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El Grupo Tinamenor presenta concurso de acreedores

“Estamos y continuamos trabajando para que lo más importante, que son la empresa y el empleo, no se pierdan. No vamos a proponer ningún ere, ni a amortizar ningún puesto de trabajo con motivo del concurso", dice Gustavo Larrazabal

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30-07-2015

“Estamos y continuamos trabajando para que lo más importante, que son la empresa y el empleo, no se pierdan. No vamos a proponer ningún ere, ni a amortizar ningún puesto de trabajo con motivo del concurso. Somos un equipo de 148 y los 148 saldremos adelante”. Así habla Gustavo Larrazábal, presidente de Grupo Tinamenor, SL, que estos días ha presentado concurso voluntario de acreedores del grupo y sus empresas filiales. Lo hacen, asegura, “como forma de proteger a la compañía, con el objetivo de negociar una solución de viabilidad operativa y financiera para la misma. Vamos a trabajar con la Administración Concursal codo con codo y a demostrar que la Compañía es viable en el corto y en el largo plazo. Adicionalmente, demostraremos que puede ser rentable con una carga financiera menor que la actual y, a partir de ahí, comprometernos a un plan de devolución de la deuda”.

Fundada en el año 1973, Tinamenor es la empresa pionera en el mediterráneo en cultivos marinos y uno de los líderes del sector. Dedicada inicialmente a la producción de semillas de moluscos y alevines de peces marinos, hoy en día su negocio se basa primordialmente en la producción de pescado, lubina, en tallas superiores a la habitual. Con sede social en la localidad cántabra de Pesués, es uno de los grupos empresariales más representativos de la acuicultura española. Cuenta también con sede en Canarias e integra a cinco compañías operativas que abarcan desde la cría de alevines y semilla de moluscos, hasta la producción de pescado y su comercialización.

Los motivos que han llevado a esta situación de concurso, son varios. Por una parte, la crisis económica, que ha golpeado fuertemente al sector de la acuicultura en los últimos siete años. Prueba de ello es que, de las empresas que operaban en el sector, quedan ahora menos de la mitad. Por otra parte, cabe destacar la estructura de la competencia del sector de la acuicultura, bastante fragmentado, con muchos oferentes y liderado por acuicultores griegos que mantenían una posición irracional, llevando a un continuo deterioro en los precios del mercado (las cuatro mayores compañías griegas del sector han pasado a manos de sus bancos o están en concurso de acreedores)

Continuando con las causas, es necesario hablar de la estrategia de crecimiento de la compañía, comprometida con su desarrollo empresarial en Canarias y en Cantabria, para lo cual se realizaron inversiones muy significativas tanto para atender las necesidades propias como las de los socios/clientes en las islas. Dichas instalaciones quedaron infrautilizadas por la desaparición de dichos socios/clientes. “Un plan de expansión exitoso en condiciones normales, se vio comprometido por la dilación de los permisos para crecer y con la llegada de la crisis”.

 

FALTA DE FINANCIACIÓN BANCARIA

Otro de los principales motivos por los que la empresa se ha visto obligada a presentar concurso voluntario de acreedores, quizá el más relevante, ha sido la falta de financiación por parte de los bancos (al igual que ha ocurrido en otros sectores). Su muy débil situación les llevó a no prestar el apoyo financiero comprometidocon la compañía, dificultando enormemente su supervivencia, tanto en lo relativo a nuevas y necesarias aportaciones, como en la financiación del circulante, que nunca ha sido sólida y estable desde entonces.

La apuesta de los accionistaspor la compañía ha sido “absoluta”. Desde el inicio de la crisis, los bancos no han aportado dinero nuevo a la Sociedad, “y los accionistas hemos invertido siete millones de euros. Hemos aportado nuestro dinero, de nuestras familias y de accionistas nuevos. Pero sin la colaboración de las entidades financieras era muy difícil”. Por este motivo, “cambiamos la estrategia de negocio, abandonando los productos no rentables y apostando por nichos de alta rentabilidad". La estrategia “ha tenido éxito, pero requería una elevada financiación circulante, donde los bancos no nos han acompañado, lo que provocó que la compañía fuera muy vulnerable ante cualquier cambio del entorno o a los riesgos inherentes al sector”.

Su presidente explica que “los resultados de nuestro grupo de empresas, paradójicamente, se han recuperado, en línea con el plan de viabilidad diseñado. Los ingresos han aumentado un 32% el año pasado, hasta los 21,4 millones de euros y los resultados operativos han sido positivos, frente a las pérdidas continuadas que sufrimos en los ejercicios pasados. La empresa no tiene un problema de resultados, tiene un problema de balance, derivado de estar creciendo e invirtiendo cuando llego la crisis”.

Respecto a la forma de enfocar el futuro, su presidente afirma que durante el concurso, “seguiremos intentando encontrar financiación de terceros; fondos que quieran invertir en la empresa con algún tipo de solución financiera, con el objetivo de que la compañía pueda salir lo antes posible del concurso”. Confía en que el resultado final sea “una nueva Tinamenor con el mismo empleo y una viabilidad financiera garantizada. Este es el objetivo primordial, añade.

 

AGRADECIMIENTOS

Seguro de que el Grupo y sus empresas saldrán adelante, su presidente, en nombre del Consejo de Administración quiere dar las gracias al equipo de trabajadores, “que han aguantado la difícil situación económica de nuestro grupo de empresas”; también al Gobierno de Cantabria, a todos los gobiernos, “que siempre, incluso en los años más difíciles han ayudado y apoyado la supervivencia de nuestra compañía, apoyándonos incluso ante el Gobierno de la nación, la Dirección General de Costas y otros organismos de los que un sector como el nuestro depende en gran medida”.

Gustavo Larrazábal agradece también “la lealtad de nuestro socio, Cantabria Capital, que en estos años nos ha permitido encauzar iniciativas complejas”; también a los proveedores, “por creer en nosotros y otorgarnos el crédito que nos han concedido en estos últimos años. Sentimos de verdad todo el trastorno que esta situación pueda conllevarles”. Y, por último, “a los bancos porque, a pesar de todo, la mayoría ha creído en nosotros hasta el final. Sólo la cerrazón y la falta de visión de unas pocas personas ha precipitado esta situación”.