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ANDALUCÍA PUEDE ROMPER EL CÍRCULO VICIOSO DEL PSOE

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ANDALUCÍA PUEDE ROMPER EL CÍRCULO VICIOSO DEL PSOE

La encuesta de NCReport para LA RAZÓN sobre intención de voto en las elecciones andaluzas otorga una nueva victoria al PSOE que, sin embargo, podría perder hasta siete escaños y necesitaría de otra fuerza política para gobernar. Además, deja al PP en segundo lugar, también con una merma significativa, seguido de la coalición de extrema izquierda entre Podemos e IU, que ganaría cuatro escaños, y de Cs que ganaría los siete que pierde el PP y quizá dos procedentes de los socialistas. Los datos de Cs revelan, además, el descontento de una parte de sus antiguos votantes con la política de respaldo al Gobierno de Susana Díaz en la última legislatura. Cs Andalucía debería ser capaz de romper las ataduras con el PSOE, cuya gestión arroja uno de los peores balances económicos y sociales de las comunidades autónomas. Sus indicadores nos hablan de profundas desigualdades sociales y territoriales, de una cultura de la subvención alentada desde el poder y de una fiscalidad inmoderada. Pese a ello, el discurso de los socialistas no cambia y quienes denuncian lo evidente es porque desprecian a Andalucía y a sus ciudadanos. Victimismo de libro, que identifica al partido con la comunidad. Sólo las urnas pueden romper este círculo vicioso

LA RAZÓN 3. Editorial

Andalucía consagrará a Ciudadanos (Isabel San Sebastián. ABC 13) Uno de cada cinco andaluces está dispuesto a entender y respaldar lo que significa en política el término bisagra; a saber, un grupo de centro, con un ideario inequívocamente constitucional.

Susana se envuelve en la zeñera (Pedro Narváez. LA RAZÓN 19) Los que no pensamos como Díaz queremos destruir Andalucía, humillarla, apalizarla. Ya no todos los andaluces somos iguales. Está Susana Díaz y su cuadrilla y los demás son el abismo.

SÁNCHEZ BUSCA EL CENTRO EN CATALUÑA

Desde que llegó a La Moncloa, Sánchez se propuso desinflamar la cuestión catalana y normalizar las relaciones con la Generalitat. La desinflamación ha funcionado pero la normalización no se alcanza por las condiciones que sobre los políticos presos pone el Govern. La normalización se limita a las reuniones bilaterales Estado-Generalitat. Mientras, Cataluña se ha convertido en el tema estrella de la campaña en Andalucía, que es un campo de batalla con Cataluña en el centro, con PP y Cs acusando a Sánchez de estar en manos de los independentistas, que, a su vez, le reprochan que se comporta igual que Rajoy. Estas acusaciones cruzadas tienen el mérito para Sánchez de colocarlo en el centro, en una situación de equidistancia que es la que puede reportarle beneficios electorales si se ve obligado a ir a las urnas. El Gobierno considera que no ha llegado el momento de ofrecer a Cataluña soluciones audaces, y por eso no se esperan iniciativas relevantes. El impasse es lógico pero se corre el riesgo de que la situación se complique aún más.

EL PERIÓDICO 6. Editorial

Las madrassas del separatismo catalán (ABC 4. Editorial) El Estado ha consentido una purga del castellano en la escuela catalana. El Gobierno Sánchez va a rematarla con una reforma educativa que dejará definitivamente en manos del nacionalismo la cuestión lingüística.

El indulto es el fin de la democracia (Eduardo Inda. LA RAZÓN 26) Dicen en el Gobierno que el cada vez más previsible indulto a los Junqueras y cía es imposible. Teóricamente tan cierto como que desde el verano nos vienen preparando para esta eventualidad.

HIPOCRESÍA DE SÁNCHEZ EN EL "CASO CALVIÑO"

Si algo está demostrando Pedro Sánchez es su enorme capacidad para decir una cosa y la contraria en función de sus intereses personales y sin avergonzarse lo más mínimo, mostrando un nivel de hipocresía inaceptable en un presidente del Gobierno. El último gran ejemplo de su cínico discurso tiene que ver con que haya dado por zanjada la polémica en torno a la sociedad instrumental que usó su ministra de Economía, Nadia Calviño, para comprarse una casa y pagar menos impuestos. Esta práctica, por muy legal que sea, resulta incompatible con el listón ético marcado por el presidente en 2015, cuando decía que expulsaría del PSOE a todo aquel que utilizase una sociedad para pagar menos impuestos. La respuesta ofrecida por Calviño tampoco se ajusta a las exigencias de claridad exigidas por el presidente y su actuación vulnera los límites morales y políticos que ha impuesto. El apoyo de Sánchez a su ministra demuestra la hipocresía de sus palabras, sobre todo cuando su Gobierno pretende disparar los impuestos a las familias y empresas españolas.

ABC 4. Editorial

El arriesgado tiquitaca de Pedro Sánchez (Berna González Harbour. EL PAÌS 10) Sánchez ha tenido aciertos apreciables y ha traído un aire higiénico de renovación. Pero su juego de tiquitaca, sus vaivenes en grandes asuntos, le ponen en riesgo si no culminan en gol.

Política líquida (José Mª Carrascal. ABC 14) Es inútil empeñarnos en sacar a Pedro Sánchez con qué presupuestos va a gobernar o si indultará a los líderes nacionalistas procesados. No lo conseguirán por una razón muy sencilla: ni él mismo lo sabe. Dependerá de las circunstancias.

El trotamundos (Antonio Martín Beaumont. LA RAZÓN 12) La agenda internacional de Sánchez da escalofríos. Una machacona insistencia como trotamundos que no se debe a las necesidades internacionales sino a su propia inseguridad y a los deseos de reforzar su imagen.

Pedro: jet lag de poder (Raúl del Pozo. EL MUNDO 48) Pedro Sánchez gobierna entre la inestabilidad, el precipicio y el jet lag. Está demostrando que un político, con agallas y audacia, puede hacer mayorías desde la insignificancia parlamentaria.

La ratonera (Cristina Pardo. EL PERIÓDICO 16) Si el Gobierno cree que mantenerse a toda costa es una obligación, tendrá que ceder más y más. Si de verdad quisiera mejorar la vida de todos, Sánchezconvocaría elecciones para ver si los españoles le amplían el margen de maniobra.

EL CAMBIO ENERGÉTICO REQUIERE NEGOCIACIÓN POLÍTICA

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha propuesto un programa de cambio energético que debería constituir el contenido básico de la próxima ley de cambio climático. La ministra y su equipo solo han presentado una relación de objetivos cuya viabilidad solo es posible valorar en función de las políticas aplicadas para conseguirlos. Por sí sola, una definición de objetivos no es una política económica o energética. Es necesario explicar también cómo van a conseguirse, cuánto cuesta alcanzarlos y de qué manera se va a financiar ese coste. Además, y este es un aspecto crucial de cualquier política económica o energética, tiene que ser pactada con el resto de partidos. También es necesario que el Gobierno explique cuáles serían los pasos intermedios. La credibilidad de la propuesta depende de una negociación que acepte un programa de transición energética a largo plazo para sostener la ley de cambio climático, y un plan industrial y financiero que haga posible el nuevo marco.

EL PAÍS 10. Editorial

¿Suecos o paletos? (Julián Cabrera. LA RAZÓN 26) En esa obsesión de ir de avanzados suecos tenemos ahora el borrador de la nueva ley del cambio climático. La comunicación entre el Gobierno y el sector afectado -patronal y sindicatos- no parece haber arrancado bien.

Y ADEMÁS…

  • Por la armonía fiscal en la UE (EL MUNDO 3. Editorial) La UE ha vuelto a retrasar la implantación de la tasa Google hasta 2021, pero el Gobierno Sánchez no parece dispuesto a dar marcha atrás. Se equivocará si no se adaptara a los tiempos de la Unión.
  • Sin fronteras (EL PAÍS 10. Editorial) Schengen ha hecho más libres a los ciudadanos europeos y más conscientes de las ventajas de la UE. Dar marcha atrás, prolongando los controles fronterizos hasta mayo de 2019 por lo menos, no debería ser una opción.
  • Saneamiento necesario en banca (EL ECONOMISTA 3. Editorial) La venta de activos inmobiliarios avanzó mucho en los peores años de la crisis pero a las entidades les conviene continuar reduciendo ese lastre.

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