Diario Digital controlado por OJD

La Clave de Cantabria24horas.com

TSIPRAS, LÍDER DE SYRIZA, UN PROBLEMA PARA LA UNIÓN EUROPEA Y LA CANCILLER ALEMANA

Enviar a un amigo

Alexis Tsipras nació en 1974. Justo tres días antes había caído la dictadura militar en Grecia. Y desde el principio apuntaba maneras revolucionarias. Protagonizó un encierro en su instituto para protestar contra una reforma educativa. Tenía 17 años. Eran tiempos en los que Tsipras ya lucía maneras de líder bajo un tupé indescriptible. En este magma de proclamas y reivindicaciones conquistó a otra camarada, Betty Baziana, su mujer, con la que tiene dos hijos.

Viven en Kipseli, un barrio con un alto porcentaje de inmigrantes. Viste camisa y americana sin corbata. Dicen que es habitual verlo por las calles de la capital en moto. Porque ha rechazado el coche oficial. No fuma, algo que en Grecia, donde el humo sigue reinando en muchos sitios, entraña cierta dosis de extravagancia. Es ingeniero civil. Y también el ingeniero de la izquierda que ha logrado cruzar la línea del bipartidismo en Grecia.

Bajo su puño en alto y sus proclamas hay un hombre tranquilo y calculador. Siempre midiendo. Formó parte de Synapismos, donde concurrían comunistas prosoviéticos y europeístas. De esos y otros mimbres nació Syriza en el 2004. Tsipras salió de verdad a la arena en el 2006, año en el que se presentó a la alcaldía de Atenas. Pero se topó con los dos grandes partidos que han dominado la política griega en los últimos cuarenta años. Fue superado por Nueva Democracia y por el Pasok.

Ya como secretario general, en las elecciones parlamentarias del 2012 colocó a Syriza como segunda fuerza del país y dinamitando a los socialistas. «Somos como el Barça, jugamos con fantasía», dijo entonces, aunque también es seguidor del Panathinaikos. Sus rivales le han acusado de abusar de la fantasía en sus propuestas y de apoyar manifestaciones violentas en los días en los que ardía Atenas. En las europeas rompió el tablero electoral al conseguir la primera posición. Fue precisamente para abrir la precampaña de estos comicios cuando Tsipras acudió a un mitin de AGE en Santiago, donde gritó, en gallego: «¡É a hora do pobo!».

Últimas claves: