Editorial de Cantabria24horas.com

EL GOBIERNO DEBE AUMENTAR LA PRESENCIA INSTITUCIONAL DEL REY

El mes prÃ³ximo, Felipe VI cumplirÃ¡ mil dÃas en el trono, en los que ha tenido que afrontar importantes retos. LlegÃ³ a la jefatura del Estado con la reputaciÃ³n de la MonarquÃa bajo mÃnimos, el movimiento independentista catalÃ¡n en plena efervescencia y en medio del procesamiento de su hermana Cristina de BorbÃ³n y su cuÃ±ado, IÃ±aki Urdangarin, por diversos delitos en el caso NÃ³os. Ante una situaciÃ³n tan poco favorable optÃ³ por una estrategia conservadora, ciÃ±Ã©ndose a las funciones que le marca la ConstituciÃ³n. El resultado de su actuaciÃ³n ha sido positivo en lÃneas generales pero el horizonte estÃ¡ lejos de estar despejado. SerÃa deseable que Felipe VI intensificara su actuaciÃ³n institucional dentro y fuera de EspaÃ±a. Pero no es al Rey al que se debe reclamar mayor actividad institucional, sino al Gobierno, pues es el Ejecutivo el que le marca la agenda y controla sus intervenciones pÃºblicas. No tiene sentido que Rajoy mantenga la actividad institucional del Felipe VI en un nivel de tan bajo perfil que incluso estÃ© poniendo en riesgo de irrelevancia el papel del Rey. El mandato constitucional le otorga un margen de maniobra que deberÃa utilizarse, especialmente en lo referente a CataluÃ±a.

EL PAÃS 12. Editorial

EL REY, COMPROMETIDO CON EL FUTURO DE CATALUÃ‘A

El Rey regresÃ³ ayer a Barcelona para presidir los actos de inauguraciÃ³n del Mobile World Congress. El Ã©xito en sus anteriores ediciones demuestra la capacidad de proyecciÃ³n de la sociedad espaÃ±ola cuando sus instituciones son capaces de trabajar en sintonÃa por el interÃ©s comÃºn, y suscita la pregunta de cuÃ¡ntas oportunidades se han perdido por los estÃ©riles conflictos provocados por los nacionalistas. Los actos de hoy y de ayer del Rey en Barcelona se enmarcan en la normal actividad institucional de la Corona, siempre comprometida con los esfuerzos profesionales de los espaÃ±oles y que, sin embargo, se producen en el contexto anÃ³malo de una instituciÃ³n del Estado, como es la Generalitat de CataluÃ±a, que se ha situado extramuros del sistema constitucional. Que la atenciÃ³n pÃºblica de una de las grandes economÃas del mundo, como es EspaÃ±a, se divida entre el mayor exponente del futuro tecnolÃ³gico y la comparecencia ante los tribunales de un portavoz parlamentario nacionalista, como Francesc Homs, acusado de un delito de desobediencia, dice muy poco de la salud polÃtica de un paÃs. Es preciso que se produzca cuanto antes esa vuelta a la racionalidad institucional que la sociedad espaÃ±ola reclama a la Generalitat catalana., y que es conveniente para los intereses de los catalanes y del resto de los espaÃ±oles.

LA RAZÃ“N 3. Editorial

HAY QUE ACTUAR DE RAÃZ CONTRA LA CORRUPCIÃ“N EN CATALUÃ‘A

La CÃ¡mara de Contratistas de Obras de CataluÃ±a alza la voz para exigir una nueva normativa pÃºblica que evite los numerosos casos de corrupciÃ³n, como aquellos de los que tenemos noticia en el sumario del denominado caso 3% o de los inminentes juicios como el del Caso Palau. Como buenos conocedores de las prÃ¡cticas habituales en la licitaciÃ³n de la obra pÃºblica, los contratistas exigen que se eviten las ofertas temerarias a la baja, que son la base para poder amaÃ±ar los concursos sin violentar formalmente el procedimiento de adjudicaciÃ³n. Los contratistas han sido tambiÃ©n durante dÃ©cadas colaboradores necesarios de este tinglado, aunque no todos, e incluso algunos deben haber sido vÃctimas de las malas prÃ¡cticas que ahora denuncian. ModifÃquese, pues, la normativa en la lÃnea que piden los contratistas, para lo que serÃa suficiente cumplir las directivas europeas en la materia y copiar lo que hacen otros paÃses. Pero en esa nueva etapa tambiÃ©n serÃa recomendable que los propios contratistas se implicaran en la lucha contra la corrupciÃ³n con medidas de autocontrol.

EL PERIÃ“DICO 6. Editorial

El viaje se acaba (MÃ rius Carol. LA VANGUARDIA 2) El independentismo catalÃ¡n acelera porque su viaje se acerca al final. Lo que sorprende es lo activo que se muestra Artur Mas, que intenta ponerse al frente de la estrategia final para conseguir volver al primer plano polÃticO.

No buscan el referÃ©ndum (Xavier Vidal-Folch.EL PAÃS 2) Contra lo que parece, las fuerzas secesionistas catalanas no pretenden celebrar el referÃ©ndum sobre la independencia. Solo persiguen convocarlo y que inmediatamente se les prohÃba.

Puigdemont en su callejÃ³n (JuliÃ¡n Cabrera. LA RAZÃ“N 4) La hoja de ruta de los timoneles del proceso hacia la independencia, con parada previa en otro referÃ©ndum ilegal, va a estar trufada de episodios judiciales marcados por la corrupciÃ³n hasta su encallamiento definitivo.

El apocalipsis zombi de Homs (Toni BolaÃ±o. LA RAZÃ“N 9) El independentismo sale de nuevo en procesiÃ³n acompaÃ±ando a su icono del dÃa, Francesc Homs.

EL PSOE NO SABE QUÃ‰ RUMBO SEGUIR EN ECONOMÃA

La ponencia econÃ³mica del PSOE da la impresiÃ³n de que el partido no tiene claro quÃ© rumbo seguir en economÃa. Son un puÃ±ado de propuestas genÃ©ricas, de declaraciones de intenciones, que no dejan vislumbrar quÃ© harÃan hoy los socialistas si tuvieran que gobernar. El PSOE estÃ¡ obligado a presentar a la ciudadanÃa un recetario econÃ³mico mÃ¡s articulado y definido si pretende recuperar la confianza perdida. Se echa igualmente en falta una mÃnima autocrÃtica sobre la Ãºltima etapa del Gobierno Zapatero en la crisis econÃ³mica. La ponencia no dice nada sobre la derogaciÃ³n de la reforma laboral del PP, que fue el principal mantra de campaÃ±a de Pedro SÃ¡nchez. Los socialistas tienen que decir con claridad cÃ³mo pretenden garantizar la viabilidad del sistema de pensiones, o explicar bien su propuesta de renta mÃnima y detallar si su reforma fiscal implica o no un mayor esfuerzo tributario de los espaÃ±oles.

EL MUNDO 3. Editorial

El PSOE y la reforma laboral (Santiago GonzÃ¡lez. EL MUNDO 4) Â¿Por quÃ© se opone Pedro SÃ¡nchez a la reforma laboral del PP? Porque no es no, no hay que darle mÃ¡s vueltas. Pedro es de izquierdas y don Mariano, de derechas, eso es todo.

DÃaz falta por confirmar (Puntazos. LA RAZÃ“N 3) El hecho de que Susana DÃaz aÃºn no haya despejado las dudas sobre su candidatura a liderar el PSOE, desespera a sus partidarios dentro de las filas socialistas. DÃaz debe decidirse y no poner mÃ¡s excusas.

SÃ¡nchez frente al sargento chusquero (Enric HernÃ¡ndez. EL PERIÃ“DICO 7) SÃ¡nchez, erigido en mÃ¡rtir del no es no y ahora inclinado hacia la izquierda y la defensa de la EspaÃ±a plurinacional, parte como claro favorito ante DÃaz.

El espectador comprometido (Cayetana Ãlvarez de Toledo. EL MUNDO 14) SÃ¡nchez ha encontrado el punto G de la militancia: contigo y contra el poder. FernÃ¡ndez habla desde fuera del poder. Y lo que es peor: no quiere aspirar a Ã©l.

El choque frontal de dos PSOE (Antonio MartÃn Beaumont. LA RAZÃ“N 23) Nadie puede asegurar que las tensiones actuales en el PSOE, agitadas por el proceso de primarias, terminen una vez que voten los militantes.

LA LIMITACIÃ“N DE MANDATOS DEL PRESIDENTE ES DICTADA POR LAS URNAS

En los acuerdos de legislatura que firmaron el PP y Ciudadanos figuran dos reformas legales de amplio calado que, al menos, merecen una segunda reflexiÃ³n por parte de la formaciÃ³n de Albert Rivera sobre la idoneidad de llevarlas a tÃ©rmino. Son la limitaciÃ³n de mandatos del presidente del Gobierno y la supresiÃ³n de los aforamientos de diputados y senadores. Son propuestas que pecan en exceso de coyunturales. Mariano Rajoy no cree en la limitaciÃ³n de mandatos, mÃ¡s propia de sistemas presidencialistas que de democracias representativas. Pero, aun asÃ, estÃ¡ dispuesto a cumplir lo firmado con el partido naranja. De ahÃ que la cuestiÃ³n suscitada sobre el cÃ³mputo del tiempo que el Gobierno estuvo en funciones es de la mayor importancia. La limitaciÃ³n de mandatos sÃ³lo deberÃan dictarla las urnas, y parece razonable que el largo periodo de inestabilidad polÃtica vivido en EspaÃ±a no se vuelva en contra de las, por el momento, supuestas aspiraciones de Rajoy a presentar de nuevo su candidatura a La Moncloa, aunque se agote la actual legislatura.

LA RAZÃ“N 12. Editorial

De negociaciones y resistencias (Fernando RayÃ³n. LA RAZÃ“N 15) Limitar desde ahora los mandatos del presidente puede parecer sano a priori, pero en determinados momentos puede generar una gran inseguridad.

Y ADEMÃSâ€¦

Medidas contra el absentismo laboral (ABC 4. Editorial) Urge poner en marcha nuevas medidas para reducir el absentismo y paliar sus graves consecuencias.
Una amenaza para los proveedores EL ECONOMISTA 3. Editorial) Los mecanismos que insuflan liquidez desde el Estado a las comunidades autÃ³nomas se encuentran paralizados
El Mobile se supera a sÃ mismo (LA VANGUARDIA 22. Editorial) El Mwc supera su propio concepto de congreso y se ha convertido tambiÃ©n en un centro de negocios global donde se llega a acuerdos econÃ³micos, sociales y polÃticos de alcance mundial.
La consolidaciÃ³n del MWC (EL PERIÃ“DICO 6. Editorial) El beneficio directo para Barcelona y para muchos de sus habitantes es evidente aunque en ocasiones estÃ©n supeditados a unas condiciones que podrÃan mejorar sin perturbar el Ã©xito de la organizaciÃ³n del evento.
El MWC, un multiplicador de valor (CINCO DÃAS 14. Editorial) El MWC debe servir para diferenciar modas de productos destinados a dar verdadero valor al negocio y cambiar el futuro.
EspaÃ±a, rehÃ©n de los estibadores (Puntazos. LA RAZÃ“N 3) No les importa lo dictado por Bruselas. Tampoco el perjuicio econÃ³mico a nuestra industria. Ellos estÃ¡n por el mantenimiento de sus privilegios
De una democracia a otra (JoaquÃn EstefanÃa. EL PAÃS 44) Los estabilizadores automÃ¡ticos de la economÃa apenas tienen efecto distributivo en la sociedad espaÃ±ola.
Meses clave para Europa (ABC 4. Editorial) La sucesiÃ³n de citas electorales -con fuerzas antieuropeas en posiciÃ³n de decantar el resultado o de ganar, como Le Pen en Francia- puede poner a prueba la existencia misma de la UE.
El Brexit abre las puertas (LA VANGUARDIA 22. Editorial) A la espera de concretarse el punto de partida de Londres, Bruselas ha ido perfilando su posiciÃ³n de salida, basado en la reciprocidad.
Ecuador vuelve a votar (EL PAÃS 12. Editorial) Resulta fundamental tener un exquisito cuidado en el recuento para que, gane quien gane en abril, no haya ninguna duda sobre la legitimidad de su triunfo
La urgente recomposiciÃ³n del Partido DemÃ³crata (EL MUNDO 3. Editorial) Los demÃ³cratas estadounidenses no se pueden permitir el lujo de permanecer divididos, puesto que urge la reconstrucciÃ³n de su formaciÃ³n.
Trump y el Ã³rdago al libre comercio (Federico Steinberg. EL PAÃS 13) El proteccionismo no servirÃ¡ para recuperar empleos industriales en EE UU.
Trump, el superniÃ±o (Jorge Bustos. EL MUNDO 42) Trump dejarÃ¡ de ser noticia cuando empiece a comportarse como un adulto. El actual presidente de EEUU sirve como rutilante escaparate del infantilismo que hoy define la sociedad occidental.
CÃ³mo deshacernos de Trump (Guy Sorman. ABC 5) Como lo que sucede en estos momentos en EE.UU. es vital para Occidente, en vez de interesarnos por los repetidos disparates de Trump, observemos las formas de resistencia frente a Ã©l.
Gobernar a "trumpadas" (Ignacio Camacho. ABC 13) En ausencia de oposiciÃ³n eficaz, sÃ³lo los jueces pueden frenar a Trump y sÃ³lo en casos de extralimitaciÃ³n indubitada.