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Empezar un negocio en Internet: qué tener en cuenta para el propio proyecto

La inversión es menor que si se tuviese una tienda física o una oficina, y siempre se puede recurrir tanto a ahorros personales como a préstamos online en el acto, una muy buena opción si se requiere una cantidad pequeña de dinero

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Empezar un negocio en Internet: qué tener en cuenta para el propio proyecto
20-02-2017

Gracias al desarrollo de internet, todos aquellos que quieren emprender se plantean hacerlo a través de un negocio online. La inversión es menor que si se tuviese una tienda física o una oficina, y siempre se puede recurrir tanto a ahorros personales como a préstamos online en el acto, una muy buena opción si se requiere una cantidad pequeña de dinero con cierta premura.

Para iniciar un negocio desde cero, lo más importante es la idea y contestar a una serie de preguntas tales como: ¿Cuál es mi propuesta de valor? ¿Existe en el mercado algo así? ¿Qué solución ofrezco a mi público? Y, sobre todo, ¿quién es mi público y dónde está?

Una vez respondidas sinceramente estas cuestiones, comienzan los trámites burocráticos que son idénticos a los de cualquier negocio: darse de alta en el registro de actividades así como en autónomos. Para ello, se puede contar con la ayuda de un asesor que nos oriente y nos asegure que finalizamos con éxito todo el proceso administrativo.

Si vamos a comercializar nuestro producto o servicio a través de la web, debemos registrar el dominio. Muchos emprendedores compran tanto el dominio .com, como el .es para evitar confusión o ambigüedades.

Si es una tienda, tendremos que tener en consideración que ésta tendrá que incorporar una pasarela de pago, por lo que hay que consultar con los bancos y ver cuál de ellos nos conviene más.

No debemos olvidar que una tienda online sólo se distingue de la física en su naturaleza. Por lo demás, igualmente, ha de ser atractiva, tener ordenados los productos por categorías, fotos cuidadas y de fácil navegación y limpia. Además, se debe incluir visiblemente la tarifa de precios así como las condiciones de venta (plazos, devoluciones, garantías…) y se tendrá que contar, posteriormente, con un servicio de envíos.

Pero lo más importante: los clientes. Aquí la diferencia con una tienda física es inmensa. En una ciudad, bastaría con tener un escaparate aparente, que llamase la atención, en una zona céntrica de tránsito, pero en el mundo online el universo es inmenso y atraer al público es más complicado, ya que, para alcanzar el éxito, no podemos estar cruzados de brazos y esperar a que acudan a una llamada que no hacemos. Por ello, es interesante que la web esté muy bien optimizada. Para atraer tráfico podemos servirnos de redes sociales activas y de campañas de display. Las posibilidades de promoción en internet son infinitas, pero hay que saber acotarlas bien para poder sacarles el máximo partido posible.

Asimismo, debemos hacer actividad de seguimiento, estudiar el compartimiento que tienen nuestros potenciales clientes una vez llegados a nuestra web. Analizar el tiempo que permanecen, qué secciones visitan más, de dónde vienen o cuál es el porcentaje de rebote. Estos datos hay que transformarlos en información porque nos servirán de guía a la hora de poder mejorar.

Y, lo más importante de todo cuando se inicia un negocio: hay que tener paciencia. Los comienzos nunca fueron fáciles, pero con trabajo, ilusión y confianza en uno mismo se puede alcanzar el éxito.