa que este partido parece ahora dispuesto a erosionar su tradicional perfil businessfriendlyen aras del pacto independentista con la CUP. Entre tanto, el tiempo pasa en CataluÃ±a y, si no se halla una salida, los catalanes pueden llamados de nuevo a las urnas en marzo. La situaciÃ³n es delicada para Artur Mas. En CDC se oyen ya voces opuestas a toda concesiÃ³n a la CUP. Pero quizÃ¡s la situaciÃ³n sea mÃ¡s delicada para el conjunto del paÃs, que asiste preocupado a una coyuntura enrevesada. Cada dÃa hay mÃ¡s ciudadanos que se preguntan hasta cuÃ¡ndo seguirÃ¡ Junts pel SÃ dedicando a la bÃºsqueda de pactos contra natura con la CUP un tiempo y unos esfuerzos que deberÃan destinarse al buen gobierno.

LA VANGUARDIA 18. Editorial

Y ADEMÃSâ€¦

El punto culminante de la derrota (Miguel Ãngel Aguilar. EL PAÃS 19) La maquinaria infernal que el PP ha puesto en marcha para perder las elecciones es imbatible.
Ciudadanos, una gestora (RaÃºl del Pozo. EL MUNDO 52) El Podemos de la derecha se dibuja en las encuestas como llave de oro mÃ¡s que como bisagra de hojalata para entrar en La Moncloa.
Juanqui&Pablito (David Gistau. ABC 12) Los medios y los periodistas que reprochan con grandes carcajadas los alineamientos de otros en realidad tapan los propios
La secesiÃ³n estÃ¡ en marcha (Edurne Uriarte. ABC 12) Mas sabe de la enorme divisiÃ³n entre quienes le tienen que aplicar la ley cuando comience su intento de secesiÃ³n.
PolÃtica y realidad (JosÃ© MÂª Ruiz Soroa. EL PAÃS 12) El dirigente virtuoso es el que, desde lo real, combina los medios eficaces con los fines realizables.
Solidaridad entre personas y entre regiones (Cinco DÃas 16. Editorial) Hay fuerzas polÃticas que reclaman una refundaciÃ³n del modelo de financiaciÃ³n autonÃ³mico, eliminando los privilegios que tienen vascos y navarros, y que en cualquier modelo polÃtico federal puro desaparecerÃan.
Las dramÃ¡ticas cicatrices de una crisis muy larga (EL MUNDO 3. Editorial) A unos 500.000 parados de larga duraciÃ³n no les ha quedado mÃ¡s remedio que, una vez agotadas las prestaciones, retirar alrededor de 2.500 millones de euros que tenÃan reservados para su jubilaciÃ³n como Ãºnica forma de afrontar la crisis.
La ciencia, camino de la tormenta perfecta (Milagros PÃ©rez Oliva. EL PAÃS 10) Los centros de excelencia Severo Ochoa piden un pacto de Estado para salvar la ciencia. Conviene hacerles caso porque no son una voz cualquiera: reÃºnen a 3.000 investigadores.
Problemas de encendido (David Trueba. EL PAÃS 2) Una de las mayores estupideces de la aritmÃ©tica financiera del Gobierno ha consistido en cerrar oficinas de investigaciÃ³n y desnutrir universidades e institutos a cuenta de los recortes.
La credibilidad del "made in Germany" (LA VANGUARDIA 18. Editorial) No hay duda de que el fraude de Volkswagen es una bomba en el corazÃ³n de Alemania y de Europa. Pero los alemanes son capaces de superar una prueba asÃ y de hacerse mÃ¡s fuertes en el futuro.
El caos sirio obliga a actuar a Occidente (ABC 4. Editorial) La postura de EspaÃ±a -que aboga por el realismo para lograr el fin de la guerra, incluso aceptando como interlocutor al propio Al Assad- es la Ãºnica opciÃ³n posible para aliviar el sufrimiento de los sirios.