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El caso Fraile y Blanco: preguntas que hay que contestar

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HOY, 26 DE NOVIEMBRE, sigue en el punto de mira la operación liderada por la agencia de publicidad oficial (de las áreas de gobierno del PSOE) sobre el plan éolico, una iniciativa que rasca de las empresas, en plena situaciòn de crisis, varias decenas de miles de euros para beneficio no se sabe quien, pero desde luego no de los ciudadanos. El asunto será llevado al Parlamento por el PP, partido que también tuvo en su tiempo su agencia de publicidad oficial y que de la intensidad con que ejerza la oposición en este asunto, se comprobará si la trama llega hasta el propio Ignacio Diego, mentor en su tiempo de alcalde de El Astillero de Fraile.

En todo caso, esta trama o ventajismo descarado que ha tenido la agencia Fraile y Blanco debiera investigarse, creándose una comisión parlamentaria o, de inmediato, que el PP presente una pregunta oral o escrita sobre algo tan sencillo como datos sobre la facturación que ha realizado Fraile y Blanco para todas las consejerías del PSOE (y ojo, para todas las empresas públicas), desde que comenzó a ser el rey de la publicidad del partido que lidera, cada día más a la baja, Dolores Gorostiaga.

En fin, el asunto está en el punto de mira de una parte de la sociedad -la que opina y está al corriente de estas polémicas- la promoción de las supuestas bondades de la energía eólica que se viene realizando a través de un impuesto a las empresas (sí, es un impuesto porque el PSOE que está detrás del asunto conoce las intenciones de la campaña desde el primer momento), y por medio de una agencia publicitaria muy cercana a Gorostiaga-Agudo que vuelca sus contenidos en El Diario Montañés. En principio, se pueden obtener estas reflexiones:

1. La referida agencia está en todas las salsas de las consejerías del PSOE. Si el PP tenía su agencia, los socialistas crearon la suya a través de Fraile, en su día estrecho colaborador de Ignacio Diego (PP). Es decir, no se respetan los mínimos que tienen que presentar las adjudicaciones de dienro público, hecho que abre todas las sospechas del mundo.

2. El PSOE calla y habla Sota, consejero de Industria y dice que el concurso de lo eólico es "inmaculado". Su declaración es un cambio de tercio, ya que nadie ha puesto en duda o ha cuestionado el concurso. Lo que está en cuestión es que ante las mismas narices de la representación del PSOE en el Gobierno se realicen estos negocios que aportan importantes beneficios a la agencia de propaganda que, según se dice, se comenta desde hace dos años, es la oficial de Gorostiaga-Agudo, impuesta al resto de consejerías del Partido Socialista (Industria, Sanidad y Educación). Addenda: afirma el consejero que no se han abierto las plicas de lo eólico. Si es así, ¿cómo se posible que se venga anunciando que se adjudicarán los megawatios en enero o febrero?. Este asunto llevará el mismo camino -al tiempo- que el de la adjudicación de las televisiones digitales. La falta de gestión y de cumplir con los compromisos, lleva a este Gobierno a una ineficacia que comienza a calar en la calle. Además, ¿consentirá el PRC que se adjudiquen las potencias a sólo unos meses de las elecciones de 2011?. Esta es otra incógnita.

3. Se dice, se comenta que el PSOE está en esta y otras corruptelas desde su posición en el Gobierno. ¿Son conscientes sus socios regionalistas que situaciones como la de Fraile y Blanco les afectan, igualmente, de lleno?. La lluvia fina que está cayendo puede tener influencia en los resultados electorales. Y queda año y medio, es decir, que todavóa hay mucha tela que cortar y mucho escándalo que puede aparecer.

4. La polémica abierta por Alerta, toca igualmente a El Diario Montañés, que pierde en credibilidad informativa en lo que respecta a lo eólico. Los grupos contestatarios a este plan y su impacto, tienen el terreno abonado para, desde este momento, cuestionar cualquier información positiva sobre lo eólico y tienen el camino sembrado para convocar una manifestación, que El Diario tendría difícil no dar la relevancia que pudiera merecer. Y,

5. Es sonrojante la afirmación del PP en el sentido de que habían "escuchado" quejas de las empresas licitantes. ¿Ahí se queda la oposición?. Su deber, si escucharon quejas, debió pasar por investigarlas y llevarlas al Parlamento. Pero el sistema en Cantabria está cambiado: a veces las cosas se conocen y alcanzan dimensiones de escándalo por intereses económicos y luchas de grupos. El PP en este caso estuvo callado, sin cumplir sus obligaciones, quizás por que como se dice, se comenta, algunas claves entre Ignacio Diego y Fraile y Blanco siguen funcionando (o activadas). O sea, negocio para todos.

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