Detienen a nueve individuos por tráfico de drogas en Santander, Sarón y Torrelavega
Los detenidos, responsables de los locales de dos Asociaciones de Ayuda Terapéutica mediante el cannabis, enmascaraban así su ilegal actividad
Efectivos de los Grupos de Policía Judicial de Santander y Torrelavega de la Policía Nacional, detuvieron entre los días 14 y 16, a cuatro individuos en Santander, dos en Sarón y a tres en Torrelavega, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, al dedicarse a la venta y distribución de marihuana, camuflando esta ilícita actividad tras sendas Asociaciones Cannábicas, concebidas como lugares de encuentro para el consumo de esta sustancia, única y exclusivamente con fines terapéuticos, que estaban ubicadas en Santander y en Torrelavega.
Así el pasado 14 de octubre fueron detenidos en Santander JM.H.P de 40 años, con cuatro detenciones anteriores por tráfico y cultivo de droga, PR.V.R de 26, con tres detenciones por Ley de Extranjería, I.M.A de 33 y LM.S.H de 43, con seis detenciones anteriores por delitos contra el patrimonio y en Torrelavega B.L.M de 32, años, J.R.C de 33 e I.P.F de 29; el día 16 fueron detenidos en Sarón , I.P.P de 33 años, con dos detenciones por tráfico de drogas y L.G.G de 27 a quien le constan cuatro reseñas, una de ellas por tráfico de drogas .
Se les intervino 5.360 gramos de marihuana y 212 gramos de haschish y 645 euros en metálico. Ademas de lámparas halógenas , productos fertilizantes, macetas, y otros útiles para el cultivo y distribución de la droga.
Por parte de esta Jefatura se tiene conocimiento desde finales de agosto de esta irregular actividad desarrollada al “abrigo” de esta asociación, al realizar un acta de incautación de droga a un individuo, interceptándole en la vía pública una bolsita de marihuana, sobre el origen de la cual manifestó había comprado en una Asociación Cannábica ubicada en el Primero de Mayo de Santander.
Se inicia una investigación al respecto y por parte de la Unidad de Prevención y Reacción de Seguridad Ciudadana se detecta una acusada presencia de consumidores de sustancia estupefaciente a los que se ocupan pequeñas cantidades en la zona de Peñacastillo.
Las gestiones conducen al Grupo de Estupefacientes de la Policía Judicial a determinar que el origen radicaba en una Asociación Cannábica ubicada en el Primero de Mayo. Según los estatutos fundacionales de estos entes asociativos, son lugares privados donde realizar un consumo responsable y compartido de una insignificante cantidad de sustancia (cannábis-marihuana) con un exclusivo fin terapéutico, que sus “asociados” deben acreditar por prescripción facultativa, de manera que en ningún caso se promueva , facilite o favorezca el consumo a personas ajenas o que no atiendan al perfíl descrito.
La actividad ilícita de la referida asociación fue constatada en el transcurso de la investigación, comprobando que era un punto de venta indiscriminada, sin control sobre los destinatarios y que no se consumía
de manera privativa, sino que según acreditan las numerosas actas de incautación a compradores, estos acudían a la asociación por ser de más fácil acceso a la sustancia ilegal.
Tras obtener la pertinente orden judicial, se realizó un registro en el domicilio de uno de los detenidos en la localidad de Sarón, donde se localizó un cultivo de marihuana y útiles para su cuidado y distribución.
Del mismo modo, en el caso de Torrelavega, la investigación parte en octubre del pasado año, al tener conocimiento en la Comisaria Local, de que un bar, se había convertido en una asociación cannábica de ayuda terapéutica, enmascarando de esta forma su actividad real, que no era otra que el tráfico de estupefacientes al menudeo .A los dos detenidos de Torrelavega, se les incautaron 123 gramos de marihuana y 255 euros en metálico y utensilios para la distribución de la droga al menudeo.
Con la detención de estas nueve personas se erradican sendos puntos de venta indiscriminada de droga (marihuana y haschish), en Santander y Torrelavega, donde los responsables de estas asociaciones, a las que accedían consumidores de toda la región en la creencia de que dicha venta revestía atributos de legalidad al encontrarse amparada por las entidades asociativas referidas, obtenían un cuantioso lucro, pues poseían una numerosa cartera de clientes, que acudían a las asociaciones pagando un precio superior al precio medio existente en el mercado ilícito.