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Cientos de personas asistieron al homenaje a Ángel Muela, guionista de las Marzas

MANUEL BARTOLOMÉ: Fundador de coros. Lo hemos dicho en plural. Muela aparece con once años en ese frontispicio que representa la fotografía de los fundadores de la Coral, en la escalinata de la iglesia de la Asunción en 1925

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20-02-2015

En la noche del viernes, con asistencia de cientos de personas, se celebró el anunciado acto de homenaje a Ángel Muela, fundador de Coros, guinista de Marzas y, sobre todo, un gran torrelaveguense. Reproducimos aquí las intervenciones de Manuel Bartolomé y, finalmente, de agradecimiento de Ángel Muela, hijo.


CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ÁNGEL MUELA PALACIO

INTERVENCIÓN DE MANUEL BARTOLOMÉ

            Hoy queremos rendir un tributo muy especial a este torrelaveguense singular. A un torrelaveguense de pura cepa. A un hombre que merece ser distinguido, ya que defendió como el que más el nombre de su ciudad con hechos, con acciones encaminadas al conocimiento y reconocimiento de Torrelavega. Aunque la celebración de su cumpleaños tuvo lugar en septiembre pasado, lo hemos querido desplazar a la cercanía de la celebración de las marzas, pero sin interferir el acto que tendrá lugar el próximo día 28 organizado por la Ronda Marcera.

1.-Ángel Muela Palacio, fundador de coros; guionista de marzas; torrelaveguense relevante.

            Fundador de coros. Lo hemos dicho en plural. Muela aparece con once años en ese frontispicio que representa la fotografía de los fundadores de la Coral, en la escalinata de la iglesia de la Asunción en 1925. Una fotografía que es por sí misma un acta fundacional de la masa Coral. Allí estaba Muela; también Pepín del Río, Nino el de Acacio, Pablo del Río, Santi Conde, Sixto Ruiz, Isidoro Fombellida…y tantos otros que luego formarían el Coro Ronda Garcilaso.

             En 1932 (18 años) se organiza en Torrelavega un concurso de ochotes que coordina Lucio Lázaro. Ángel organiza y dirige el del Club de los Solteros. En aquel ochote estaban Teodoro Hernando, Manuel Bolado, José Cayón, Arturo Camba, Cándido Román, José Marcos, Miguel Martín…; Camba se puso enfermo y Lucio Lázaro no autorizó a Muela para incorporar a Pepín del Río. Así que el ochote del Club de los Solteros eran siete. Quedaron segundos. Ganó el de Sámano.

             Durante la Guerra Civil, Muela (24 años) escoge entre los soldados del frente las suficientes voces para formar un coro-orfeón. El coro Bandera de Palencia, que, aprovechando los pocos ratos que dejaban el sonido de los obuses y los cruces de fusilería del frente, paliaba con sus canciones las penalidades y  la añoranza por el lejano terruño.

            Terminado el conflicto, vuelve a su querida Torrelavega, deja su puesto de trabajo en la ferretería de Jacobo Díaz, para ingresar en Solvay. También vuelve a la cuerda de tenores segundos de la Coral y al Club de los Solteros, mientras mantuvo esa condición.

            Iniciada la década de los 40, capta el interés de algunos componentes, se compra cada uno una manta de borra, a rayas, se la cuelgan del hombro, se tocan con un sombrero de ala ancha, de los necesarios para “andar a hierba”, pañuelo al cuello…et voilá, aquí tenemos al grupo de Los Zacatecos. Y cantan rancheras, habaneras, espirituales…y montañesas naturalmente. Aquí están con Muela Sixto Ruiz, Benito Díaz, Santos, Ingelmo, Modesto, Fombellida, Cayón, Hernando, Cándido Díaz, Emilio García, Palacio, Buj… Era un primer paso para abandonar, en cierto modo, la disciplina de la polifonía  y caminar hacia otro tipo de música más popular. Pero Los Zacatecos van dejando paulatinamente los ritmos americanos para centrarse más en lo autóctono. De esta manera, se convirtieron en el embrión de lo que poco después se denominaría Coro Ronda Garcilaso.

            En los primeros meses de 1943, a la salida de un ensayo de la Coral, Muela, acompañado de Bernardino Gutierrez, es decir, Nino el de Acacio, Sixto Ruiz y algún otro abordan a Pepín del Río, que tenía ya un prestigio reconocido de excelente músico, para que dirigiera al Coro recién creado, con canciones montañesas. Pepín pidió local para ensayos, que de las partituras y el repertorio ya se encargaba él. Y así nació el Coro Ronda Garcilaso, el coro de su vida.

            Y el 25 de julio de 1943, en la tierra limítrofe asturiana de Noriega, se llevó a cabo el bautismo público de este coro ronda. Aquellos doce que actuaron allí respondían a los nombres de: Pepín del Río con la batuta y el diapasón, Isidoro Fombellida, Ángel Peláez, Cándido Díaz, Sixto Ruiz, Ángel Muela, Miguel Martín, Nino el de Acacio como primer presidente, Julián Chapero, José Palacio, Emilio García y Emilio Buj….Quedaron para las intervenciones subsiguientes Paco el Farol, Sabino Chapero, Ruiz Toca, Modesto González, Pablo del Río, Cándido Martínez, Santi Conde, Villegas, Carlos Iturbe, José Martínez…etc.

            Y aquí tendremos hoy, pasados más de setenta años, a las nuevas generaciones del Coro Ronda Garcilaso bajo la batuta del maestro y compositor Lorenzo Morante.

2.-Ángel Muela, guionista de marzas. Para dar rienda suelta a su pasión por el folklore y el costumbrismo, echó mano, en 1955, de un tema original de Hermilio Alcalde del Río y montó un guion adaptado para emitirlo por Radio Juventud de Torrelavega la noche del 28 de febrero.

            Y nada mejor que nosotros acudamos a alguien de especial brillo en las letras de Cantabria: el comillano Jesús Cancio quien escribió, a modo de prólogo a un librito editado con motivo de aquellas marzas que nos vienen muy bien por lo intemporal de su texto:

Por obra y gracia de la Ronda Garcilaso, voz señera de la raza, las ondas herzianas van a llevar a vuestros hogares el eco, mitad marinero, mitad campesino, de las marzas.

Porque las marzas son eso: una mezcla sublime del villancico y del canto de boga, del romance retador de las regatas y la tonada bulliciosa y apacible de ronda y romería

Las marzas se cantan de noche, porque necesitan del silencio de esta hora como fondo de su lenta y solemnísima melodía.

Las marzas, en fin, son un canto al espíritu pródigo de la raza y a la generosidad de nuestros valles, que jamás vibraron en el estragal de ningún vecino sin que éste pusiese en manos del postulante el aguinaldo de costumbre.

Dad, pues, vosotros, mis queridos coterráneos, al Coro Ronda Garcilaso, el aguinaldo de vuestros aplausos más fervientes y conmovidos, mientras yo lanzo un ijujú con toda mi alma de poeta a flor de garganta y todo mi entusiasmo montañés impenitente a golpe de corazón.

            A aquellas marzas radiofónicas del 55, les siguieron otras, primero Muela como autor-guionista único y, más tarde, en las sucesivas, con la inefable colaboración del gran escritor costumbrista Agapito Depás. Y las que vamos a oír son las del 57.

3.-Ángel Muela, torrelaveguense ilustre pendiente de reconocimiento oficial. Hoy lo hacemos nosotros. Pero no será bastante. Lo diré luego.

            Nació Muela en una de esas calles típicas y tradicionales de nuestra ciudad: la calle de Los Mártires, muy cerca de la carpintería de Francisco Llácer. Calle que, en opinión de algunos, es anterior a la mismísima Plaza Mayor. Fue siempre para él un timbre de gloria este origen. De manera que, a menudo, hacía alarde de ello. Si alguien ponía en duda su portuguesismo, solía decir:

-A mi, que he nacido en la calle de Los Mártires…y he meado en el callejón de Los Azcárates…¿a mí me vas a hablar de Torrelavega?

            Cándido Román decía que de niño, Muela era manso, pacífico, ingenioso y locuaz, según recoge Juanjo Crespo en un excelente artículo en febrero de 1988.

            Y mi familia que le conoció de siempre, y yo en los años 50 y que fui testigo en su creación de los guiones de marzas, puedo corroborar que aquel criterio de Cándido Román seguía teniendo vigor cuando Muela había alcanzado edad madura. Yo añadiría otra virtud excepcional: su generosidad. La espiritual, por hacer felices a los que le rodearon con su sentido del humor y su ingenio. Y la material también: tengo muchos, pero sólo voy a citar un ejemplo:  no se puede expresar de mejor manera el dar una moneda de 100 pesetas a una niña diciéndole que

-A ver si en tu pueblo vale esta pesetuca, que en Torrelavega no me la admiten.

            Llenaría esta intervención con múltiples anécdotas, vividas con él,  pero he de dejar cauce suficiente para el aspecto medular de este homenaje.

            Sólo me queda un remate: que hace tres años la SCE pidió al Ayuntamiento de nuestra ciudad, se habilitara una galería para poner de manifiesto los méritos de torrelaveguenses relevantes, aprovechando el enlosado de calles como la Avda. de España o la propia calle de los Mártires;  porque son más, afortunadamente, nuestros paisanos brillantes que las calles a nominar.  Mientras ese proyecto duerme el sueño de los justos, en la capital, captando al vuelo aquella idea, ya se han puesto manos a la obra inaugurando hace unos días, un enlosado con la estrella del barquereño Bustamante.

He de citar como posibles personajes a figurar en esta galería: Muela, Pablo del Río, Paco Cayón, Alejandro García, Eloy Fdez. Navamuel, Travieso, Vicente Pedregal, Agapito Depás….etc.

            Ahora les toca intervenir a los verdaderos artífices de este homenaje a Ángel Muela Palacio: el Coro, su coro. El Coro Ronda Garcilaso y los marceros.

Salida a escena del Coro, Marcu e intérpretes. Esperar a que se coloquen todos.

            Con ayuda de la imaginación de todos ustedes, trataremos de evocar, enmarcar en cada momento, dónde se desarrolla esta noche de ronda, en la que interviene el cuadro de actores de escenas montañesas. No se trata, aclaremos, de una escenificación, sino de una lectura al modo de cómo se hizo y emitió por Radio Juventud de Torrelavega en 1957.

Protagonistas marceros:

1.-Cristina Porras en el papel de Ción

2.-José Luis Olarreaga como Colás

3.-Mari Carmen Cerro en Toña

4.-Ángel María Muela Martín como el Abuelo Quico

5.-Gabriel Muela en el papel de Tivo

6.-Manuel Porras como Luco

7.-Sonia Bolado en doña Norberta

8.-Fernando Gómez como Ginio

9.-Alejandro González Pacheco en el papel del cura D. Ángel

10.-Marco Antonio Robles como Tío Juan…Y como narrador, el que habla, Manuel Bartolomé.

AGRADECIMIENTO DEL HIJO DE ÁNGEL MUELA

Cerró el acto Ángel Muela, hijo, que agradeció la gran asistencia de público y la organización del acto, con estas palabras:

 

Quisiera en primer lugar, agradecer a la dirección del Instituto Marqués de Santillana las facilidades que nos han dado para organizar este acto, y a todos ustedes su presencia esta tarde-noche en el homenaje a Ángel Muela Palacio, una persona sencilla, alegre y divertida, enamorado de su pueblo y de su tierra, a quien gustaba charlar y cantar con sus amigos, y que lo mismo entonaba una montañesa que tomaba la guitarra para arrancarse con una ranchera.

 

 Además de su familia, tuvo en la vida dos amores: su querido Coro Ronda Garcilaso, a quien hoy agradezco de todo corazón su importante participación en este homenaje, con un especial recuerdo para Bonifacio del Álamo “Pacho”, un veteranísimo componente recientemente fallecido. Y su segundo amor, que no fue otro que sus marzas, una costumbre casi olvidada en Torrelavega en aquellos años 50, a las que dedicó muchas horas y muchos kilómetros por los pueblos de Cantabria.

 

 

Hoy, gracias a las canciones del Coro Ronda Garcilaso, a este grupo de amigos de Tanos y Torrelavega, que esta tarde hemos tratado de emular, con mayor o menor éxito a aquel extraordinario cuadro artístico de Radio Torrelavega, donde las voces, entre otros, de Emilio Laborda, Flori García, Maruja Virosta, Luis San Millán, Esteban Ferrer, Paulino Cayón, o Antonio Bouzán, al que quiero mandar una cariñoso saludo desde este micrófono, hemos querido también rendirles un homenaje, porque durante muchos años llevaron hasta nuestros hogares el mejor sabor de las tradiciones marceras.

 

 

Con el recuerdo a todos ellos, y acompañados del verbo fluido de Manuel Bartolomé y del sonido de Paco Herrera, hemos tratado de  llevar hoy hasta ustedes un retazo de la figura de Ángel Muela Palacio, con la esperanza de que nunca quede en el olvido. Muchas gracias a todos, y esperamos que al menos, lo hayamos conseguido.