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El PP admite ya que Rajoy puede intentar una segunda investidura tras las vascas y gallegas

El contrato único, una de las promesas electorales de Ciudadanos, es, de momento, el principal escollo de la negociación del partido de Albert Rivera con el PP en el capítulo de las medidas económicas

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El PP admite ya que Rajoy puede intentar una segunda investidura tras las vascas y gallegas
22-08-2016

SE HAN CUMPLIDO 300 días desde que  Mariano Rajoy  disolvió las Cortes para celebrar las elecciones generales del 20 de diciembre. El efecto combinado de un Congreso muy fragmentado por la irrupción de Podemos  y Ciudadanos y la incapacidad manifiesta de los partidos para alcanzar acuerdos ha provocado que, diez meses después, y tras dos pasos por las urnas, el país carezca de un Gobierno con capacidades plenas para afrontar la larga lista de problemas de España, que la confianza de los ciudadanos en los políticos esté bajo mínimos y que el Parlamento tenga su cuenta legislativa real a cero desde el 20 de octubre del 2015, cuando aprobó su última ley, los Presupuestos del Estado del 2016. Es la instantánea de una España en funciones que por el momento no tiene fecha de caducidad, pues nada asegura que de la sesión de investidura que se celebrará la próxima semana vaya a salir un nuevo presidente y un Ejecutivo.

En este contexto de provisionalidad, fuentes populares admiten ya que Mariano Rajoy puede fracasar en la investidura a la que se someterá la semana que viene y coinciden en colocar un segundo intento de Rajoy una vez se hayan celebrado las elecciones vascas y gallegas, previstas para el próximo 25 de septiembre.

Rajoy ha conseguido el apoyo de Ciudadanos y de la diputada de Coalición Canaria. Eso le sitúa en 170 apoyos, aún lejos de los 176 que configuran la mayoría absoluta en el Congreso. La negativa del PSOE a abstenerse se mantiene, por lo que en el PP ya empiezan a vislumbrar que Rajoy fracasará en su investidura de la semana que viene.

La idea del PP es que los cinco diputados del PNV voten a favor de Rajoy en una segunda investidura a finales de septiembre o en octubre a cambio del previsible apoyo que necesitarán los nacionalistas para gobernar en el País Vasco. Otra posibilidad es que en esa segunda investidura, Sánchez dé su brazo a torcer para evitar unas terceras elecciones precisamente el día de Navidad.

Mientras, el PP y Ciudadanos han iniciado las negociaciones para esta primera investidura. El contrato único, una de las promesas electorales de Ciudadanos, es, de momento, el principal escollo de la negociación del partido de Albert Rivera con el PP en el capítulo de las medidas económicas, porque la formación que lidera Mariano Rajoy se niega a aceptarlo.

Fuentes de Ciudadanos han confirmado el escollo del contrato único y lamentan que el PP no parece que quiere acabar con los contratos temporales.

También han encontrado ambos partidos otra discrepancia en este primer gran bloque de negociación: la cuota que pagan los autónomos, pues Ciudadanos quiere que sea progresiva, y el PP esta dispuesto a estudiarlo, según han confirmado las fuentes consultadas.

En su programa electoral, Ciudadanos lleva el contrato único laboral como la primera de sus promesas económicas y lo define como un nuevo "contrato estable e indefinido, que proteja a los trabajadores y ayude a acabar con la precariedad laboral", el cual evitaría encadenar contratos temporales.

Los populares, sin embargo, creen que debe haber más de una modalidad de contratación y, aunque en su programa no especifican los tipos, sí prometen fomentar la creación de empleo indefinido y combatir la "excesiva dualidad" del mercado laboral.

Aunque ahora le reclama al PP el contrato único, en el pacto que firmó con el PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez en la anterior legislatura, Ciudadanos aceptó reducir a tres -y no a uno- los números de contratos: fijo, de formación y "estable progresivo" (el temporal actual).

Actualmente, hay cuatro tipos básicos de contrato: el indefinido, el temporal, el contrato para la formación y el aprendizaje y el contrato en prácticas.

Dentro de cada uno de ellos, sobre todo en los casos del indefinido y temporal, hay además diferentes modelos, cerca de una veintena.

Así, por ejemplo, dentro del contrato indefinido hay uno de apoyo a los emprendedores, otro para personas con discapacidad, para mayores de 52 años, etcétera.

Igualmente, dentro de los temporales están los contratos por obra y servicio, por interinidad, circunstancias de la producción y otros más.

Hay en estas negociaciones otra discrepancia en materia económica y laboral: la legislación sobre autónomos.

Ciudadanos quiere una reforma por la que los autónomos paguen una cuota variable según los ingresos. El PP ha prometido estudiar esta medida.

Tanto un asunto como el otro volverán a estudiarse en la reunión que ambos partidos mantienen este lunes por la tarde para tratar de cerrar un acuerdo sobre este primer bloque de la negociación.