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EL BIPARTIDISMO, ¿HA MUERTO O ESTÁ EN LA UVI?

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Susana Díaz le ha salido bien el adelanto electoral. La actual presidenta de la Junta ha ganado y lo ha hecho de forma más clara de lo que vaticinaban algunos sondeos. Con más del 90% de los votos escrutados, el PSOE aguanta el terremoto que podía suponer la irrupción de nuevas fuerzas y repite el mismo resultado que en 2012 en número de escaños (47) aunque baja un poco en porcentaje (en torno al 36%) al repartirse mucho más el pastel. Los socialistas se quedan lejos de la mayoría absoluta, que está en 55, lo que les obliga a establecer algún tipo de acuerdo. Sin embargo, el PSOE es el único partido con capacidad de gobernar Andalucía tras 33 años de hacerlo de forma ininterrumpida.

La jornada electoral de hoy también trae dos titulares más. El primero es la estrepitosa caída del PP (pierde hasta 17 diputados) y el segundo, previsto en los sondeos, es que Podemos y Ciudadanos irrumpen en el Parlamento, con una especial fuerza en el caso del partido morado. El peor parado es el PP que pasa de lograr la victoria total en votos y escaños en 2012 a hundirse hasta los 33 representantes con solo algo más de un 26% de los votos. Y, en contraste, Podemos confirma su irrupción como tercera gran fuerza en España. El partido que encabeza la joven Teresa Rodríguez logra más del 14% de los votos y 15 diputados. Otra irrupción en el Parlamento andaluz es Ciudadanos, que alcanza más del 9% de los votos y 9 escaños. Finalmente, IU se hunde respecto a los resultados de 2012 y se queda en alrededor del 6% de los sufragios y 5 representantes en la cámara andaluza.

El Parlamento de Andalucía está conformado por 109 diputados de las ocho circunscripciones electorales, cuya distribución es la siguiente: Almería (12); Cádiz (15); Córdoba (12); Granada (13); Huelva (11); Jaén (11); Málaga (17) y Sevilla (18). El Parlamento saliente, elegido en 2012, está conformado por tres formaciones. El PP fue el partido más votado, ya que logró el 40,67% de los sufragios y 50 diputados. Muy cerca quedaron los socialistas, que por primera vez perdían las elecciones tras más de treinta años ganándolas ininterrumpidamente. Obtuvieron el 39,6% de los votos y 47 escaños. Finalmente, IU aumentó su representación con 12 diputados y más del 11% de los votos emitidos. Pese a la victoria de los populares, el pacto postelectoral entre PSOE e IU permitió a Susana Díaz gobernar la Junta.

La lluvia y la incertidumbre sobre los resultados han marcado la jornada de votación de las décimas elecciones andaluzas, a las que estaban convocados un total de 6.496.685 electores en los 3.835 colegios y 9.873 mesas electorales. A lo largo del día, las distintas informaciones de la Junta han confirmado un significativo aumento de la participación respecto a 2012, aunque lejos de la de 2008. A las 14 horas, la participación subía 4 puntos y medio respecto a la de los anteriores comicios. Y a las 18 horas, la tendencia se confirmaba aunque el incremento se situaba a algo más de tres puntos. Si a esa misma hora, la participación en 2012 fue del 47,21%, hoy ha ascendido al 50,63%.

¡HA MUERTO EL BIPARTIDISMO?

Los resultados de ayer no aclaran en absoluto el panorama político de cara a las elecciones generales. El PP sufre un fuerte correctivo que permite descartar casi totalmente una mayoría absoluta en Madrid, pero Andalucía no certifica el fin del bipartidismo, como se pronosticaba, y todas las posibilidades permanecen abiertas con un esquema de bipartidismo imperfecto. Podemos hace mucho daño al PSOE y Ciudadanos al PP, pero están todavía lejos de alcanzarlos. Lo que sí harán estos resultados es condicionar las estrategias de cada partido de cara a las generales.

PP: Fracaso, no desplome

Rajoy no se moverá. El resultado del PP es un fracaso sin paliativos si se tiene en cuenta que hace tres años ganó las elecciones y obtuvo 50 diputados. Está en el límite de la debacle, pero no llega a serlo. Lo que más temía Rajoy era un desplome total de su partido, como pronosticaban algunos, y eso no se ha producido. El PP está lejos de padecer un efecto similar al del Pasok en Grecia, donde pasó de ganar por mayoría absoluta en el 2009 a ser una fuerza casi testimonial en el 2015 con el 4,15 % de los votos. Y resiste también mejor que, por ejemplo, el socialista François Hollande en Francia, que ganó hace tres años y cuyo partido se quedó ayer como tercera fuerza, detrás de la UMP de Sarkozy y del Frente Nacional. Un derrumbe de ese estilo habría obligado a Rajoy a mover fichas de aquí a las generales, con cambios en el Gobierno. Aunque sus críticos en el PP tratarán de pasarle factura, el análisis del presidente es el de que los ciudadanos le dan un correctivo que puede repetirse en las municipales, pero que en las generales, con la economía a favor, es posible recuperarse y volver a ganar los comicios.

PSOE: triunfo de Díaz

Díaz se confirma como la gran esperanza del PSOE. Susana Díaz consigue un éxito personal, ya que planteó la campaña en clave personalista, reduciendo la participación de Pedro Sánchez a dos mítines. Aguanta en un escenario mucho más complicado que hace tres años, con el surgimiento de dos nuevas fuerzas. Díaz adelantó las elecciones para dar más estabilidad a su Gobierno y coger a contrapié a Podemos, que aún no tiene estructuras sólidas en Andalucía; y al PP, cuyo candidato, Juanma Moreno Bonilla, era desconocido por más del 40% de los ciudadanos antes de la campaña. El primer objetivo no lo ha logrado plenamente, aunque todo indica que podrá gobernar en minoría o buscar un acuerdo estable con Ciudadanos. En cuanto al segundo, la jugada le ha salido redonda, ha frenado a Podemos y propinado un varapalo no solo a Moreno Bonilla, sino especialmente a Rajoy, que se implicó mucho en la campaña. Con este triunfo se revalida en las urnas, ya que accedió a la presidencia tras la dimisión de Griñán, y se confirma como la gran esperanza blanca para liderar el PSOE en un futuro próximo. Si Sánchez fracasa en las generales, podrá presentarse como la gran alternativa. Las primarias de julio le llegan demasiado pronto.

Podemos: éxito agridulce

Dudas sobre la estrategia. El resultado de Podemos es extraordinario, convirtiéndose en tercera fuerza en su primera cita electoral en un Parlamento español y con poco más de un año de existencia. Su problema es que las expectativas que ellos mismos habían creado al asegurar que aspiran a ganar las elecciones y gobernar en España son tan altas que ahora se rebaja notablemente esa ambición. De cara al futuro, en Podemos pueden empezar a cuestionarse las tesis de Pablo Iglesias, que ha tenido muy controlada esta campaña andaluza para mantener el discurso moderado frente a los sectores críticos del partido y de la propia candidata, Teresa Rodríguez, que ponían en duda su estrategia de buscar un voto transversal sin identificarse claramente con la izquierda y ocultando sus propuestas más radicales.

Ciudadanos: adiós a UPyD

Rivera asalta el cuarto puesto. La formación que lidera Albert Rivera supera con un gran éxito su salto a la política nacional. Ha logrado engullir a UPyD, que compite -con algunos matices- por el mismo electorado de centro, y morder de forma significativa en el del PP. Incluso podría formar Gobierno con el PSOE, aunque no le interesa lo más mínimo de cara a las próximas citas electorales. A partir de aquí su objetivo factible es seguir creciendo en las autonómicas y municipales de mayo; en las catalanas de septiembre, en las que puede dar la gran sorpresa, y en las generales. Rivera deberá elegir si opta a la presidencia de Cataluña o saltar definitivamente en la política nacional.

Izquierda unida

Pésimas perspectivas de futuro. Se confirma el desastre de IU, que no ha podido resistir el ascenso de Podemos en la comunidad donde es más fuerte, lo que complica mucho su futuro. Este pésimo resultado podría aumentar las fugas a la formación de Pablo Iglesias, que logra la hegemonía a la izquierda del PSOE.

Los populares podrían perder hasta 66 escaños en las elecciones generales

El resultado de ayer no se puede extrapolar directamente a las elecciones generales porque los ciudadanos no votan en la misma clave en unos comicios que afectan a su comunidad, que cuando el ámbito es nacional. Además, Andalucía es la autonomía en la que históricamente el PSOE obtiene mejores resultados.

Sin embargo, trasladando los resultados de ayer provincia a provincia a unas elecciones generales, sí queda claro que el PP perdería un buen número de diputados. En las generales del 2011, los populares consiguieron en Andalucía 33 escaños y con los resultados de ayer se quedarían en 21. Una pérdida de 12 escaños que supondría dejarse el 36 % de las actas que lograron en el 2011. Si en las próximas generales, los populares perdieran ese porcentaje de escaños en toda España, pasarían de los 186 que tienen actualmente a disponer de 120, perdiendo 66.

El PSOE obtendría con las cifras de ayer los mismos 25 escaños que logró en Andalucía en el 2011. Por tanto, de repetirse ese esquema en toda España se quedaría con los 110 que tiene en el Congreso.



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