Editorial de Cantabria24horas.com

LA POSIBLE VICTORIA DE Cs ES UNA MALA NOTICIA PARA EL PP

EL SECESIONISMO CATALÃN, EN COMPLETA MISERIA MORAL

Una parte de los catalanes aÃºn no se ha percatado del enorme riesgo de que triunfe el bloque independentista. Otro peligro es el peculiar concepto de democracia de los secesionistas, con un truco de enorme cinismo: preguntan a los demÃ¡s si respetarÃ¡n los resultados, incluso les llaman a dimitir si no ganan. Pero ellos no se comprometen a respetarlos si pierden. El ventajismo es claro: si ganan dirÃ¡n que han recibido un cheque en blanco; si pierden ya insinÃºan que impugnarÃ¡n el resultado, alegando las peculiares circunstancias de esta convocatoria. La receta para combatir este abuso es triple: denunciar esa maniobra de intoxicaciÃ³n, preguntarles por su respeto a las reglas del juego y llamar a la mÃ¡xima participaciÃ³n en los comicios. Al independentismo sÃ³lo le queda la negaciÃ³n del otro, las invectivas contra todo lo espaÃ±ol y la rabia. La completa miseria moral.

EL PAÃS 18. Editorial

LA POSIBLE VICTORIA DE Cs ES UNA MALA NOTICIA PARA EL PP

De confirmarse las previsiones de los sondeos sobre las prÃ³ximas elecciones en CataluÃ±a, el mapa nacional podrÃa sufrir una profunda reconfiguraciÃ³n. Si finalmente venciera Ciudadanos, como auguran los sondeos, el partido de Albert Rivera podrÃa convertirse en una alternativa real al PP, provocando una peligrosa crisis en el seno del principal partido del centroderecha espaÃ±ol. El PP corre el riesgo de convertirse en un partido residual en CataluÃ±a, como consecuencia directa tanto del retraso de la respuesta al desafÃo secesionista como de la falta de resoluciÃ³n y contundencia a la hora de aplicar el artÃculo 155. Esto contrasta con la seguridad de Mariano Rajoy al frente tanto del Gobierno como del partido, donde ejerce un indiscutible liderazgo. Rajoy otorga estabilidad a ambos, pero un mal resultado en CataluÃ±a puede ser un fracaso de su gestiÃ³n. La victoria de Cs serÃa una buena noticia para los constitucionalistas, pero mala para el PP.

La intolerable burla de Forcadell

La expresidenta del Parlament Carme Forcadell volviÃ³ a reivindicar ayer la vÃa de la unilateralidad y proclamÃ³ que "la represiÃ³n no frenarÃ¡ la repÃºblica". Se trata de una amenaza inaceptable al Estado que constata que el acatamiento del artÃculo 155 por Forcadell en el Tribunal Supremo fue una estratagema para evitar su envÃo a prisiÃ³n provisional incondicional. Ayer volviÃ³ a dejar patente que continÃºa parapetada en la vÃa unilateral. Esta burla de Forcadell es suficientemente grave como para que el juez Llarena revise su libertad condicional. El respeto al marco constitucional es absolutamente incompatible con la defensa de la secesiÃ³n unilateral perpetrada por el Govern destituido.

EL MUNDO 3. Editorial

LA CATALUÃ‘A REAL DEBE RECUPERAR LA GENERALITAT

La polÃtica catalana que arranca con Jordi Pujol en 1980 se basa en un dogma: el gobierno de la Generalitat sÃ³lo puede estar en manos de un partido nacionalista y de no serlo declaradamente debe trabajar en la implementaciÃ³n del autogobierno como objetivo prioritario. Ahora se anuncia un cambio de ciclo si se cumplen los sondeos. Ciudadanos, un partido no nacionalista, fundado como contraposiciÃ³n a la patrimonializaciÃ³n del poder ejercido desde la Generalitat, puede ganar las elecciones. Y aunque Cs, PSC y PP no alcancen la mayorÃa y se queden a las puertas de gobernar, el cambio de tendencia debe hacer reflexionar a los lÃderes del proceso independentista. CataluÃ±a debe ser gobernada desde la racionalidad polÃtica, centrarse en proyectos que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y abandonar la obsesiÃ³n identitaria. Hay que recuperar las instituciones de autogobierno, convertidas hasta ahora en una trinchera al servicio del separatismo, desprestigiadas y con un clientelismo militante y hay que recuperar la tolerancia, el respeto a la diversidad de opiniones y defender la dignidad de la naciÃ³n espaÃ±ola como el marco del que emanan las instituciones catalanas. Es la hora de que la CataluÃ±a real recupere la Generalitat.

LA RAZÃ“N 3. Editorial

CATALUÃ‘A TIENE QUE RECOBRAR LA CONVIVENCIA Y LA ECONOMÃA

Lo que esperamos del 21D es una pacificaciÃ³n polÃtica y un avance de la razÃ³n sobre el sentimiento, asÃ como una lista de prioridades con la recuperaciÃ³n de la concordia social y la del tejido econÃ³mico. Los partidos polÃticos deberÃan haber presentado unos programas en los que, ademÃ¡s de enumerar las medidas de gobierno nos expusieran sus estrategias para sacar a la sociedad catalana del atolladero al que la ha llevado el proceso independentista; en las que primera el espÃritu de colaboraciÃ³n sobre el divisorio. Pero un anÃ¡lisis de los programas electorales indica que la prÃ³rroga o no del proceso que nos ha traÃdo a este presente cargado de incÃ³gnitas sigue dominando la escena. Es preocupante que esto siga imperando y que lo haga en clave de confrontaciÃ³n y no de vuelta a la concordia. La CataluÃ±a que queremos es aquella en que las fuerzas electas se apliquen cuanto antes en la recuperaciÃ³n de la convivencia y de la economÃa. Y en la que el independentismo sea una opciÃ³n legÃtima, pero no un manto bajo el que esconder una gestiÃ³n polÃtica irresponsable.

LA VANGUARDIA 38. Editorial

DetrÃ¡s de las bambalinas (MÃ rius Carol. LA VANGUARDIA 2) Algo que los historiadores deberÃ¡n explicar es quiÃ©nes empujaron a los dirigentes catalanes a tirarse a piscinas sin agua.

21-D: nada ha cambiado (Enric HernÃ ndez. EL PERIÃ“DICO 19) Los programas de Junqueras y Puigdemont hablan de diÃ¡logo y amplias mayorÃas, pero en los mÃtines se repite el mismo soniquete: con acuerdo o "sin permiso".

El nacionalismo en CataluÃ±a (Mario Vargas Llosa. EL PAÃS 19) Tragedia es la palabra que conviene a una regiÃ³n que ha perdido mÃ¡s de tres mil empresas.

Hechos y relatos (Santos JuliÃ¡. EL PAÃS 21) A cada pÃºblico hay que contar un cuento o relato, a unos que la transiciÃ³n serÃ¡ serena, a otros que el nuevo Estado serÃ¡ muy beneficioso.

Rajoy, ante su prÃ³ximo fracaso triunfal (LucÃa MÃ©ndez. EL MUNDO 18) En su entorno dicen que no perderÃ¡ nada aunque el resultado del PP sea muy malo.

El Gobierno de cartÃ³n (Ignacio Camacho. ABC 15) La gran paradoja del 155 es que no beneficia al Gobierno que lo ha aplicado. El rÃ©dito electoral se lo estÃ¡ llevando Cs.

La culpa no es de Albiol (Curri Valenzuela. ABC 22) El sector del PP que ha pecado de buenismo con los independentistas hasta que la crisis explotÃ³ culpa ahora a su candidato, Xavier Albiol, de los malos resultados que va a cosechar.

El engaÃ±o de Junqueras al Gobierno que lo salvaba de quebrar (Carlos Segovia. EL MUNDO 20) La agenda de JovÃ© evidencia que Junqueras sacaba dinero al Estado montando una farsa de moderaciÃ³n ante varios ministros.

El cuento de Forcadell (Juan Pablo Colmenarejo. ABC 5) Forcadell y Rovira, en la agenda oculta del golpe independentista, mantienen la llama del desafÃo.

Carles Puigdemont caduca y vuelve ConvergÃ¨ncia (Salvador Sostres. ABC 24) Puigdemont caduca el 21 de diciembre y el PDECat prepara el terreno para soltar lastre y volver a centrarse.

El PSOE y la castaÃ±a (Alfonso Rojo. LA RAZÃ“N 2) Con el tema del indulto a los independentistas catalanes, Iceta ha metido al PSC en el lodazal de la indefiniciÃ³n y la duda.

La nueva CataluÃ±a (JosÃ© MÂª Marco. LA RAZÃ“N 6) La campaÃ±a electoral catalana ha favorecido las posiciones de centro polÃtico ademÃ¡s de la claridad de las propuestas.

CataluÃ±a, en la encrucijada del 21-D (JosÃ© RamÃ³n Rallo. LA RAZÃ“N 42) La inestabilidad es una de las mayores amenazas para la prosperidad de CataluÃ±a

El rompecabezas de los pactos (Lola GarcÃa. LA VANGUARDIA 21) La premisa de Puigdemont de obligar a ERC a apoyarle aunque no gane puede llevar a una guerra de nervios entre ambos

El dÃa de la verdad (Gloria Lomana. LA VANGUARDIA 28) Estas elecciones son la oportunidad de cambiar a los malos y divisivos gobernantes.

Emociones polÃticas destructivas (AntÃ³n Costas. LA VANGUARDIA 29) Las urnas deberÃan mandar seÃ±ales a los partidos para entrar en una senda de concordia y progreso.

Gobierno de transiciÃ³n (Jordi Amat. LA VANGUARDIA 39) El Ãºnico modo de rehacer el contrato territorial maltrecho entre el Estado y los catalanes pasarÃ¡ por negociar uno nuevo

21-D: Participar en el bien del paÃs (Joan-Enric Vives. LA VANGUARDIA 65) El arzobispo de Urgell confÃa en que el nuevo Govern halle el camino de la cooperaciÃ³n con el Gobierno.

Netflix y el fracaso del procÃ¨s (JosÃ© Antonio Zarzalejos. EL PERIÃ“DICO 19) Los interlocutores para negociar una salida al problema no pueden ser quienes lo han creado.

La puerta de TannhÃ¤user (Joan CaÃ±ete Bayle. EL PERIÃ“DICO 23) Sea cual sea el resultado del 21-D, harÃamos bien todos en aceptar que hay que convivir con las miles de personas que forman cada bloque.

Y ADEMÃSâ€¦

Vigilancia frente al terror yihadista (ABC 4. Editorial) Es necesario extremar la vigilancia ante el posible regreso de los mÃ¡s de 200 espaÃ±oles que se han incorporado a Daesh.
Contra la violencia machista siempre (EL PERIÃ“DICO 18. Editorial) La lucha persiste y es deber de todos intervenir con decisiÃ³n para erradicar esta lacra social.
La lÃ³gica de los acosadores (Ãngeles GonzÃ¡lez-Sinde. EL PERIÃ“DICO 20) Descargan en una mujer la rabia, el desprecio y el resentimiento que sienten hacia todas las mujeres.
El proceso de los ERE podridos (Francisco Rosell. EL MUNDO 2) Para que se ventilen responsabilidades han sido claves los contados medios crÃticos en una comunidad en la que la mayorÃa vive de los favores del poder.
Carmena: una Gran VÃa mÃ¡s triste (Puntazos. LA RAZÃ“N 3) La obsesiÃ³n de la alcaldesa de Madrid de cerrar la Gran VÃa al trÃ¡fico no es inocua.
La ciencia merece en EspaÃ±a algo mÃ¡s que excusas (Patricia FernÃ¡ndez de Lis. EL PAÃS 18) La economÃa espaÃ±ola mejora pero la situaciÃ³n de la ciencia no deja de empeorar.
La ciencia amilanada (Miguel Delibes de Castro. EL PAIS IDEAS 2) Se han llegado a rechazar propuestas de proyectos porque el tipo de letra no era el indicado.
Los riesgos de las criptomonedas (ABC 4. Editorial) La financiaciÃ³n a travÃ©s de las criptodivisas es una inversiÃ³n de alto riesgo. Los reguladores tienen que controlar el sector
Asalto a la red (EL PAÃS 18. Editorial) Trump amenaza la neutralidad en internet a costa de los usuarios.