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El Museo Marítimo ya expone al público el calamar gigante

El consejero de Educación, Cultura y Deporte Miguel Ángel Serna considera que el ejemplar "será una de las grandes estrellas del Museo en los años venideros". Se ha contado con la colaboración de Ángel Guerra.

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26-08-2014

El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Miguel Ángel Serna, ha asistido esta mañana en el Museo Marítimo del Cantábrico (MMC) a la presentación a los medios de comunicación y al público en general del calamar gigante hallado el pasado 1 de octubre en la playa de La Arena, en Pechón. Una vitrina especial de cuatro metros de longitud alberga en líquido conservante a este ejemplar de cefalópodo hembra, perteneciente a la especie Architeuthis dux, que completamente estirado mide 10,41 metros. La pieza se exhibe en el hall principal de la planta baja, muy cerca del esqueleto de la gran ballena.

Serna ha dicho que la recuperación y exhibición de este ejemplar "supone un antes y un después para el Museo Marítimo, así como un legado importante para las jóvenes generaciones, que podrán contemplar una pieza de un atractivo muy singular, como lo son el esqueleto de la gran ballena que aquí se exhibe o la sardina de dos cabezas". El consejero considera que será un foco de atracción para los escolares ante el próximo curso, y ha reiterado que el calamar gigante "será una de las grandes estrellas del Museo en los años venideros".

En al acto han estado presentes el director general de Cultura, Joaquín Solanas;  el director general de Turismo, Santiago Recio, y el director del MMC, Gerardo Castrillo, quien ha calificado al calamar gigante de "primer ejemplar de estas características que se encuentra en Cantabria".

 

Gerardo Castrillo: "Valor cultural y científico"

Apoyándose en una proyección, Castrillo ha desmenuzado los pormenores del proceso de recuperación de este animal marino, que ha contado con un equipo técnico del Museo Marítimo compuesto por biólogos, técnicos de laboratorio y mantenimiento, veterinario y personal de la Consejería y del propio museo, que han trabajado en su recuperación durante 223 horas. Se ha referido además a las actividades educativas y de difusión que se llevarán a cabo "por su valor cultural y científico".

El procedimiento seguido comenzó con el bloqueo de la descomposición que presentaba este animal marino, seguido de su congelación a -19º centígrados durante tres meses para mantener tejidos y estructuras. Posteriormente, el veterinario del Museo Marítimo procedió a la necropsia y estudio interno de esta "hembra joven, que no se había reproducido". Castrillo ha explicado también el tratamiento y fijación del calamar en formol al 8%, y su conservación en etanol al 70%. El siguiente paso fue su introducción en una urna para su exhibición.

El director del museo ha destacado el proceso de estudio y preparación, para el cual se ha contado con la colaboración de Ángel Guerra, investigador del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y considerado como "el mejor especialista en cefalópodos de España".

Esta especie habita en aguas profundas cercanas al talud continental. Se da la circunstancia de que las hembras son de mayor tamaño que los machos. Sus tentáculos terminan en unas mazas con ventosas armadas con un anillo denticulado, que les sirve para capturar las presas. En la boca, situada en el centro de los brazos, tienen una estructura semejante a un pico de loro con el que se alimentan de otros calamares, peces y crustáceos. En el caso que nos ocupa, los expertos calculan que este cefalópodo gigante tendría un peso estimado de unos 180 kilos.