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CON ONCE MUERTOS, SE AVIVA EL DEBATE SOBRE LOS FESTEJOS TAURINOS

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Un hombre de entre 45 y 50 años ha muerto a consecuencia de la cogida que sufrió durante los festejos de "bous al carrer" (toros en la calle) en la localidad castellonense de Borriol. El suceso se produjo en la tarde del sábado y tras el fallecimiento del hombre, que no era natural de la localidad, pero residía en ella desde hacía algún tiempo, el consistorio decidió suspender el resto de festejos del día, enmarcados en las fiestas patronales de la localidad. Se trata de la undécima víctima mortal que desde el pasado mes de junio han dejado este tipo de festejos por toda la geografía española y que están avivando el debate sobre la idoneidad de celebrarlos al que se unen los motivos que arguyen los animalistas.

Son once víctimas pero tras el del hombre de Borriol pudieron ser doce: una  mujer de 55 años resultó herida en la pierna por asta de toro en el municipio de Alcàsser (Valencia) durante la noche del sábado y otro joven de 17 años fue herido esta madrugada por asta de toro en los mismos festejos.

El repunte de fallecidos, cuatro el fin de semana del puente de la Asunción, ha reabierto en España el debate sobre la seguridad en este tipo de festejos, desarrollados muchas veces en un contexto de fiesta en el que, junto a los toros, el alcohol también es protagonista. Pero lo cierto es que cada verano los encierros y otros festejos taurinos que muchas localidades españolas celebran durante sus fiestas patronales dan lugar a una luctuosa crónica de sucesos que crece paralela a las celebraciones y que este año está adquiriendo especial dramatismo.

Si echamos la vista a los últimos quince años, se contabilizan alrededor de setenta, tres mujeres y el resto hombres. 2015 iguala la cifra de fallecidos en 2009, cuando murieron diez personas, el de mayor número de muertos en estos festejos, pero la tragedia se repite puntual cada año. En 2012 fallecieron ocho personas; en 2010 y 2011, siete; en 2007, cinco.

El pasado año, con un fallecimiento, registró el menor número de los últimos quince, en una lista que completan los dos muertos en 2000, 2002, 205 y 2006, los tres de 2001, 2003, 2004, 2008 y los cuatro de 2014.

La primera de las víctimas de este año llegó el 24 de junio, cuando un hombre de 43 años, vecino de Moraleja (Cáceres), falleció tras recibir varias cornadas durante la lidia tradicional del toro de San Juan en el marco los Sanjuanes de Coria. Al día siguiente corría la misma suerte un vecino de L´Ampolla  (Tarragona) que había resultado herido el 22 de junio durante la celebración de un toro embolado durante la fiesta mayor de Sant Joan del municipio.

El 5 de julio un hombre de 54 años perdió la vida al recibir una cornada en los festejos taurinos de las fiestas de Sant Pere  que se celebran en el barrio del Grau, en Castellón. El 14 de julio un turista francés de 44 años perdió la vida tras ser corneado por un toro durante los espectáculos taurinos en Pedreguer  (Alicante).

El 3 de agosto, un anciano falleció en la localidad alicantina de Gata de Gorgos.  El hombre --un vecino octogenario de la localidad-- asistía al festejo con las reses, incluido en el programa de las fiestas en honor del Santísimo Cristo del Calvario, y, al parecer, aunque se encontraba dentro de una estructura de protección, uno de los animales introdujo la cabeza en el interior y corneó a la víctima, que acabó falleciendo. 

El 9 de agosto falleció otro hombre, de 32 años, tras ser corneado en el cuello en un encierro en Villaseca de la Sagra  (Toledo). La víctima grababa con su teléfono móvil y no se percató de que el animal se acercaba. El 14 de agosto perdieron la vida dos hombres, uno de 32 años en la localidad de Museros (Valencia) al ser corneado por un toro durante los festejos del "bou al carrer" (versión de los encierros taurinos) y otro de 55 años que fue corneado el día anterior en un encierro en Blanca (Murcia).

El 15 de agosto murió en Peñafiel (Valladolid) otro hombre, de 36 años, José Alberto Peñas López, concejal del pueblo vallisoltano de Traspinedo, cuando participaba en un encierro. Al día siguiente murió en Lerín (Navarra) un joven de Calahorra tras ser corneado durante una suelta de vaquillas en las fiestas patronales de la localidad.

La víctima mortal de este domingo en Borriol ha vuelto a encender los de los detractores de estos festejos y de hecho la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) y la Plataforma Antitaurina del País Valencià ya han pedido al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la suspensión de espectáculos taurinos como los "bous al carrer" tras las seis muertes registradas este verano en esta modalidad de encierro.

En sendos escritos, ambas entidades reclaman al jefe del Consell la desaparición de este espectáculo. Desde ANPBA, que remitió una solicitud de reforma del reglamento de "bous al carrer" y de la Ley de Señas de Identidad del Pueblo Valenciano para aumentar la protección animal, mantienen que los "bous al carrer" "son una fuente de heridos y muertos humanos, y de maltrato y muerte de animales".

Para la asociación, "la muerte de seis personas en lo que va de verano en la Comunitat Valenciana y los constantes y abundantes heridos, así como el maltrato y muerte de animales que es consustancial a los "bous al carrer", son razones más que suficientes, en una sociedad avanzada y civilizada, para que estos espectáculos desaparezcan".

En su escrito a Puig, al que adjuntaban un informe y petición de reforma de ambas normas "fundamentando dicha solicitud en argumentos de índole jurídica, etológica y filosófica", ANPBA pide que "se eliminen, de entrada, las modalidades más traumáticas y que constituyen un maltrato intrínseco a los animales, como el "bou embolat" o toro de fuego, el "bou amb corda" o toro ensogado y el "bou a la mar"".

Además, ha solicitado la realización obligatoria de autopsias por veterinarios oficiales y con cargo al organizador del festejo, a causa de las "frecuentes ocasiones en que toros mueren en extrañas o inexplicables" circunstancia, a fin de que no queden impunes aquellas muertes que pudieran deberse a presuntos malos tratos y crueldad".



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