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EL CARNET SOCIALISTA DE CORCUERA

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JOSÉ LUIS CORCUERA se ha dado de baja en el PSOE después de la victoria de Pedro Sánchez. La decisión no ha sorprendido. Corcuera lo había dicho por activa y por pasiva, si bien esperaba que Sánchez pasara al ostracismo en estas primarias, pensando en la victoria de Susana Díaz. Merece la pena pararse a comentar la personalidad de Corcuera, tal y como hace en este artículo Juancho Dumall. Veamos.

La de José Luis Corcuera (Pradoluengo, Burgos, 1945) es una de las biografías más representativas de la ascensión y caída de un cierto tipo de socialismo español, ese que resulta incompatible con los nuevos tiempos. Forjado como personaje público en la UGT de Altos Hornos de Vizcaya, este genuino "compañero del metal" desarrolló una intensa labor sindical y política en los últimos años 70 y en los 80, los tiempos del esplendor felipista. Tanto, que acabó siendo ministro del Interior en 1988, después del desgarro que dejó en el ministerio la guerra sucia de los GAL.

González ya tenía lo que quería: un ministro electricista. Un duro de verdad en el Gabinete. Ley y orden importados de Portugalete. Tan crecido estaba Corcuera, que se creyó Clint Eastwood e impulsó una ley de seguridad ciudadana que logró una movilización en contra insólita en tiempos en los que aún no existía internet, ni había redes sociales, ni los ministros eran ridiculizados por los más ingeniosos creadores de "memes". Cuando el Constitucional tumbó la llamada "ley Corcuera", nuestro hombre, muy digno él, presentó la dimisión.

DURO COMO EL PEDERNAL

Pero no desapareció del debate público. Político de frases rotundas, duro como el pedernal, inflexible en su idea de España, Corcuera se mantuvo en el partido defendiendo las posiciones de orden. ¡Cuidado con Borrell!, ¡cuidado con Maragall! Y después, ¡cuidado con Pedro Sánchez! Lo del exministro no era solo la defensa del "establishment" de Ferraz, ni de los barones regionales, ni de la España del guerrismo. Lo suyo era la incapacidad de entender que el bipartidismo que sus jefes construyeron estaba herido de muerte.

Esta semana, tras la victoria de Sánchez en las primarias del PSOE, Corcuera ha devuelto el carnet. Ni un minuto más en un partido capaz de dialogar con Podemos. Esta vieja gloria del felipismo no ha sabido aceptar el veredicto democrático de sus compañeros de partido. Se desconoce si también abandonará el triste papel de tertuliano televisivo por el que es conocido en los últimos tiempos.

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