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1 DE OCTUBRE, FECHA DECISIVA CON LA REUNIÓN DEL COMITÉ FEDERAL DEL PSOE

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Pedro Sánchez ha convocado una reunión del comité federal del PSOE para el próximo primero de octubre, esto es, el primer sábado después de las elecciones en Galicia y Euskadi del próximo domingo. Sobre el papel, no habría nada nuevo bajo el sol, ya que es costumbre concertar una cita del máximo órgano del partido entre congresos después de cualquier proceso electoral. Pero en la actual situación del PSOE, que muchos consideran “insostenible”, la convocatoria se ha rodeado de una gran expectación en cuanto la ha confirmado Ferraz.

Había dudas, no obstante, sobre la conveniencia de reunir al comité federal del PSOE justo después de las elecciones del 25S o posponer la cita hasta que las aguas se calmaran, en función de cuál sea el resultado de los comicios en Galicia y Euskadi. Pese a la ofensiva interna que los críticos de Pedro Sánchez quieren desencadenar, vinculando el debate sobre el liderazgo en el partido con el de la gobernabilidad de España, el líder del PSOE se siente en todo caso confiado en poder defender su posición inamovible en el rechazo a la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, o de cualquier otro improbable candidato del PP.

Cuchillos afilados El equipo de Sánchez espera una ofensiva de los adversarios internos; los críticos temen que el líder juegue la carta de la consulta a la militancia

En el equipo de Sánchez no descartan por completo que sus adversarios internos, acaudillados por la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, no intenten acorralarle de alguna manera o cuestionar su liderazgo, con el objetivo añadido de desbloquear la gobernabilidad del país. Pero también están confiados en su fortaleza, basada en el rechazo de la militancia socialista a facilitar la investidura de Rajoy. Los asesores de Sánchez también saben que los críticos ni siquiera pueden verbalizar en público sus intenciones, que aseguran que son derrocar al líder del PSOE para que el líder del PP siga en la Moncloa, algo “indefendible” ante los militantes socialistas.

Los resultados en Galicia y Euskadi, claves

En el equipo de Sánchez, en todo caso, defienden que “lo importante es que se debata”. Tratan de neutralizar también así las acusaciones que ha recibido el líder del PSOE por su falta de diálogo y comunicación con la gran mayoría de los presidentes autonómicos socialistas en los últimos meses.

Que esta nueva cita del comité federal del PSOE sea más o menos tormentosa para Pedro Sánchez dependerá por tanto, en primer lugar, del resultado de las elecciones en Galicia y Euskadi. En estos dos territorios pintan bastos para el PSOE, según acreditan todas las encuestas. Pero en el equipo de Sánchez hay esperanzas de poder volver a remontar las encuestas y en poder, así, salvar los muebles. Por ejemplo, si Alberto Núñez Feijóo pierde su mayoría absoluta y, con ella, el gobierno de la Xunta de Galicia. O, al menos, si el PSOE logra quedar como segunda fuerza política, por delante en todo caso de En Marea. Los críticos de Sánchez, no obstante, ya tienen vaticinada una jornada electoral muy negra, en la que Feijóo podría reforzar su mayoría absoluta y además sufrir el sorpasso de En Marea, mientras en Euskadi podrían quedar como cuarta fuerza política y quizá relegados a la irrelevancia más absoluta.

A la espera del 25S Los próximos al secretario general confían en salvar los muebles si Feijóo no logra la mayoría absoluta o si no hay ‘sorpasso’ en Galicia

Pero los críticos también están con la mosca detrás de la oreja, porque tampoco descartan alguna maniobra de Sánchez para blindarse en su posición. Siempre le quedará, temen, la “bala de plata” de una nueva consulta a la militancia, como ya hizo en la legislatura anterior para intentar romper el cerco al que le quisieron someter los presidentes y líderes territoriales críticos. Y muchos admiten no tener ninguna pista sobre las intenciones del líder del PSOE, mientras que la mayoría de los movimientos de sus adversarios internos son publicitados antes incluso de que se decidan.

Así las cosas, el comité federal del PSOE del próximo 1 de octubre concentrará la atención de todos. Y generará, como es norma, enormes expectativas. Aunque, como también suele ser tradición en el PSOE, muchas de ellas se podrían acabar disolviendo como un azucarillo.

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