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RAJOY Y SÁNCHEZ DEBEN APARTARSE POR EL BIEN DE ESPAÑA

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RAJOY Y SÁNCHEZ DEBEN APARTARSE POR EL BIEN DE ESPAÑA

El antagonismo político y personal de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez es un grave obstáculo para un pacto de Estado. Si no son capaces de desatascar esta situación, ambos deben renunciar a ser candidatos a la presidencia. Rajoy no puede ser investido porque 180 diputados votarían en contra. A pesar de su buena voluntad y sus ofertas de diálogo, se ha convertido en el principal obstáculo de un gran acuerdo y, además, el no haber sido capaz de frenar la corrupción en su partido, ha dañado su credibilidad y dificulta que Ciudadanos llegue a acuerdos con el PP. El presidente de los populares debería dar un paso atrás por el bien de España. Su retirada haría creíbles las intenciones de cambio del PP y dejaría sin excusa al PSOE para no negociar un gran pacto de Estado. En cuanto a Sánchez, por su rechazo a negociar con el PP, por su estrategia de pactar con Podemos y por sus malos resultados electorales, debería haber sido forzado por la dirección del PSOE a renunciar a presidir el Gobierno. Además, su intención de pactar con Podemos suscita el rechazo de un sector del Comité Federal socialista, y su errónea decisión de someter a consulta de las bases socialistas los posibles acuerdos para gobernar y su reiterada negativa a dialogar con Rajoy, cuando lo mínimo que se le puede pedir al líder de la oposición es que escuche las propuestas del presidente de su país, convierten también a Sánchez, por su obstinación, en obstáculo para los intereses del país y debería marcharse. Lo importante en este momento no son las personas sino el proyecto político para formar un Gobierno de coalición de PP, PSOE y Ciudadanos, unido en torno a un programa de reformas y un calendario legislativo.

EL MUNDO 1,3. Editorial

NEGOCIAR POLÍTICAS Y NO CARTERAS PARA UN GOBIERNO DE COALICIÓN

El ego desmadrado y las ambiciones pueriles de los líderes políticos nos sitúan al borde de nuevas elecciones a mediados de junio, con lo que hasta finales de julio o agosto no habría nuevo Gobierno. Hasta entonces, y desde octubre del año pasado, España habrá tenido un Ejecutivo en funciones, sin capacidad de iniciativa legislativa y con un Presupuesto recusado por la UE, que el nuevo Gobierno tendrá que revisar. Malas noticias para que los agentes económicos tomen las decisiones que les competen. Además, el desafío soberanista catalán no podrá ser solucionado por un Gobierno en funciones y un presidente que ha sido un interlocutor imposible con Cataluña. Tampoco se podrá aprobar en este interregno un plan de choque para políticas sociales o corregir la arbitraria y caótica política fiscal de Montoro. Víctima también será nuestra acción en el exterior, cuando se están produciendo cambios en los que el papel de España es inexistente. Estos ejemplos sirven para resaltar la incomunicación culpable de los que deberían estar negociando políticas y no carteras para formar un Gobierno de coalición que gestionara los problemas. Si el PSOE afrontara la formación de Gobierno tendría que elegir entre dos males: construir un Gabinete hostil al PP, que podrá boicotear cualquier intento de reformar la Constitución, o arriesgarse a nuevas elecciones de incierto resultado para su partido.

EL PAÍS 12. Editorial

LA GUERRA ABIERTA EN EL PSOE NO BENEFICIA A ESPAÑA

En su desesperado intento por ganar tiempo para negociar su investidura y afianzar su liderazgo en el PSOE, Pedro Sánchez se ha limitado a dilatar su pulso con los barones socialistas. En el PSOE no es unánime el deseo de pactar con Podemos, pero peor sería para los socialistas la aceptación del voto de ERC o de DL, que sería interpretada como una cesión a los independentistas catalanes. Sánchez está en un callejón sin salida. Si pacta con esos partidos se expone a que el PSOE inicie un proceso de deterior progresivo que le conducirá a quedar como una opción residual frente a la extrema izquierda populista. Por el contrario, si no logra pactar, los barones se lanzarán a la yugular de Sánchez y provocarán su retirada definitiva. No se percibe un PSOE unido capaz de presentarse ante el Rey con un criterio homogéneo, plantear un proyecto de gobierno sólido para España y promover unas alianzas solventes que generen credibilidad. En el PSOE no hay un proyecto realista para España, sino una guerra por el liderazgo que en nada ayuda a paliar la incertidumbre política, económica e institucional.

ABC 4. Editorial

EL PSOE DEBE EVITAR LOS SOCIOS PELIGROSOS QUE BUSCA SÁNCHEZ

Pedro Sánchez debería aceptar la imposibilidad de llegar a un pacto con Podemos, que no sólo plantea peligrosas alternativas a los principios constitucionales en los que se asienta la democracia española, sino que mantiene posiciones próximas a grupos que justifican el terrorismo. Son evidentes las incompatibilidades ideológicas y morales entre un partido que ha firmado el Pacto Antiterrorista con el PP y que defiende la unidad de España y formaciones cuyos representantes respaldan sin empacho la estrategia propagandística de ETA. Así, un foro organizado por Bildu, ha contado con la asistencia de líderes de Podemos en Vizcaya. El acto en favor de las tesis etarras también contó con una representación del PNV, partido que pretende imponer como línea de negociación a Pedro Sánchez, la transferencia de la política penitenciaria y, en consecuencia, el final de la dispersión de los asesinos presos que se niegan a cumplir los requisitos mínimos para su reinserción. Socios peligrosos, en definitiva, para abordar cualquier proyecto de gobernabilidad de España que, sin duda, entraría en un periodo de inestabilidad institucional. En definitiva, los barones regionales socialistas tienen motivos para frenar una deriva de pactos que desvirtúan los principios de la socialdemocracia española y pueden arrastrar al socialismo hacia una catástrofe electoral aún mayor.

LA RAZÓN 3. Editorial

SÁNCHEZ SE ENFRENTA A UN ESCENARIO REALMENTE DIFÍCIL

Pedro Sánchez, además de capacidad de resistencia, demostró habilidad política al condicionar los pactos a la consulta de los militantes del PSOE, pero al líder socialista le espera lo más difícil: lograr acuerdos a varias bandas que hagan posible un gobierno. El reto es enorme: la cuadratura del círculo con dos partidos antagónicos, Ciudadanos y Podemos más el PNV. Sólo teniendo en cuenta la apuesta de Podemos por el referéndum en Cataluña, que topa con el rechazo de PSOE y Ciudadanos, se hace patente la dificultad del pacto. Si Sánchez fracasa, su futro político se complicará.

LA VANGUARDIA 20. Editorial

A Sánchez le conviene calcular mejor sus apoyos (LA RAZÓN 3. Editorial) No habría estado de más que Sánchez, antes de lanzar el órdago de consultar a las bases los posibles pactos hubiera calculado cuáles son los apoyos con los que cuenta, que son menos de los que parece.

Sánchez, líder básico (Jorge Bustos. EL MUNDO 40) Después de todo, Sánchez es un líder elegido por las bases, y a ellas vuelve acorralado como el líder básico que es. La maniobra de don Pedro el Prorrogado resulta coherente con su estatura política.

Sánchez el movilista (Juan Manuel de Prada. ABC 12) Sánchez, en su afán inmoderado de poder, no ha hecho sino garantizarse el aplauso de su militancia.

Cortejo fúnebre (Isabel San Sebastián. ABC 13) El plan A de Sánchez es colocarse en el centro de un acuerdo con Podemos y Ciudadanos. El B será echarse en brazos de Iglesias y el separatismo.

El tiempo acabado de Rajoy (Santiago González. EL MUNDO 4) Rajoy sabía que Sánchez tenía la intención de escabecharlo en el Congreso y usar sus restos como alfombra para la investidura, pero no sé si se ha dado cuenta de que su tiempo político ha pasado.

Una alternativa aristotélica (Ramon Marimon. EL PAÍS 13) El fin del bipartidismo parece una gran ocasión para abordar reformas de calado en este país. Una coalición basada en un programa de reformas es posiblemente la mejor solución.

Los rompepartidos (F. Jiménez Losantos. EL MUNDO 2) Al PP y al PSOE no los jubilan las urnas: los liquidan sus jefes.

Ahora solo falta que empaten (Manuel Marín. ABC 20) El dilema del PSOE es determinar cómo quiere ser en el futuro para que se le reconozca en las urnas como la única opción socialdemócrata solvente.

PSOE, fin de ciclo (Gabriel Albiac. ABC 12) Hubo un tiempo para los asesinos. Y para los ladrones. Ahora es tiempo de necios. Hoy, el PSOE es Podemos.

Podemizar el PSOE (Ignacio Camacho. ABC 13) Con su adopción táctica de la democracia directa, asamblearia, Sánchez arrastra al PSOE hacia el modelo populista

Aleksandr Kerenski (Martín Prieto. LA RAZÓN 2) Afortunadamente el PSOE es mucho más que la suma de los que pagan la cuota.

Insolencia (Enrique Gil Calvo. EL PAÍS 18) Pablo Iglesias se parece cada vez menos a Obama y cada vez más al bufón Beppe Grillo.

Batalla socialista (José Mª Carrascal. ABC 14) Estamos sufriendo la última batalla de la guerra entre el "socialismo real", o comunismo, y la socialdemocracia.

Y ADEMÁS…

  • Estado fallido (Jorge M. Reverte. EL PAÍS 2) ¿Por qué se escandalizan Rajoy y la cúpula del PP cuando otros líderes dicen que no pueden pactar con ellos. Se puede exigir al PP valenciano que nos aclare tanta basura.
  • El "encaje" de los catalanes (Ignacio Martín Blanco. ABC 15) La solución al asunto del "encaje" de los independentistas no pasa por que asuman que no tienen la suficiente fuerza para imponernos su voluntad a todos.
  • El "proces" nos roba (Josep Ramón Bosch. LA RAZÓN 20) El proceso rupturista roba a los catalanes la democracia y la libertad.
  • La Infanta y los trajes a medida del Supremo (Ernesto Ekaizer. EL PAÍS 20) La doctrina Botín no puede consolidarse. El nuevo traje a medida que confecciona la presidente de la Sala de lo Penal del Supremo será el patrón que conducirá a la Infanta al banquillo.
  • Justicia y Hacienda (Julián Cabrera. LA RAZÓN 4) Sentar a la Infanta en el banquillo ni añade ni quita a nuestro sistema judicial.
  • Borbón no es Botín (Juan Pedro Yllanes. EL MUNDO 11) A Cristina de Borbón las cosas le irán bien porque el tribunal que se encarga del enjuiciamiento del caso Nóosha demostrado su preparación técnica.
  • Los enemigos del trono (Agustín Ruiz Robledo. EL PAÍS 14) Algunos partidarios de la Corona siguen empeñados en defenderla de manera torpe.
  • ¡Qué bien ha funcionado la Constitución! (Lorenzo Martín-Retortillo. ABC 3) No dejarán de surgir paradojas en este complejo pero apasionante itinerario constitucional. La primera, en torno al clamor que algunos han alimentado de que hay que cambiarla.
  • Grave indisciplina de las comunidades autónomas (EL ECONOMISTA 3. Editorial) El déficit de algunas comunidades se podía haber corregido ejerciendo mayores controles sobre los recursos derivados de los programas de apoyo financiero.
  • Por qué necesitamos una banca pública (Alberto Garzón. EL PAÍS 17) Es fundamental que exista un polo de banca pública con la que poder proteger a la ciudadanía y a nuestros ahorros.
  • Carta al próximo Gobierno (José Antonio Marina EL MUNDO 5) España puede tener un sistema educativo de alto rendimiento en cinco años, dedicando un presupuesto mínimo del 5% (que ya teníamos antes de los recortes) y cumpliendo cinco objetivos básicos.
  • El frío no para a los refugiados (ABC 4. Editorial) Los gobiernos deberían ser conscientes de lo que nos jugamos todos los europeos, atrapados entre el deber de socorrer a los que huyen de la guerra y la irritación por todo lo que simboliza lo ocurrido en Colonia.
  • El zika desafía a América Latina (EL PERIÓDICO 6. Editorial) Es tan urgente hallar fondos para la investigación como unas medidas coordinadas para detener la expansión del virus.
  • De Iowa a la Casa Blanca (LA VANGUARDIA 20. Editorial) Hasta la fecha ningún populista ha alcanzado la Casa Blanca, aunque Donald Trump podría prolongar su aventura más allá de lo normal si actos terroristas reavivasen la psicosis de inseguridad.
  • Empieza la carrera a la Casa Blanca (EL PERIÓDICO 6. Editorial) En el campo conservador parece que Donald Trump no tiene quien le detenga. Hillary Clinton tiene un inesperado e indeseado rival en el izquierdista Bernie Sanders.
  • ¿Debemos tomarnos en serio a Donald Trump? (Guy Sorman. ABC 5) La desmesura de Trump ha suscitado un verdadero entusiasmo en torno a su persona. Cuanto más insiste en sus provocaciones, más aumenta su popularidad en un segmento del electorado.

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