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Emoción contenida en el entierro de los guardias civiles muertos en un rescate de montaña

Bajo el estricto protocolo militar, las viudas, hijos y padres de los tres fallecidos les dieron un último adiós privado, sin cámaras ni fotógrafos. Una despedida íntima, dolorosa e intensa en medio de una emoción contenida.

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23-08-2014

 

A las 4.15 de la tarde, los familiares y amigos de los tres guardias civiles muertos ayer en Maraña al estrellarse su helicóptero cuando estaban rescatando a un deportista herido en el pico La Polinosa comenzaron a abandonar la Comandancia de León camino de la Catedral.

Bajo el estricto protocolo militar, las viudas, hijos y padres de los tres fallecidos les dieron un último adiós privado, sin cámaras ni fotógrafos. Una despedida íntima, dolorosa e intensa en medio de una emoción contenida y un silencio interrumpido por el llanto. A esa hora, la Catedral estaba ya llena. Cientos de leoneses, representantes políticos y mandos de la Guardia Civil, del Ejército del Aire, de la Marina y el Ejército de Tierra, de Protección Civil, 112, los Servicios de Emergencia y Cruz Roja acudieron a despedir a los guardias civiles que se jugaron la vida y la perdieron para rescatar a un montañero herido. Pero, sobre todo, la joya del gótico estaba llena de amigos, de gente que admira en silencio la labor de estos agentes.

El trasiego de oficiales por la calles aledañas a la Comandancia fue desde ayer por la noche incesante. Han llegado desde todos los puntos del país y llenaron los hoteles de la ciudad. No en vano, el capitán Emilio Pérez Peláez, el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez, ambos pilotos, y el guardia especializado en rescates José Martínez Conejo eran una especie de héroes no sólo para los montañeros, también para sus compañeros. Hoy todos, de riguroso traje, con galones y estrellas o con el luto sentido del compañero raso, les han dicho adiós para siempre.  

En la Catedral estaban también montañeros y deportistas de élite aún impresionados por la muerte de quienes consideran 'los ángeles de la Montaña' y con quienes coincidían a menudo en sus escaladas. Especialmente con Conejo, de 47 años y natural de Laguna de Negrillos, un hombre deportista al que veneran en la estación de esquí de San Isidro.

A las cinco de la tarde, con puntualidad castrense, los tres coches fúnebres enfilaron la plaza de la Catedral. Un silencio absoluto en una de las pocas tardes muy calurosas de este verano permitió escuchar con nitidez las órdenes de los militares. Un funeral castrense, sobrio y emotivo.

Tras los tres coches fúnebres llegaron tres minibuses, uno para cada una de las familias de los fallecidos. Bajaron de los autobuses y se colocaron tras los féretros. Entonces, la gente congregada en la plaza los homenajeó con un cerrado y respetuoso aplauso. Centenares de ramos de flores dejaron patente a las puertas de la iglesia y en la Comandancia el profundo respeto por los tres agentes fallecidos.

Especialmente emotiva fue la llegada del guardia civil superviviente, Enrique Ferrero, hoy también con una gran entereza. Él y sus tres compañeros fallecidos ostentan la máxima condecoración que pueden recibir, además de la gratitud eterna de todos a los que han salvado. El ministro del Interior, presente en la Catedral (emprendió ayer viaje a León nada más conocer el accidente), les impuso la Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo y la Cruz al Mérito de Protección Civil con distintivo rojo. La ceremonia de imposición de las medallas a título póstumo para Pérez Peláez, Benito y Conejo y al único agente superviviente, Enrique Ferrero, impactó a todos los asistentes. El ministro besó una a una los galardones que fue colocando sobre los féretros cubiertos con la bandera de España. Con los compases de la Marcha Fúnebre interpretada  por una banda militar, los ataúdes entraron en la Catedral.

Durante la misa, el arzobispo castrense, Juan del Río, que presidió el funeral acompañado del obispo de León, Julián López, destacó el "valor y entrega" de los fallecidos.

El acto contó con la presencia de innumerables autoridades con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díez como máxima representación del Estado, el director general del Instituto Armado, Arsenio Fernández de Mesa, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, así como una amplia representación de políticos leoneses.


CRÓNICA DE UNA TRAGEDIA

 La imagen del único superviviente, sargento Enrique Ferrero, corresponde al facebook de Liebana Generosa.

El accidente del helicóptero que se ha estrellado esta mañana en las proximidades del pico La Polinosa, en Maraña, se ha cobrado la vida de tres agentes de la guardia civil especialmente entrenados para actuar en zonas de montaña y lugares de difícil acceso.

Los fallecidos son dos pilotos con gran expericencia, el capitán Emilio Peláez (de 56 años) y el teniente Marco Antonio Benito (de 50 años), así como un agente del Greim especializado en atención a heridos en alta montaña, José Martínez Conejo (de 48 años). El capitán y el teniente pertenecían al Servicio Aéreo de la Guardia Civil con base en La Virgen del Camino, mientras que el guardia civil era del Grupo de Rescate Especial de Intervención de Montaña (Greim) que tiene base en Sabero. 

El rescatador José Martínez Conejo es natural de Laguna de Negrillos. En el 2001 fue el San Sebastián en el conocido Corpus de Laguna, un honor reservado a los hombres nacidos en el pueblo.

Según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, en el helicóptero viajaban dos pilotos de la base de León y dos rescatadores del Grupo de Rescate Especial de Intervención de Montaña (Greim) de Sabero (León) y uno de ellos ya había abandonado el helicóptero para iniciar el proceso de inmovilización del montañero herido que había solicitado asistencia.

Fue en este momento cuando el aparato, con tres ocupantes a bordo, ha tocado la pared de una zona escarpada de la montaña en la zona de La Polinosa, enclavado en el Parque Natural de los Picos de Europa, y se ha precipitado por una ladera abajo.

El accidente se ha producido en torno a las 09.00 horas y ha sido el agente superviviente del suceso quien ha avisado a los servicios de emergencias y ha confirmado el fallecimiento de sus tres compañeros.

Tras esta llamada de alerta, el Centro Coordinador de Emergencias ha activado un helicóptero de salvamento de Protección Civil que se ha dirigido a la zona del suceso con dos rescatadores a bordo.

Tanto el montañero herido, que sufría una fractura de tobillo, como el miembro del Greim que ya estaba en tierra, han sido auxiliados y trasladados a centros asistenciales. El montañero, que había resultado herido con una fractura de tobillo, ha sido evacuado por el Grupo de Rescate de bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) y ha sido trasladado al Hospital Comarcal de Arriondas.

TRES MUERTOS

Tres guardias civiles han fallecido esta mañana hacia las 9 de la mañana al estrellarse el helicóptero del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) que realizaba un rescate de montaña en la zona de la Polinosa, en el término municipal de Maraña. Según las primeras informaciones, los fallecidos son un capitán y un teniente de la Guardia Civil, tripulantes del aparato, y un agente del Greim. 

Según señalan fuentes del Servicio de Emergencias Castilla y León 112, el helicóptero ha tocado la pared de la montaña y se ha precipitado por una ladera con las tres personas a bordo. Según las primeras informaciones, uno de los ocupantes del aparato había descendido del helicóptero para asistir a un montañero herido en una pierna, cuando las aspas del helicóptero tocaron la pared de la montaña y el aparato se precipitó al vacío.

Los Servicios de Emergencia han confirmado el fallecimiento de los tres ocupantes del vehículo. En la zona del accidente se encuentra el helicóptero de salvamento de Protección Civil con dos rescatadores a bordo y se ha dato aviso al Servicio Aéreo de Rescate (SAR), a Guardia Civil, y bomberos de León, a Cruz Roja que pone en prealerta sus recursos. Emergencias Sanitarias- Sacyl ha enviado a la zona una ambulancia de soporte vital básico y un helicóptero medicalizado.Además se está en coordinación con el 112 de Asturias, que ha activado un helicóptero de rescate con cuatro personas a bordo.

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