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La previsión de Gobierno español sobre el crecimiento del producto interior bruto (PIB) para el 2015 era del 2,4% hasta ahora. No se cumplirá si se da como buena la nueva previsión que ayer realizó el Banco de España en su boletín económico de marzo. La nueva cifra de crecimiento de la economía en un 2,8% -ocho décimas por encima de la que pronosticó el propio organismo en diciembre- es consecuencia de una evolución trimestral del 0,8% registrado entre enero y marzo de este año, lo que establece la evolución de la actividad económica española e un ritmo más acelerado que el del conjunto de la zona euro.

Destaca el Banco de España (BdE) que esa dinámica favorable responde a patrones similares a los que produjeron en el 2014, aunque en el presente año intervienen factores diferentes y novedosos: «La mejoría de las condiciones financieras ya observadas en trimestres anteriores». Ese cambio es consecuencia del anuncio en enero de la ampliación del programa de compra de activos del Eurosistema iniciada por el Banco Central Europeo (BCE). Además, considera el informe, las dificultades en las negociaciones con el nuevo Gobierno heleno para la prórroga de asistencia financiera a Grecia están teniendo «un impacto limitado sobre los mercados financieros de nuestro país».

Se refiere el organismo supervisor a que la mejoría de las condiciones de financiación en los mercados mayoristas se ha trasladado a los costes de los nuevos créditos concedidos a los hogares y empresas, «que han descendido prácticamente en todos los segmentos».

Sin duda, la mejora de la demanda interna ha tenido mucho que ver con el avance registrado en el primer cuarto del 2015. «El consumo de los hogares prolongó el tono expansivo que había mostrado en los meses finales del 2014», destaca el informe, mientras que la inversión residencial mantuvo un perfil de moderada recuperación, completando cuatro trimestres consecutivos de avances. El Banco de España pone de manifiesto igualmente la rebaja del IRPF aprobada por el Gobierno como otro de los factores que han favorecido la buena dinámica económica. En este sentido, afirma que el gasto de los hogares se ha visto impulsado por el incremento de la capacidad de compra debida al «descenso en la carga tributaria tras la reforma impositiva que entró en vigor al inicio del año». Agrega la disminución de precios y el abono de una parte de la paga extra de los funcionarios suprimida en diciembre del 2012 como factores suplementarios que animaron la demanda interna.

La inversión empresarial se señala como otro de los factores que han contribuido al crecimiento. Por contra, se señala que la demanda exterior, principal motor de la economía española durante el pasado ejercicio, «tuvo una aportación muy reducida o incluso levemente negativa al crecimiento». Aún así, el informe destaca que aunque la información disponible es todavía incompleta, cabe esperar un fortalecimiento de las exportaciones sustentado en una mejor evolución de los mercados exteriores y en la depreciación de los tipos de cambio del euro.

MENOR DIFERENCIAL

Los datos del exterior ponen de manifiesto que la actividad en las primeras economías avanzadas ha registrado una evolución relativamente favorable, y se ha registrado una disminución del diferencial de crecimiento entre países, La evolución de la economía de EEUU registró una ligera ralentización, así como las economías emergentes, y en Japón y Europa la recuperación ha ganado tracción.