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RAJOY HABLA DE LA CRISIS DEL PP CÁNTABRO EN PRESENCIA DE BURUAGA

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POR FIN, EL PRESIDENTE RAJOY habló de la crisis en el PP de Cantabria (aludiendo a los territorios en los que la división frontal está aflorando por disputas en congresos), en presencia entre los asistentes al comité nacional de los populares de María José Sáenz de Buruaga. El tiempo apremia y Rajoy, con sus palabras, trata de evitar que la ruptura sea inevitable y, por tanto, que el PP cántabro entre en una crisis de la que tardaría varias legislaturas en recuperarse. Cuando habló Rajoy, seguro que le habían pasado una nota sobre la declaración en petición de dimisión que plantean los cargos que no aceptan a Buruaga.

Por otra parte, Rajoy sabe que nueve de los trece diputados del PP en el Parlamento de Cantabria (incluida Buruaga) no aceptan a la presidenta como portavoz, que aunque ganó por 4 votos en compromisarios después de un más que evidente "pucherazo", en votos de militantes la derrota de Buruaga alcanzó casi los doscientos votos.  

En política, hay un dicho que señala que "resistir es vencer". Quienes no aceptan a Buruaga están demostrando capacidad de resistencia -la fuerza que da la razón-, a lo que hay que sumar que el tiempo corre a su favor, ya que una división tan abierta como la existente es lo que Rajoy aventura como una derrota segunda en las urnas. 

Así las  cosas, si la dirección de Buruaga toma acciones radicales contra diputados y otros cargos que rechazan su mando, se estará distanciado del discurso conciliador de Rajoy, demostrando con ello su interés por el poder personal, que no por el futuro del partido. El sentido común dice -tras escuchar a Rajoy- que la solución está en buscar puentes para el entendimiento que pasan -lo que resulta innegociable para los que rechazan a Buruaga- en la formación de una gestora y la convocatoria de un congreso que siente las bases de una pacificación. Rajoy que es gallego, sabía de lo que decía, como que entre los oyentes se encontraba Sáenz de Buruaga. Pudo decir -pero no lo dijo-frases grandilocuentes de democracia, mayorías, etcétera. Pero fue prudente y con su prudencia castigó a Buruaga.   

Al parecer, este martes se reúne el comité ejecutivo del PP de Cantabria cuyas decisiones, por el momento, han fracasado, como la advertencia a los diputados de que eligieran a Buruaga como portavoz parlamentario. Con seguridad, el numeroso grupo de directivos que nada tienen que perder -porque nada ganaron por propios méritos-  pedirán cabezas y que el peso de las sanciones caigan sobre quienes solo piden que se esclarezca el desarrollo del congreso y se castigue a los responsables del pucherazo. En este sentido, la última "perla" conocida retrata a quien hizo la propuesta, nada menos que Buruaga: hay que nombrar un abogado para defender a "Miguelín", el militante que con una pensión de las más bajas, pagó desde su cuenta nada menos que diez mil euros de 495 militantes de Laredo.  

La cabeza fría y "gallega" de Rajoy pide, por el contrario, serenidad y tomas medidas que favorezcan la integración, aunque este término sea insuficiente para buscar soluciones si no pasan por una gestora y un nuevo congreso. Hasta ahora, la crisis en el PP cántabro está siendo administrada con graves errores por parte de Buruaga y sus fieles, que crispados amenazan a quienes no secundan sus exigencias. Veremos si siguen por ese camino o cambian hacia posturas que como dice Rajoy apoyen la integración. Pensando en elecciones -que pudieran estar próximas- parece la medida más adecuada.   

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