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Antes que turbo-rotondas, eliminar las “lagunas” que se forman en la ciudad.

Emilio de Cos puntualiza que "el santanderino no necesita llegar a la Luna, sólo tener una ciudad con los problemas normales resueltos. En Santander sobra tanta política-espectáculo, y falta atención a problemas urbanos básicos"

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Antes que turbo-rotondas, eliminar las “lagunas” que se forman en la ciudad.
30-01-2015

La Unión defendió que la ciudad de Santander “necesita menos política-espectáculo, y más atención a los problemas urbanos básicos”, y por ello, ironizan “antes que turbo-rotondas, el Ayuntamiento de Santander debería fijarse en las lagunas que se forman en la ciudad”.

“Durante la semana pasada”, señaló Emilio de Cos, miembro de la formación política en Santander, “han sido muchos los militantes y ciudadanos los que nos han hecho ver un problema urbano básico”.

“Cuando llueve con cierta intensidad, es una aventura cruzar por un paso de cebra”, pues, según señaló “se forman enormes lagunas”, que son, en algunos sitios “imposibles de saltar”.

El problema es la “falta de atención municipal”, y en este sentido denuncia que “las obras no se recepcionan adecuadamente”, por la “falta de dedicación municipal a todo lo que no sea espectacular”.

La dificultad de cruzar en esos días, “es insalvable para gente mayor y con minusvalías”, y se muestra especialmente intensa en las zonas de la calle Marqués de la Hermida, en todo el Barrio enfrente del muelle Maliaño, en Los Arenales, y General Dávila, así como en la zona de Las Estaciones y en el Paseo Pereda los aledaños a la reforma de los Jardines de Pereda, y enfrente de Hacienda y la Delegación del Gobierno.

“Entre la Comandancia de Marina y los Jardines de Pereda, no hay ningún desagüe”, prosiguió “lo que supone que media calzada por donde transitan los peatones queda cubierta de agua”.

“Existe plantilla municipal más que suficiente para que esté pendiente de inspeccionar las obras mal terminadas”, siendo además “lo mínimo esperable”, que, añadió “se nos entreguen las obras que nosotros pagamos, en debidas condiciones para su uso y disfrute.”

“Los peatones tienen que estar sorteando y mirando para ver por donde se puede cruzar sin meter los pies en el gran charco”, y esto “es lo habitual en Santander, sin necesidad de que las lluvias sean torrenciales”.

“Con un poco de dedicación y atención al trabajo”, finalizaron en La Unión, “se arreglan los problemas urbanos básicos”, porque “el santanderino no necesita llegar a la Luna, sólo tener una ciudad bien atendida en lo más básico, con los problemas normales resueltos”.