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TREINTA AÑOS DE CÁRCEL POR UN ASESINATO QUE NO COMETIÓ, SALE DE LA CÁRCEL Y MUERE DE CÁNCER

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Dramático y triste caso en Luisiana, Estados Unidos. Un hombre que fue liberado el año pasado tras pasar 30 años en el corredor de la muerte por un asesinato que no cometió ha muerto este lunes por un cáncer en su casa de Nueva Orleans.

Tan solo 16 meses después de ganarse la libertad y ser revocada su condena, Glenn Ford, de 65 años, falleció por un cáncer de pulmón rodeado por una organización de ayuda a los preses liberados.

Ford es un hombre negro que fue condenado a prisión por un jurado exclusivamente blanco en 1983 acusado de haber robado en una joyería y posteriormente haber asesinado a Isadore Rozeman, un fabricante de relojes de 56 años.

VIDA PERDIDA

Ford pasó gran parte de su confinamiento en prisión en solitario, pasando 23 horas diarias encerrado en la celda. “No puedo volver atrás y hacer las cosas que habría hecho con 35, 38 o 40 años”, lamentó al salir de la cárcel.

En 2013, nuevas evidencias sobre el caso llevaron a los defensores a pedir la absolución de Ford y su condena a pena de muerte, asegurando que nueva información revelaba que Ford no estuvo presente ni participó en el crimen.

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