Editorial de Cantabria24horas.com

LA INVESTIDURA DE RAJOY AMENAZA CON DESGARRAR AL PSOE

Los sucesos que estÃ¡ viviendo el PSOE amenazan con romperlo. Existe un choque feroz entre los que quieren que el PSOE se escore hacia una posiciÃ³n de frentismo en la izquierda y quienes abogan por tener una postura mÃ¡s socialdemÃ³crata y posibilista. Esta situaciÃ³n polariza a los socialistas entre partidarios de votar no a toda costa a la investidura de Rajoy y quienes piden una abstenciÃ³n que termine con el bloqueo. El PSOE estÃ¡ atrapado en una de sus peores encrucijadas. Es poco probable que el ComitÃ© Federal adopte una decisiÃ³n unÃ¡nime que comprometa a todos los diputados socialistas. Algunos dirigentes hablan de que sÃ³lo se abstengan 11, el mÃnimo para facilitar la investidura de Rajoy, es decir una abstenciÃ³n tÃ©cnica para evitar un cisma en el Congreso. Pero una salida en falso como la abstenciÃ³n tÃ©cnica serÃa perjudicial, ya que dejarÃa al partido en el limbo de la indefiniciÃ³n y no cerrarÃa la crisis. La intransigencia de algunos dirigentes de ciertas federaciones que amenazan con una rebeliÃ³n si se opta por algo distinto a votar no a Rajoy, como los del PSC, aumentan el desgarro interno del PSOE y esto tiene un coste altÃsimo. El conjunto de los socialistas debe convertir esta crisis en una oportunidad para regenerarse de caras e ideas.

EL MUNDO 3. Editorial

AL PSOE SE LE AGOTAN LOS PLAZOS

Los Ãºltimos movimientos internos del PSOE tienen un propÃ³sito primordial -arrostrar un proceso de regeneraciÃ³n que le devuelva al partido a la centralidad de la socialdemocracia- para el que se imprescindible disponer de un periodo de tiempo de relativa tranquilidad polÃtica. Es decir, es preferible que gobierne Mariano Rajoy, al menos una primera parte de la legislatura, antes que afrontar un nuevo proceso electoral, con las bases y las direcciones federales divididas, sin un candidato claro y con la ciudadanÃa responsabilizando a los socialistas de la repeticiÃ³n de elecciones. La abstenciÃ³n en una hipotÃ©tica investidura de Rajoy cumplirÃa con el objetivo, pero no es fÃ¡cil conseguir los apoyos necesarios, porque la decisiÃ³n del no es no se tomÃ³ por unanimidad en el ComitÃ© Federal de diciembre de 2015 y se ratificÃ³ en junio de 2016. Ahora hay que desdecirse y crecen las resistencias. Con el problema de que se agotan los plazos. Hay errores que son difÃciles de soslayar.

LA RAZÃ“N 3. Editorial

O FernÃ¡ndez o nada (Cayetana Ãlvarez de Toledo) Lo que destruye al PSOE no es la abstenciÃ³n ante Rajoy sino ante el nacionalismo. SÃ³lo un partido de izquierdas moderno, desprovisto de caspa identitaria, carente de cualquier pulsiÃ³n populista, tiene ya algÃºn hueco en CataluÃ±a. Lo que queda del PSC son despojos para Colau y, si espabila, para Ciudadanos.

Menguantes y quizÃ¡ menguados (Santiago GonzÃ¡lez. EL MUNDO 4) Los socialistas volverÃ¡n a conjurarse "para derrotar a las encuestas". Quieren ir a terceras. El asunto es que eso sea compatible con el interÃ©s general.

Los 11 de la fama (RaÃºl del Pozo. EL MUNDO 44) El PSOE no estÃ¡ dividido, estÃ¡ muerto, pero DÃaz tiene ya el ComitÃ© Federal amarrado como lo tuvo para tumbar a SÃ¡nchez.

Un partido roto (JosÃ© MÂª Carrascal. ABC 14) El PSOE sufre una crisis de identidad, pues dentro de Ã©l luchan dos personalidades distintas. EstÃ¡ el PSOE de Felipe GonzÃ¡lez, socialdemÃ³crata y europeÃsta, y estÃ¡ el de Pedro SÃ¡nchez, podemizado, antisistema, antieuropeo.

SÃ¡nchez agita a la militancia desde MalibÃº (Pilar Ferrer. LA RAZÃ“N 16) Fuentes de su entorno reconocen que ha calentado a la militancia desde California. Ahora vuelve con ganas de agitar a los suyos. Lo Ãºnico claro es que de amortizado, nada. Y de guerrillero, todo.

Duendes (Almudena Grandes. EL PAÃS 48) El presidente de la gestora del PSOE dice que no se debe levantar una barricada Ã©tica contra el PP, y luego se queja de que fuera de su partido le entienden mejor. Un partido estÃ¡ compuesto por muchos militantes, no por unos pocos dirigentes enemistado con la mayorÃa de sus militantes.

La semana decisiva (Fernando RayÃ³n. LA RAZÃ“N 15) No se puede seguir confiando en un partido como el PSOE que se llena las manos con la corrupciÃ³n, o que juega a apoyar el derecho a decidir o un referÃ©ndum de autodeterminaciÃ³n. Tampoco es posible creer en un partido centenario que se acongoja ante el populismo y quiera copiar sus recetas.

Las nueces de Pablo (JuliÃ¡n Cabrera. LA RAZÃ“N 4) Pablo Iglesias espera con el cesto la recogida de nueces del harakiri socialista. La caÃda de Pedro SÃ¡nchez ha sido una buena noticia para el lÃder de Podemos.

EL PSC REVALIDA LA "VIA ICETA"

Las diferencias entre Miquel Iceta y NÃºria Parlon eran escasas. De ahÃ la exaltaciÃ³n de unidad y el llamamiento a trabajar juntos que nada tienen que ver con la abrupta ruptura del Ãºltimo ComitÃ© Federal del PSOE Tanto Iceta como Parlon se alinearon junto al no es no de Pedro SÃ¡nchez. Si el ComitÃ© Federal obliga a la abstenciÃ³n de los 85 diputados socialistas, en lugar de solo los 11 imprescindibles para que haya Gobierno, el choque con el PSC y quizÃ¡ con otros sectores estÃ¡ servido. En cuanto a CataluÃ±a, la lÃnea de Parlon de competir con los comunspareciÃ©ndose a ellos ha sido derrotada por la que defiende recuperar el espacio catalanista no independentista de centroizquierda. Iceta confÃa en que las primarias sean el inicio de la remontada del PSC. La recuperaciÃ³n dependerÃ¡ de su habilidad y de los errores que cometa el partido que prepara Ada Colau, con el que se disputarÃ¡ la hegemonÃa de la izquierda.

EL PERIÃ“DICO 8. Editorial

Iceta en Baviera (MartÃn Prieto. LA RAZÃ“N 2) Se ignora por quÃ© el PSOE no abriÃ³ a tiempo banderÃn de enganche en CataluÃ±a reduciendo el PSC a excrecencia del nacional-populismo.

Primarias en el PSC con aviso a Ferraz (Enric Company. EL PAÃS 14) Los militantes del PSC han refrendado la negativa rotunda a que la izquierda se convierta en la tabla de salvaciÃ³n de Mariano Rajoy para una eventual investidura como presidente de un nuevo Gobierno del PP.

RAJOY TIENE QUE TOMAR LA INICIATIVA EN CATALUÃ‘A

El Gobierno ha dicho no al presidente de la Generalitat para negociar los tÃ©rminos de un referÃ©ndum de independencia. El mÃ¡s satisfecho por esta cerrazÃ³n es el independentismo que ve cÃ³mo el Ejecutivo, con su torpeza y dÃ©ficit de iniciativas, le simplifica la ruptura con el Estado. AsÃ, el Gobierno se ha convertido en cÃ³mplice, por inacciÃ³n, de las estrategias de los separatistas. El Gobierno no es un despacho de abogados del Estado en excedencia que tramita recursos, denuncias y querellas. La judicializaciÃ³n de la polÃtica consiste en que el Poder Judicial sustituye al Poder Ejecutivo para resolver problemas polÃticos. Claro que el secesionismo incurre en esa judicializaciÃ³n y organiza continuos desacatos a la ley para que el Gobierno central actÃºe judicialmente contra Ã©l, y aparentar una persecuciÃ³n victimista. Pero la apelaciÃ³n del Gobierno a los tribunales, sin medidas polÃticas, es tambiÃ©n una judicializaciÃ³n disparatada. La contestaciÃ³n burocrÃ¡tica y judicial al contencioso catalÃ¡n no lo resuelve sino que lo ahonda mÃ¡s. Es hora por tanto de que el Gobierno tome la iniciativa.

EL PAÃS 10. Editorial

EL PSOE TAMPOCO SE TOMA EN SERIO LA CORRUPCIÃ“N

La Junta de AndalucÃa ha solicitado al juez que archive la causa contra los ex presidentes Chaves y GriÃ±Ã¡n por el caso ERE. Por su parte, hace sÃ³lo 10 dÃas el representante del PP en el juicio por el caso GÃ¼rtelreclamÃ³ la nulidad por supuestas "ilegalidades" en el proceso. Estas conductas demuestran que tanto el PSOE como el PP obran de forma simÃ©trica respecto a la corrupciÃ³n. Ambos se ponen de perfil cuando los casos les salpican a ellos y sÃ³lo ven la viga en el ojo ajeno, es decir, en la formaciÃ³n rival. Sus intentos de poner palos en las ruedas de la Justicia no favorecen su deteriorada imagen. Ambos partidos enarbolaron la bandera de la regeneraciÃ³n durante las recientes campaÃ±as electorales. En su lugar, PP y PSOE han emprendido una especie de huida hacia delante deseosos de que los procesos judiciales propios caigan en el olvido o se paralicen mientras aprovechan polÃticamente los ajenos.

EL MUNDO 3. Editorial

NADIE SE LIBRA DE LA CORRUPCIÃ“N EN EL CASO PÃšNICA

La construcciÃ³n de viviendas protegidas fue la excusa para crear una trama de corrupciÃ³n en diversos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, en la que participaban cargos del PP, PSOE e Izquierda Unida. El testimonio de promotores y constructores estÃ¡ siendo clave para reconstruir una sofisticada maquinaria de corrupciÃ³n municipal. El caso PÃºnica mantiene en prisiÃ³n a Francisco Granados, lÃder de la red y consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, aunque como dato ilustrativo de la "transversalidad" ideolÃ³gica de la trama hay que decir que la red construyÃ³ 370 viviendas de protecciÃ³n oficial en Parla, cuando TomÃ¡s GÃ³mez era alcalde. Mal de muchos, desconsuelo de todos, porque la clase polÃtica sufre asÃ otro varapalo a su crÃ©dito, y parece que poco se puede hacer para terminar con la corrupciÃ³n pÃºblica. No se puede sostener una dispersiÃ³n de la economÃa urbanÃstica en miles y miles de ayuntamientos, sobre la que tiene mÃ¡s poder un concejal de urbanismo que el Consejo de Ministros y que fermenta las peores prÃ¡cticas de corrupciÃ³n. Hay que hacer una reforma ambiciosa de la AdministraciÃ³n Local.

ABC 4. Editorial

La deconstrucciÃ³n de Alaya (Ignacio Camacho. ABC 13) El caso de los ERE sufre un vuelco, un viraje del criterio instructor que supone una deconstrucciÃ³n del sumario que conduce a una minimizaciÃ³n de responsabilidades polÃticas. El mayor escÃ¡ndalo de clientelismo de EspaÃ±a empieza a diluirse en un marasmo judicial.

Y ADEMÃSâ€¦

Firmeza judicial frente al rebrote de la kale borroka (LA RAZÃ“N 3. Editorial) Los sucedido en Alsasua es el inevitable colofÃ³n de una acciÃ³n enmarcada en el terrorismo callejero que parece haber prendido de nuevo en el norte de Navarra. La FiscalÃa del Estado debe dar la respuesta adecuada: la aplicaciÃ³n de las leyes antiterroristas.
Algo mÃ¡s que una pelea (Consuelo OrdÃ³Ã±ez. LA RAZÃ“N 20) Alsasua ha acaparado los titulares, pero no hay semana en la que COVITE no denuncie un acto de enaltecimiento del terrorismo ante la pasividad de las instituciones.
El despilfarro autonÃ³mico continÃºa (ABC 4. Editorial) Las comunidades autÃ³nomas siguen gastando mucho mÃ¡s de lo que ingresan, lo que es una grave irresponsabilidad y lastra la solvencia del sector pÃºblico y daÃ±a el bolsillo de los contribuyentes.
Las dos caras del Brexit (LA VANGUARDIA 20. Editorial) El resultado final del Brexit estÃ¡ sujeto a muchas variables, tanto britÃ¡nicas como europeas, y podrÃ¡ haber muchos matices en las negociaciones. Pero, de momento, las posiciones estÃ¡n a cara de perro.
Populismo en dificultades (EL PAÃS 10. Editorial) La pÃ©rdida de apoyo del Gobierno de Tsipras muestra la frustraciÃ³n que genera en los griegos el incumplimiento de promesas irrealizables y la inexistencia de soluciones fÃ¡ciles y rÃ¡pidas a problemas enrevesados.