EL COSTE DEL DESAFÍO CATALÁN está siendo excesivamente alto y no solo amenaza a la economía nacional en cuanto a su crecimiento, sino a la europea. Es lo que dicen los máximos dirigentes económicos y los expertos. Solo hay que seguir lo que dicen unos y otros: si el escenario es de normalidad, el crecimiento económico será equis; pero si la inestabilidad continúa después del 21-D, el escenario que se presenta es a peor.
La bolsa española ha cerrado la décima sesión consecutiva en rojo y ha perdido la cota psicológica de los 10.000 puntos. Esta caída progresiva motivada principalmente por la incertidumbre que se vive en Cataluña se plasma también en el tejido empresarial donde casi la mitad de las 2.300 empresas que mudaron su sede social han trasladado también su domicilio fiscal.
Por otro lado, la Agencia Tributaria ha confirmado este martes que desde el pasado mes de octubre, un millar de empresas han sacado de Cataluña su domicilio fiscal. Es decir, ya no sólo cuentan las 2.300 empresas que movieron su sede social sino que casi la mitad de ellas pasará a abonar sus impuestos a otra región complicando aún más si cabe su posible regreso.
Asimismo, se ha detectado que el peso de la facturación de empresas con sede en Cataluña ha caído 3 puntos -hasta 20 en algunos sectores- en sólo unas semanas. Este dato se refiere a las ventas totales en el conjunto del territorio nacional que Hacienda ha extraído del Suministro Inmediato de Información sobre las operaciones con IVA.