Editorial de Cantabria24horas.com
ESPAÑA NECESITA MENOS POLÍTICOS PROFESIONALES
URGE QUE LOS SINDICATOS NO SEAN LOS "TONTOS ÚTILES" DEL SECESIONISMO
En pocas ocasiones el sindicalismo español habrá estado más alejado de su función constitucional de defensa de los trabajadores que desfilando ayer en la manifestación de Barcelona en apoyo de la causa separatista. UGT y CC OO pretendieron justificarse por el bloqueo político en Cataluña, pero la protesta tenía como fin coaccionar a la Justicia, cuestionar a los tribunales y exigir la liberación de los mal llamados presos políticos. Que los sindicatos respalden una marcha promovida por el separatismo supone una doble traición a los trabajadores y a la Nación, al auxiliar a los que han querido romper la unidad territorial violando la Constitución. Una cosa es bordear la delgada línea de la ambigüedad, en la que siempre han nadado las centrales sindicales en Cataluña, y otra distinta coadyuvar en la estrategia separatista. Urge, pues, que los sindicatos dejen de interpretar el papel de tontos útiles del secesionismo.
EL MUNDO 3. Editorial
VERGONZOSA PRESENCIA SINDICAL EN LA MANIFESTACIÓN INDEPENDENTISTA
La manifestación de ayer en Barcelona no fue una marcha por la concordia o para tender puentes sino en defensa de los golpistas y contra la democracia española presentándola como un Estado opresor. El mensaje de UGT y CC OO para justificar su presencia en ella fue favorecer el entendimiento, pero la realidad es que era una iniciativa al servicio de un proyecto de ruptura del orden constitucional. Nada podíamos esperar de JxC, PDeCAT, ERC, CUP, Òmnium y ANC; tampoco de los Podemos catalanes de Colau y Doménech, pero sí de siglas como UGT y CC OO, a los que creíamos actores comprometidos y protagonistas de la vida nacional. La de ayer fue una presencia vergonzante y vergonzosa -escondieron sus banderas y pancartas-, tanto como el respaldo de los líderes nacionales, Unai Sordo y Josep Lluís Álvarez, a prestar siglas plurales para tomar partido a favor del independentismo. Y peor aún fue escuchar a sus dirigentes catalanes asumir como propia la corrosiva chatarra propagandística del separatismo. Ayer quedó claro que las cúpulas de UGT y CC OO en Cataluña no representan el constitucionalismo sino el colaboracionismo con la causa separatista.
LA RAZÓN 3. Editorial
UNA MANIFESTACIÓN QUE NO SACA AL INDEPENDENTISMO DE SU CALLEJÓN SIN SALIDA
Los convocantes de la manifestación de ayer para pedir la libertad de los presos independentistas saben que su demanda no tiene un interlocutor pertinente. Ni el Gobierno de Rajoy ni los jueces del Tribunal Supremo podrían intervenir en ningún Estado de derecho de ninguna democracia europea. Fue, por tanto, una marcha de consumo interno para mantener la unidad independentista que solo pervive ante lo que califican alegremente como una agresión del Estado. Pero no saca al independentismo del callejón sin salida en que se encuentra desde hace meses. Se puede empatizar con los presos preventivos pero nadie puede esperar que la manifestación de ayer altere la situación judicial de los encausados. Los procedimientos judiciales no van a solucionar el problema en el que vive instalado el separatismo desde el 1-O pretendiendo gobernar unas instituciones sin respetar las leyes que las hacen posibles. Mientras persistan en estas actitudes será imposible que este asunto vuelva a la agenda política, de donde nunca debió salir. Y lo más curioso es que esa miopía del independentismo protege también al Gobierno Rajoy de su responsabilidad.
EL PERIÓDICO 8. Editorial
Transversalidades (Ignacio Camacho. ABC 13) CC OO, UGT y Ada Colau presumen de transversalidad, pero sin embargo no estuvieron en las manifestaciones constitucionalistas.
Más que grave (José Mª Marco. LA RAZÓN 11) CC OO y UGT han comprometido su nombre en un acto que no suscita, ni mucho menos, la unanimidad de los catalanes.
Adocenados y ahora desnortados (Julián Cabrera. LA RAZÓN 18) La presencia de CC OO y UGT y CC OO en la manifestación de Barcelona muestra a unas organizaciones agotadas y desnortadas aliándose con los enemigos del Estado de derecho.
No es una mani más (Francesc-Marc Álvaro. LA VANGUARDIA 13) Rajoy, Sánchez y Rivera pueden jugar a menospreciar la manifestación de ayer, pero ni la policía ni los jueces borran a dos millones de personas.
El extrañamiento (Luis Ventoso. ABC 15) La presencia de UGT y CC OO en la manifestación de ayer es un ejemplo más del óxido que va carcomiendo a España, cuyo Gobierno actual no cree que le competa fomentar la idea de pertenencia.
Alemania, obligada a entregar a Puigdemont por rebelión (Enrique Gimbernat. EL MUNDO 16) Lo de los tres magistrados regionales alemanes es una falta de respeto al Tribunal Supremo de España.
¿Es siempre necesario el consenso? (Ignacio Camuñas. ABC 3) El Gobierno debería dirigirse a la Nación y proponer las medidas necesarias para atajar ya esta insoportable situación.
Doblegar al Estado (Santos Juliá. EL PAÍS 13) Lo ocurrido en Cataluña no habría sucedido si los nacionalistas no hubieran tenido durante décadas poder y recursos públicos para organizar la sedición y alzarse contra el Estado.
Aves negras sobre España (Antonio Navalón. EL PAÍS 9) El conflicto catalán amenaza con convertirse en el 23-F de Felipe VI. Pero, a diferencia de su padre, no cuenta con el apoyo unánime en el tema catalán.
La peor defensa (Ferran Caballero. EL MUNDO 2) La querella del Parlament contra el juez Llarena es una muestra más de que cada paso que el independentismo da dentro de la ley refuerza al Estado, a su derecho y a sus instituciones.
Más lejos que nunca (Jordi Juan. LA VANGUARDIA 19) El independentismo continúa teniendo un fuerte apoyo de la sociedad catalana y sería un error seguir pensando que el soufflé acabará bajando.
Amos y fanáticos (Sabino Méndez. LA RAZÓN 2) En Cataluña, algunos califican de gentuza a quienes ven bien la detención de Puigdemont, aunque sea una mayoría de la población.
El milagro alemán (Carmelo Encinas. 20 MINUTOS 21) Por más que diga la ministra de Justicia alemana, Puigdemont nunca habría podido ser ni siquiera alcalde en Alemania porque el independentismo está prohibido.
La internacionalización del procés (Enric Marín. EL PERIÓDICO 4) Tras el 155 y el 21-D, el independentismo necesita ser inteligentemente pragmático, y la legitimidad solo tendrá una fuente: un apoyo social y electoral creciente, sostenido e internacionalmente reconocido.
La noria sigue girando (Argelia Queralt. EL PERIÓDICO 6) Para salir adelante debemos dejar de lado grandilocuencias y sobreactuaciones, repúblicas y tabarnias inexistentes
ESPAÑA NECESITA MENOS POLÍTICOS PROFESIONALES
La controversia del máster de Cifuentes ha llamado la atención pública sobre el currículum de los políticos, su autenticidad y su adecuación para sus cargos. Pero más allá de la falsificación o no de títulos y la práctica de hinchar o inventarse ciertos estudios, es preocupante el déficit laboral de la clase política. En el Gobierno abundan los altos funcionarios cuya larga trayectoria en el sector público contrasta con su escasa o nula experiencia en el privado. Y de los 350 diputados del Congreso solo 126, apenas el 36%, han trabajado en la empresa privada. La mayoría de los representantes del PP y del PSOE no saben lo que es trabajar en el mercado. Sólo Cs, con el 70% de sus miembros procedentes del sector privado, es la excepción que confirma la regla. No haber ejercido otra profesión que la de político explica el denodado empeño de muchos por aferrarse al cargo, aun cuando su posición es ya insostenible. España necesita menos políticos profesionales y más profesionales que quieran ser políticos.
ABC 4. Editorial
Inflación de títulos (Federico Jiménez Losantos. EL MUNDO 2) Atresmedia/La Sexta y Prisa promueven la liquidación de Cifuentes y Casado, estorbos para Soraya, que quiere hueco en Madrid.
Universidad (Almudena Grandes. EL PAÍS 48) En la era de la corrupción sanidad y educación son dos sectores públicos codiciados con ansiedad por los tiburones del capital privado.
La gran batalla por la hegemonía de las derechas (Juan Fernández Miranda. ABC 19) La madre de todas las batallas será en las elecciones andaluzas. El Partido Popular, ofrece síntomas de agotamiento y transmite un estado anímico depresivo.
Chaves, cercado por el escándalo de los ERE (EL MUNDO 3. Editorial) Veremos si, al igual que el resto de los investigados en el caso de los ERE, Chaves también es víctima de un síndrome de amnesia aguda.
Y ADEMÁS…
- Alsasua, el odio que no acaba (ABC 4. Editorial) Se ha discutido si la calificación de los hechos como terrorismo es correcta. Frente a la campaña contra las víctimas vuelve la terrible sensación de que esas víctimas molestan.
- Terrorismo en Alsasua y también en Cataluña (Isabel San Sebastián. ABC 13) Terrorismo es tratar de poner al Estado de rodillas con el uso de la fuerza. Exactamente lo sucedido en Alsasua y también en Cataluña. En manos del Estado está impedir que lo consigan.
- Resistencia incivil ¿no violenta? (Patxo Unzueta. EL PAÍS 18) El terrorismo, como equiparación con actuaciones del tipo kale borroka, ha desatado reacciones indignadas. Que no sean comparables con ETA no convierte en democrática esa forma de acción.
- España se balcaniza (Eduardo Inda. LA RAZÓN 18) Aunque parezca que en España solo hay dos problemas, Cataluña y Cifuentes, no es así. Hay un totum revolutum de marrones que se resumen en un palabro: balcanización
- Timando a Errejón (Rafa Latorre. EL MUNDO 18) En la persecución pablista de Errejón hay constante humillación. Es un arte que Podemos tiene bastante perfeccionado.
- Hacia una sociedad envejecida (LA VANGUARDIA 20. Editorial) La sociedad española debe evaluar si opta por una inmigración masiva o por el fomento de la natalidad.
- Con las Américas (EL PAÍS 12. Editorial) La ausencia de España en la Conferencia de las Américas es consecuencia de la falta de contenido de nuestra acción exterior en la región.
- Un ataque tan obligado como estéril (Miguel Yárnoz. EL PAÍS 3) El castigo ha sido tan leve que el sátrapa sirio estará tentado de nuevo de usar armas químicas, cuya eliminación no ha sido garantizada.
- Algo erróneo en el modo en que vivimos (Joaquín Estefanía. EL PAÍS 48) Esta recuperación trae un modelo en el que el crecimiento y la renta no progresan juntos.
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