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El centro-derecha luso busca pactar con el PS para evitar un colapso político

Los socialistas rechazan formar un frente de izquierda con el Bloque y el PC Portugal entra en un periodo de inestabilidad al menos hasta junio

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06-10-2015

 

El primer ministro portugués, el socialdemócrata Pedro Passos Coelho (PSD, centro derecha), logró el pasado domingo sobrevivir a cuatro años de intensa austeridad, en unas elecciones legislativas marcadas por una abstención del 43%, que representa una marca histórica. Sin embargo, la victoria en minoría de la coalición que encabeza Coelho (PSD más los democristianos del CDS-PP) introduce a Portugal en una senda de inestabilidad, ya que las fuerzas de izquierda obtuvieron más votos que los ganadores, que perdieron la mayoría absoluta de la que gozaban desde 2011.

Esto obliga a los ganadores a algún tipo de acuerdo con los socialistas, que, pese a su derrota (obtuvieron el 32,3% de los votos frente al 38,5% de la coalición CDS-PP) tienen la llave de la gobernabilidad. La posibilidad de convocar nuevas elecciones queda del todo descartada, ya que las presidenciales están previstas para enero y la ley lusa establece que seis meses antes y después de esos comicios no puede haber una disolución parlamentaria.

Algún tipo de entendimiento provisional que permita evitar el caos hasta el próximo mes de julio es, pues, preciso. Así las cosas, el presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, tiene dos opciones: aceptar el Gobierno en minoría de Passos Coelho, que debería contar con la abstención de los socialistas, o exhortar a los conservadores a un acuerdo con aquellos para explorar las posibilidades reales de un Gobierno de concentración.

Con el escrutinio casi completo -cuatro escaños dependen del voto depositado en los consulados-, la coalición conservadora cuenta 104 escaños sobre un total de 230, los mismos que suman entre los socialistas (85) y los marxistas del Bloque de Izquierda (19), un grupo que mantiene vinculación con la Syriza griega y al que, por extensión, se relaciona con Podemos. El PC, que obtuvo 17 escaños, permitiría a la izquierda rebasar con comodidad la mayoría absoluta, fijada en 116 escaños, pero las diferencias programáticas hacen inviable esta opción. El PC exige, por ejemplo, salir del euro, cuestión que los socialistas ni se plantean y en la que el Bloque ha mantenido actitudes cambiantes.

"Si la coalición de derecha no tiene mayoría, no será el Bloque de Izquierda el que le ayude a formar Gobierno", dijo el domingo por la noche la líder del grupo marxista, Catarina Martins, abriendo así la puerta a una hipotética negociación con el PS. Sin embargo, el aspirante socialista, António Costa, pareció cerrar esa misma puerta, al decir poco después que no alimentará "mayorías negativas".

El diputado socialista Vitalino Canas interpretó ayer que las palabras de Costa mostraron que está dispuesto a hablar con "la izquierda y la derecha" y auguró que la posición oficial de la formación quedará más clara hoy, martes, tras una reunión de sus dirigentes.

La supervivencia de Passos Coelho tras cuatro años de austeridad, derivada del rescate de 78.000 millones pactado en 2011 con el FMI y el BCE, se explica, según los analistas portugueses tanto por la incipiente recuperación económica como por el hecho de que fueron los socialistas quienes pusieron en marcha las primeras medidas traumáticas para hacer frente a la crisis. Además, el encarcelamiento durante meses del ex primer ministro socialista José Sócrates, acusado de corrupción y en arresto domiciliario en espera de juicio desde hace solo semanas, no ayudó a mejorar la imagen del cartel socialista