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300 personas asistieron al acto de entrega del título de Hija Predilecta a Paz Herrera

Fue, en general, un vistoso acto cargado de emociones y de aplausos hacia Paz Herrera Jubete, con ese colofón extraordinario como significó la intervención del Coro Ronda Besaya.

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30-08-2014

El alcalde de Reocín entregó este viernes el título de Hija Predilecta del Municipio a la arquitecta Paz Herrera Jubete en un acto institucional que comenzó a las 20 horas en la Casa de Cultura de Puente San Miguel y que estuvo cargado de gran emotividad. Con la Sala de Cultura a rebosar, casi trescientas personas siguieron el acto, que culminó con una extraordinaria actuación del Coro Ronda Besaya que dirige el tío de Paz, Antonino Herrera.

   El evento se inició con la lectura por el secretario municipal del acuerdo plenario por el que se aprueba el título otorgado, definido en el Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento. Acto seguido -en presencia de miembros de la Corporación del PP y del PSOE- intervino el alcalde Miguel García Cayuso quien valoró las virtudes humanas y profesionales de Paz Herrera, destacando su inteligencia, temple y saber estar en un programa nacional de televisión en el que demostró su portentosa sabiduría. Dijo que llevaba la identidad de su pueblo en lo más hondo del corazón y que el título de Hija Predilecta representaba la recompensa pública a su probada manifestación de identidad con el lugar que la vio nacer, indicando que toda España y, por supuesto, Cantabria, habían sentido como propio su éxito en Pasapabra. García Cayuso tuvo también palabras de cariño hacia su familia y terminó con esa expresión tan montañesa como sentida que reflejan el significado del acto de "viva la madre que te parió".

Las palabras del regidor fueron muy aplaudidas como respaldo a una decisión municipal aprobada por mayoría de la Corporación pero que no secundaron el PRC e Izquierda Unida, concejales que no asistieron al acto. Una postura, la del grupo regionalista, que no ha sido bien vista por las gentes del municipio que simpatizan con la figura de Paz Herrera y que consideran que es plenamente merecedora de la distinción.

Por su parte, Paz Herrera, después de recibir de manos del alalde el Título de Hija Predilecta entre los aplausos de los presentes, evocó su nacimiento y que el primer sonido que escuchó de niña fue el de las aguas del Saja a su paso por Puente San Miguel; también recordó a sus maestras que tanto le enseñaron y restó, dentro de su modestia, valor a su éxito en el que dijo que también la suerte estuvo un poco a su lado. Dijo que a quien había querido escuchar sobre sus orígenes, siempre habló de Puente San Miguel y de Reocín, indicando su vocación e identidad con el lugar de sus antepasados. Fue muy aplaudida al término de su intervención, dejando entrever su emoción por la más alta distinción del municipio. Su intervenciíon integra se aporta al final de esta información.

Fue, en general, un vistoso acto cargado de emociones y de aplausos hacia Paz Herrera Jubete, con ese colofón extraordinario como significó la intervención del Coro Ronda Besaya. Su padre, presente en el acto, agradeció el gesto de los coralistas con un emotivo abrazo a su hermano, Antonino, el director.

DISCURSO DE PAZ HERRERA

Por su interés, transcribimos íntegra la intervención de Paz Herrera Jubete en agradeimiento al acuerdo de la institución municipal:

 

        

 

 

SeñorAlcalde, señores miembros de la Corporación Municipal, autoridades, familiares, amigos y público que nos acompaña en este acto:

 

 

         Permítanme que les dirija unas palabras para agradecer de corazón la alta distinción que esta Corporación Municipal de Reocín me concede. Ser hija predilecta de mi pueblo, de mi municipio, es un privilegio que nunca aspiré a alcanzar, y que no creo merecer.

 

 

         No considero que mis logros personales, generosamente glosados por el Señor Alcalde, sean suficientes para ello, y atribuyo más a la generosidad de los representantes de este pueblo que a la enjundia de mis méritos la concesión de este título. Como todos ustedes saben, lo más destacado y con mayor repercusión popular a nivel nacional ha sido mi participación en un concurso cultural de televisión. No es mucho, cierto, pero señalaré que fue una victoria conseguida limpiamente, a base de esfuerzo, perseverancia, grandes dosis de resistencia y algo de buena suerte.

 

 

         La suerte, ese azar caprichoso que hace que lo que a uno le sucede sea favorable o adverso, ha acompañado mi vida. Para empezar, nadie elige donde nacer, y yo, por suerte, nací en Puente San Miguel. Dijo el poeta Rainer Maria Rilke que la verdadera patria del hombre es la infancia, y creo que no le falta razón. Mi patria es, pues, Puente San Miguel, en el Real valle de Reocín, históricamente ligado a la identidad de nuestra Comunidad Autónoma de Cantabria. Nuestros antepasados se negaron a rendir vasallaje, pleitearon y ganaron, y constituyeron la Provincia de los Nueve Valles de las Asturias de Santillana. En este pueblo de Puente San Miguel se edificó la Casa de Juntas que vería reunirse a los sucesivos representantes de los Nueve Valles, y aquí se acordó en 1778 la creación de la provincia de Cantabria.

 

 

 

         Pero si algo identifica sobremanera a este pueblo, es el puente, y bajo el puente, el río Saja. Yo nací en una casa que miraba al río y su rumor fue el primer sonido que llegó a mis oídos. Desde entonces, esa fue la canción de fondo de mi infancia y mi primera adolescencia.

 

 

         Mi universo infantil estuvo formado por mi familia y mis vecinos del barrio que se articulaba en torno al molino del Buen Suceso. Perdida ya su primera función, el molino aún servía como punto de reunión. Por allí pululaban niños, jóvenes y mayores para los que siempre estaba la puerta abierta. Sin salir de ese barrio, a los tres años aprendí a leer, en la escuela que Doña Cándida, mi vecina, mantenía en su casa. Ella me abrió la mente al conocimiento y a la magia de los libros. Después, mi escuela fue La Buena Fe, en Villapresente. Allí Dña. María de los Ángeles puso los cimientos de toda mi formación posterior, imbuyendo en mí los conceptos básicos de las ciencias y las letras, de forma tan eficaz e indeleble que lo que aprendí entonces nunca lo tuve que volver a estudiar.

 

 

         Y siempre el Saja. Me acompañaba camino de la escuela, hasta San Juan y más allá. En el verano, convertidos en criaturas acuáticas, pasábamos las horas en la presa del molino, o en la peñona. Aún hoy, caminar a la vera del río y escuchar su rumor me tranquiliza y me da seguridad. 

 

 

         Nací aquí, es verdad, como también que no hay mérito en ello. Que soy de Puente San Miguel lo he proclamado allí donde lo han querido oír. Quiero a mi pueblo, y me siento orgullosa de él, por eso supone una emoción muy grande que también mi pueblo se sienta orgulloso de mí, y es con todos mis paisanos con quienes quiero compartir este título que se me ha otorgado. Aunque hoy sea yo la nombrada hija predilecta, todos somos hijos dilectos, es decir, honestamente amados, de este pueblo y este municipio.

 

 

 

         Muchas gracias.