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EMPRESARIOS Y SINDICATOS: BAJAS DE ENFERMEDAD Y SINIESTRALIDAD LABORAL

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Los empresarios han vuelto a poner sobre la mesa de la negociación colectiva una vieja reivindicación, que las mutuas tengan la competencia de dar el alta en las bajas por enfermedad común, con el argumento de que ha habido un repunte del absentismo laboral en los primeros compases de la recuperación de la economía. La propuesta que las patronales CEOE y CEPYME han presentado a los sindicatos en el marco de la negociación colectiva, tiene una novedad: quiere poner la lupa sobre las bajas médicas por enfermedades traumatológicas.

La petición de que las mutuas controlen las enfermedades de los asalariados en cuanto a la concesión de altas y de bajas la propuso la CEOE hace cinco años cuando el Gobierno del PP aprobó su reforma laboral. No tuvo éxito. La oposición sindical, política y social pesó en la decisión del Ejecutivo. Además de recortar los salarios y facilitar el despido, no era muy presentable recortar también las prestaciones por enfermedad. Pero sí lo hizo el Gobierno con los empleados públicos desde el primer día de baja, un modelo que la patronal propone ahora trasladar al sector privado donde los trabajadores están protegidos por la mayoría de convenios colectivos. Es la cara oculta de su acercamiento a las propuestas sindicales de que aumenten los salarios hasta un 2%.  

EN LA MEDIA EUROPEA

Un argumento utilizado entonces por los empresarios fue que en España se perdía más tiempo de trabajo que en otros países de la Unión Europea (UE), dato que desmienten la mayoría de las encuestas manejadas por los expertos, como la OIT que no considera absentismo la baja por enfermedad.

Un estudio de la consultora internacional Ayming señala que España está por encima de la media europea (79% frente a 72%) en presencia de los trabajadores en su puesto, aunque destaca que cada país tiene una legislación diferente que marca las causas del absentismo. Por ejemplo, en Italia se considera ausencia del trabajo los cursos de formación.

La patronal defiende que las mutuas den las altas en razón de que ha aumentado el gasto por la incapacidad temporal (IT). Pero al mismo tiempo reclaman que se les reduzcan las cotizaciones por enfermedad del trabajador, con lo que los ingresos al sistema de protección también se verían afectados a la baja. 

Con esta propuesta "queremos acordar mecanismos que nos permitan analizar las causas del absentismo laboral para reducirlo", explica Jordi García Viña, director del departamento de Relaciones Laborales de la CEOE. Esta organización quiere evitar lo que, a su juicio, es un uso abusivo de las bajas por enfermedad común y analizar los supuestos en los que no aparece especificada la causa de la incapacidad laboral. Tiene la sospecha, aunque no contrastada con datos, de que han aumentado las bajas en el sector público "con un componente que no es de enfermedad", explica García Viña.

"Vista la intención, será difícil el acuerdo", afirma Pedro Linares, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO. "En el marco de la negociación de un convenio colectivo, quizá se puedan revisar algunos aspectos de la IT. Pero otra cosa es generalizarla para todo el mundo en un acuerdo marco", subraya.

Ambas partes coinciden en que el miedo de los trabajadores a perder el empleo y el recorte de la prestación por enfermedad que trajo la reforma laboral y las medidas de ajuste presupuestario influyeron en una reducción apreciable de las bajas. También reconocen que con las primeras mejoras de la economía han aumentado las ausencias al trabajo por enfermedad común.

Los datos que maneja CCOO indican que el 80% de las bajas duran menos de siete días, tiempo que los médicos calculan para que una gripe no se convierta en epidemia por contagio a los compañeros si el trabajador vuelve antes a su puesto.

Un estudio de la patronal de mutuas, AMAT, señala que en el 2016 el coste por trabajador por la IT se incrementó el 8,95% de media, por encima del crecimiento de la economía y de los salarios. El coste para las empresas se estima en 5.498 millones de euros.

"También los accidentes laborales se han incrementado más que la productividad", apostilla Linares. "Las empresas no invierten en prevención y hablan de forma interesada de absentismo», dice un comunicado de UGT.

Los datos de la Seguridad Social corroboran el aumento. Según la ejecución presupuestaria del 2016, conocida a finales de febrero, el gasto del sistema por incapacidad temporal alcanzó el año pasado 6.839 millones de euros (se incluye el sector público), el 11,22% más que en el 2015, pero no se aclaran las causas de este repunte.

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