Quizá sea la genética o, sencillamente, los chicos les han salido talentosos, aunque no haya constatación científica de ello. O puede que el haber convivido desde pequeños en los platós o escuchar las interminables reflexiones de sus afamados padres sobre el oficio de rodar los haya llevado a ponerse también a la cámara. Lo más probable es que ser hijos de quien son les haya abierto puertas con facilidad o, que no es poco, se hayan ahorrado algo tan prosaico como alquilar los equipos.
Al mismo tiempo, otros vástagos han preferido la opción inversa, la de ser actores (como Kyle Eastwood, hijo de Clint, o de Bryce Dallas Howard, hija de Ron Howard?). En todo caso, al no tratarse de funcionarios, lo suyo nunca podrá ser calificado de nepotismo. Cierto que en la historia del cine hubo directores cuyos ascendientes fueron genios en algunas de las Artes, el ejemplo más rotundo, Jean Renoir, hijo del pintor impresionista Pierre Auguste-Renoir.
Entre aquellos que han seguido la senda creativa paterna, los hay superando los sesenta años, como el francés Jean Becker y el estadounidense Rob Reiner, descendientes de Jacques Becker y de Carl Reiner, respectivamente. O superan la cincuentena, como Mario Van Peebles, Nick Cassavettes, Roman Coppola, Nils Tavernier, Jake Scott y Goro Miyazaki, herederos de Melvin Van Peebles, John Cassavettes, Francis Coppola, Bertrand Tavernier, Ridley Scott y Hayao Miyazaki. Podríamos añadir a Michael Bay, que asegura ser ilegítimo de John Frankenheimer?
Cultura audiovisual
Pero son mayoría los treintañeros que, al tiempo que se beneficiaron de una cultura audiovisual privilegiada, tienen en común a progenitores cineastas todavía en activo, lo que algunas veces crea situaciones incómodas derivadas de las leyes del mercado (la obra de sus retoños se recibe mejor en taquilla) y los caprichos de la crítica (más dadivosa con los jóvenes). Así, mientras Coppola, a sus 76 años, regresa a la experimentación con Distant Vision (2015), su primogénito Roman comparte la serie Mozart in the Jungle (2014) para Amazon, después de realizar dos años antes A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan II. Otro tanto Sofía, que acaba de hacer para Netflix el mediometraje A Very Murray Christmas (2015), con Bill Murray, y dos años antes, The Bling Ring para la Zoetrope de papá Francis. Aunque en número de herederos a la cámara Sir Ridley Scott se lleva la palma, además de gozar todavía del éxito millonario con Marte. Primero fue Jake, que hizo su último largo en el 2010, Welcome to the Rileys, y ahora se dedica al corto, los clips y a la gestión en la Scott Free familiar. Le sigue la menor, Jordan, directora de Cracks en el 2009 y después de varios cortos. Finalmente, el del medio, Luke, que debutará en el 2016 con Morgan. Sin abandonar la órbita anglosajona, Lawrence Kasdan tiene a Jake, con Sex Tape. Algo pasa en la nube (2014) y a Jon, autor de The First Time (2012), además de actor y guionista. Por su parte, el canadiense Ivan Reitman se prolonga en Jason con Hombres, mujeres y niños (2014) y actualmente con la sitcom Casual. El también canadiense David Cronenberg vio cómo su sucesor Brandon debutaba en el 2012 con Antiviral. Como también David Lynch y su hija Jennifer, actualmente rodando XX, pero con una dilatada carrera desde hace algunos años. También Michael Mann tiene continuidad en Amin Canaan Mann, ya curtida en lides televisivas y dos largos a cuestas, el último Jackie & Ryan, en el 2014.
Una menor proyección mediática
A este lado del Atlántico, los casos de directores con proyección mediática son menos. En Francia, Nils Tavernier estrenó en el 2013 su segundo largo De toutes nos forces, mientras en Italia, la actriz, guionista y directora Asia Argento, heredera del maestro del giallo, Dario Argento, ya dispone de dos largos en el 2000 y el 2004. En España son relevantes Jonás Trueba, hijo de Fernando Trueba, con la reciente de Los exiliados románticos, y Víctor García León, unigénito de José Luis García Sánchez, autor de Vete de mí en el 2006. Aunque en este caso sus padres son los productores Pancho Casal y Carmen de Miguel, en Galicia tendríamos a Simón Casal, debutante con la muy fresca Lobos sucios.
En el resto del mundo encontramos a la iraní Samira Makhmalbaf, descendiente de Mohsen Makhmalbaf, ya con cuatro filmes, el último El caballo de dos piernas (2008). El japonés Goro Miyazaki, preparando para el 2017 su animación Hôjôkishiki. Finalmente, desde México, el vástago del mexicano Alfonso Cuarón, Jonás, que acaba de estrenar su segundo largo, Desierto.