A la osa le han cambiado varias veces de medicación en los últimos tiempos. A la última, que incluye corticoides y recibe desde hace mes y medio, parece que está respondiendo mucho mejor. Eso argumenta Carlos Zapico, director de la Fundación Oso Pardo (FOP) ">
 
Diario Digital controlado por OJD

La Farola de Cantabria24horas.com

La osa "Tola" se muere, mientras "Furaco" sigue en plena forma

Enviar a un amigo

La osa "Tola", uno de los animales más emblemáticos de Asturias, encara la recta final de su vida. Cumple 25 años en enero, equivalentes a 80 en un humano, y padece una enfermedad neurológica que podría desembocar en una parálisis. Su estado de salud se ha deteriorado en los últimos meses y hoy en día es "muy delicado", según varios especialistas cercanos a ella. La única manera de curarla es someterla a una intervención quirúrgica que, por su avanzada edad, no podría soportar. La osa, de hecho, sale mucho menos por el cercado de Santo Adriano con su hermana "Paca". "Médicamente no va a mejorar, así que a ver lo que dura", insisten.La información es de La Nueva España del viernes, 30 de noviembre.

A la osa le han cambiado varias veces de medicación en los últimos tiempos. A la última, que incluye corticoides y recibe desde hace mes y medio, parece que está respondiendo mucho mejor. Eso argumenta Carlos Zapico, director de la Fundación Oso Pardo (FOP), que considera que las declaraciones sobre su mal estado de salud son "interesadas". Ayer mismo, de hecho, "Tola" se paseó por el cercado durante buena parte de la mañana con aparente normalidad. Eso sí, los años pesan para todos y, después de la comida, el animal se retiró a su guarida, donde se echó una buena siesta y no se le volvió a ver.

Todavía se desconoce con exactitud su problema neurológico. Se baraja que pueda ser una afección vertebral o una Cauda Equina, que es una lesión en la última parte de la columna. Aunque los expertos que la examinan no descartan que padezca una hernia discal. Un diagnóstico que no ha sido refrendado mediante pruebas más precisas en la Facultad de Veterinaria, de la Universidad de León, porque "no merece el tiro poner en riesgo la vida de "Tola" por confirmar un diagnóstico que permite una operación que tendría serios riesgos para el animal".

De momento, para que sus últimos días en Santo Adriano tengan la mejor calidad de vida posible, la osa recibe corticoides y protectores de estómago, en vez de los antiinflamatorios que se le administraban hasta el otoño. Para completar el tratamiento veterinario, "Tola" está a dieta para poder controlar su peso y que se desplace con facilidad. "Es una medicación bastante fuerte y se va bajando la dosis poco a poco porque no se puede quitar radicalmente", apunta Zapico. Y Tola, por el momento, está respondiendo. De hecho, durante su paseo matutino de ayer "ni siquiera se le notaba la cojera", detalla Arturo de Miguel, uno de sus cuidadores, una interpretación mucho más optimista de la que dan otros especialistas, que aseguran que "se puede hacer todo lo posible por que no sufra, pero la enfermedad no tiene cura". En cautividad, dicen, podría durar más. La vida normal de un oso es en torno a los 25 años, aunque en cautividad, "si está bien, como la hermana", pueden llegar a los 30 años.

Zapico, sin embargo, insiste en que sus achaques son problemas típicos de su avanzada edad. Y asegura que, incluso, podría ser su hermana "Paca" la primera en morir si sufriese un infarto porque "son dos animales muy viejos y les quedan pocos años de vida".

Fuentes cercanas a las osas afirman que el estado de "Tola" es un handicap que impide maniobrar a los expertos que tienen contacto asiduo con ella y que no descartan una reunión a corto plazo con el Principado para analizar su estado y tomar una solución, entre las que "debe estar, claro, la posibilidad de sacrificarla". Pero Zapico sostiene que esa opción es "absurda" porque "no es el momento de plantearse esa situación y mientras el animal no esté sufriendo no se puede hablar se sacrificarla". El director de la FOP insiste en que "Tola" no se está muriendo. "Simplemente está envejeciendo, tiene días mejores y días peores pero es normal porque está por encima de los 80 años de una persona".

La situación de "Tola" contrasta, no obstante, con la de su hermana "Paca", que está en "muy buen" estado de salud y aparentemente no tiene achaques, "tiene buena movilidad y come bien", explica Zapico. Las mismas fuentes que apuntan a la posible eutanasia de "Tola", insiste Zapico, aseguran que "Paca" "últimamente anda triste y sobresaltada por la situación de la hermana".

El que está "como un roble", por otro lado, es "Furaco". El macho oriundo del Zoológico de Cabárceno (Cantabria) sigue vigoroso como siempre. Y en estos días otoñales se dedica a forrar bien su cama de cara al período invernal con bolas de hierba. "Tola" también se prepara para el invierno frío que se avecina y que, según quienes acostumbran a tratarla, pudiera ser el último que vean sus ojos.


Últimas Farolas