Empresa y trabajadores acuerdan extinguir el ERTE en Draka Comteq, por la llegada de inversión y nueva maquinaria
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo, ha afectado a los 175 empleados de la fábrica de cable de fibra óptica ubicada en Maliaño desde el pasado mes de febrero
07-12-2016
Respresentantes de CCOO del comité de empresa de Draka Comteq. Foto Pedro Puente Hoyos
El presidente del comité de empresa, Víctor Solana, ha explicado que los trabajadores han pasado un año “muy difícil” por la “casi inexistente” relación con la dirección que ha llevado a la plantilla a convocar paros e incluso dos jornadas de huelga ante un ERTE “no justificado” y por la gestión de una situación que, en ocasiones ha tenido que resolverse en los juzgados, y que podría haberse solucionado de otra manera “menos traumática”.
Solana ha indicado que la incorporación de nuevas máquinas ha supuesto la contratación de 25 trabajadores eventuales y que hay “buenas” perspectivas de trabajo a corto y medio plazo para incrementar las exportaciones ya que, al elaborar nuevos cables de fibra óptica, se han abierto nuevos mercados, como Portugal y Sudáfrica, lo que aumentará la producción que se realiza para fuera de España, que ahora supone el 70 por ciento del total.
Entre los motivos que han facilitado este acuerdo, el presidente del comité de empresa ha valorado los cambios que se han producido en la dirección de la planta de Cantabria y el aumento del trabajo por lo que “el fantasma de la deslocalización parece esfumarse por el momento” y el mantenimiento de los puestos de trabajo “parece que empieza a consolidarse”.
Solana ha recordado que solo en 2016 se han despedido a 10 trabajadores, que en los últimos cinco años se han perdido 35 puestos en el departamento de administración, repartiendo el trabajo entre los 35 empleados que quedan, y que se han amortizado todos los puestos de los trabajadores que se jubilaban, impidiendo que se produzca el contrato relevo para que una persona más joven opte a ese puesto, lo que ha provocado una “reducción considerable” de la plantilla.
EL comité de empresa ha denunciado durante meses que era “más que probable” que se produjera una deslocalización y que acabaran trasladando la fábrica a Barcelona donde ya se estaba desarrollando la gestión, administración y dirección de la empresa. En Cantabria solo quedaba la producción.
Solana también ha explicado que han conseguido “cerrar” el convenio colectivo cuya vigencia era hasta 2015, acabando con las diferencias económicas que se les debía a parte de los trabajadores, promociones internas, sanciones y despidos, aunque ha advertido de que todavía quedan “flecos pendientes”, pero que facilitará “las cosas de cara al nuevo convenio”.
El representante de los trabajadores ha querido agradecer el apoyo de la vicepresidenta del Gobierno regional, Eva Díaz Tezanos, el de la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, y la Consejería de Industria, a los medios de comunicación por la difusión de la situación y a la sección sindical de CCOO por el asesoramiento jurídico y de procedimiento.