La Guardia Civil de Tráfico intensificará estos días los controles de alcoholemia en las carreteras gallegas, y de manera especial en las proximidades de zonas de celebración de comidas y cenas navideñas. La Dirección General de Tráfico informa de que en esta campaña especial colaborarán las policías locales para evitar alcoholemias al volante en las zonas urbanas. El dispositivo de vigilancia, que se prolongará hasta el próximo domingo, incluye también la realización de controles de drogas.
Se trata de conseguir que ningún conductor se ponga al volante tras haber consumido importantes cantidades de alcohol. Por eso la Guardia Civil pide la colaboración de amigos y familiares para que alerten a las patrullas si no pueden evitar que esos conductores cojan el coche.
La tasa máxima de alcohol permitida para conducir es 0,25 en la prueba de aire (0,15 para noveles y profesionales. Superar esa tasa, que en algunos casos puede alcanzarse con dos cervezas, es una infracción que está castigada con 500 euros de multa y la pérdida de entre 4 y 6 puntos. La sanción se eleva a 1.000 euros si el conductor supera el doble de la tasa máxima o si ha sido sancionado por alcoholemia en el último año. La infracción se convierte en delito cuando el conductor supera la tasa de 0,60 en la prueba de aire.
También será multado con 1.000 euros el conductor que dé positivo en el test de drogas.