UN EJEMPLO A IMITAR. En el albergue municipal de As Eiroás, en la capital ourensana, conviven en estos momentos 600 perros y 200 gatos para los que a Progape, la sociedad protectora de animales de Ourense que gestiona la instalación, le gustaría encontrar nuevos hogares. Son habituales sus campañas para fomentar la adopción y contra el abandono.
Sin embargo, cualquiera que entre en la página oficial de la entidad estos días no encontrará el típico mensaje invitando a llevarse uno de estos animales, sino que llama la atención precisamente su inicial invitación a no hacerlo. «Non adoptes polo Nadal» se lee en su primera frase, que más adelante aclara: «Adopta para sempre. Un can non é un xoguete».
El objetivo de la campaña es incidir en un mensaje que ya desde hace tiempo vienen repitiendo los responsables de Progape para evitar adquisiciones poco meditadas que en ocasiones obligan al animal a pasar dos veces por el estrés emocional del abandono, cuando no al maltrato físico o la muerte. El reciente fallecimiento de una perrita que llevaba varios meses con una infección por una mordedura que le ocasionaron en una de sus escapadas para rebuscar comida en la basura es un ejemplo de la falta de interés de algunos dueños. «Nos dijo que ni se había dado cuenta de los bultos que tenía llenos de pus; aunque estuviera en la finca, es un caso de abandono porque falleció por falta de cuidados veterinarios a tiempo», recuerda Area Cid, vicepresidenta de la entidad.
La campaña de Progape busca concienciar a las personas que aprovechan estas fiestas para llevarse a casa una mascota -ya sea comprada o adoptada- «que un perro no es un regalo; que no puedes abandonarlo en verano porque es un lío llevarlo de vacaciones o porque te has cansado de él; y que adquieres unas obligaciones para todo el tiempo que viva: hay que alimentarlo adecuadamente, cuidarlo, mantenerlo limpio, desparasitarlo periódicamente, vacunarlo cuando corresponde y llevarlo al veterinario si está enfermo», relata.
En opinión de Area Cid es preferible que el animal viva sin conocer «más que la gris vida de la perrera que tener que volver a ella después de conocer lo que es vivir en una casa con un amplio jardín o incluso en un piso con calefacción y de haberle tomado cariño a sus dueños».
El 80 % son adoptables
No todos los animales que ahora mismo están en el refugio de As Eiroás son adoptables. «Hay perros demasiado ancianos, que incluso ya llevan aquí más de 18 años; los hay con lesiones físicas muy importantes que hacen casi imposible encontrarles un hogar y hay perros agresivos que ni se nos ocurre dar en adopción», resumen en Progape. Aún así en torno al 80 % de sus inquilinos son susceptibles de encontrar una nueva familia, aunque los adultos siempre lo tienen más difícil. La gente busca, mayoritariamente, cachorros.
«Es curiosa esa obsesión de la gente cuando te dicen que los prefiere pequeños para educarlos ellos; cuando eso es realmente un coñazo porque los primeros meses se hará todo en casa, o le da por ladrar sin tregua; mientras que igual hay uno de un año o de cinco que lleva aquí apenas una semana pero ha vivido toda la vida con personas en un piso y está perfectamente educado y no se va a tirar a los coches por la calle, por ejemplo», opina.