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Antiviolencia decidirá si propone sanciones por la sonora pitada al himno en el Nou Camp

El Gobierno ha convocado la Comisión contra la violencia para este lunes tras condenar los silbidos en el Camp Nou

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22-05-2015

 El Gobierno ha condenado la pitada al himno de España  que se han escuchado en la final de la Copa del Rey celerada en el Camp Nou y disputada entre el Athletic y el Barcelona, y ha convocado para este lunes a la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que podría proponer sanciones.

Dicha comisión podrá "proceder a denunciar las actuaciones inconvenientes y, en su caso, proponer las sanciones que fueran procedentes, en aplicación de la vigente legislación, cuyos principios deben ser preservados".

El Gobierno condena "los ataques contra los símbolos que representan al conjunto de los españoles, a la democracia que los ampara y a la convivencia que comparten".

?De la misma manera, ha considerado que cualquier muestra o manifestación de intolerancia es siempre reprochable "y lo es más todavía cuando busca la repercusión pública aprovechando un espectáculo deportivo".


MESSI DA LA COPA AL BARÇA

Una brillante primera parte ha encarrilado la conquista del 27º título de Copa para el Barça, en una final que ha durado hasta que ha querido Messi. En una jugada portentosa, una más, el argentino ha controlado el balón cerca del centro del campo, se ha esfumado de tres marcadores, ha sorteado la llegada del central en el área y ha soltado un gatillazo con su zurda de oro para establecer el 0-1 (m. 20). Y eso que el partido se había puesto muy bien con anterioridad para los azulgranas, pero el juez de línea ha anulado erróneamente un gol de Neymar por supuesto fuera de juego, cómo no, a pase de Messi, marcado por Balenziaga por todo el campo, aunque con poco éxito.

 

El gol ha supuesto una losa demasiado pesada para el Athletic, muy remiso ya a salir de su campo aunque sí que ha mantenido una cierta presión en todo el campo en el tramo inicial, aunque con poca consistencia. La final se ha decantado un poco más cuando Neymar ha marcado a puerta vacía (0-2, minuto 36), después de una extraordinaria combinación al primer toque entre Messi, Rakitic y Suárez. El Athletic ha reaccionado con un disparo poderoso de Williams que ha rozado el travesaño, al borde del descanso, en la mejor ocasión bilbaína.

 

Reservando fuerzas para Berlín

 

En una segunda parte menos intensa pero en la que el Barça ha dominado en todo momento, el equipo de Luis Enrique ha administrado su ventaja con inteligencia e incluso ha podido empezar a pensar ya en la final de la Champions en Berlín, reservando algunas fuerzas. En este sentido, Xavi ha relevado a Iniesta, con alguna molestia muscular, para evitar males mayores y tener al manchego listo para Berlín, a falta de los exámenes médicos. Messi, de nuevo, ha sellado la goleada con el 0-3 (m. 73), a pase de Alves. Mathieu por Alba y Pedro por Suárez han sido los otros cambios del técnico azulgrana.

 

El Barça, en un plácido final, a pesar del gran gol de Williams de cabeza (1-3, m. 79), ha sellado su 27ª Copa acompañada además con el registro goleador del tridente azulgrana, batiendo un récord histórico. Con 120 tantos, los tres delanteros han batido todos los registros (58 de Leo, 38 de Ney y 24 de Suárez) en una temporada que ya ha caído el doblete. Solo falta la Champions y que Xavi se pueda despedir con un gol. Hoy ha estado a punto, pero el palo se lo ha impedido.


EXPECTACIÓN

Esta copa vale doble, Barça. Ganarla, significa aspirar a algo que ningún club en la historia ha conseguido. La final de la Copa del Rey se juega en el Camp Nou, pero en el estadio los aficionados del Athletic de Bilbao serán mayoría. Es como si el campo fuera de ellos porque hasta ocuparán el vestuario del Barça, y los blaugrana irán al de los visitantes. Y lo mismo pasará en los banquillos. No es un partido para conservar fuerzas pese a que la guinda de la Champions pueda llamar más la atención. No hay tres sin dos. Y el Barça lo sabe. Hubiera sido preferible jugar esta final después de la de Berlín, pero así está el calendario, y hoy lo importante es que este Barça, que ha convertido el Camp Nou en una catedral de felicidad este año, vuelva a vencer.

hoy por las principales calles de Barcelona aparezca una marea rojiblanca que sobre todo se percibirá más, a partir de las 21.30 de la noche dentro del Camp Nou. Son aficionados del Athletic que han venido en masa a Barcelona –se calcula que la invasión será de casi 50.000 aficionados, 10.000 de ellos sin entradas– para apoyar a su equipo en la final contra el Barça.

La marcha vasca a la capital catalana es comprensible. Para ellos la final de la Copa es su Champions. El único título que pueden conquistar esta temporada. Les brinda también la posibilidad de ganar un torneo y acabar con la mala racha de tres finales perdidas desde el 2009. Tienen, además, a su ciudad engalanada, vestida también con los colores rojiblancos. Al principio, pensaron que jugar la final en el Camp Nou era como meterse en la boca del lobo, pero a medida que han pasado los días, tanto el equipo de Ernesto Valverde como los aficionados se han animado, y como son vascos están desde ayer en Barcelona dispuestos a ganar, mentalizados para dar un maracanazo en el Camp Nou, pensando en aguar la gran fiesta del Barça, que aspira a ganar los tres títulos más importantes por segunda vez en la historia, hecho que lo convertiría en el único que repetiría el triplete de coronas.

Vencer la obsesión o las ansias de completar una temporada histórica puede que resulte el principal desafío mental del Barça ante la final de esta noche. Conoce el Barça las armas del Athletic y está convencido que hoy planteará un partido agresivo, de choque, de presión, de contacto, que irá a buscarlo en la defensa.

Ganar el título de Copa es lo prioritario para los blaugrana, tanto como olvidarse que el próximo sábado tendrán la oportunidad en Berlín de conquistar su quinta Champions. Asegura José María Bakero, uno de los grandes capitanes del dream team, que en el terreno de juego no habrá un solo jugador del Barça que se reserve para la final de la Champions. “Están ante una oportunidad única”, dice Bakero. “En el campo sólo existe un partido. Ante dos finales como estas no conozco a ningún jugador que vaya con el freno de mano”, añade.

Luis Enrique, entrenador del Barça, también está convencido que sus jugadores sólo pensarán en la Copa. No es un partido para no meter el pie. El equipo de Valverde acabó la Liga con siete partidos sin conocer la derrota. El último equipo que lo derrotó fue el Espanyol, y eso fue el 12 de abril.

Aparte de ser una final, el partido es complicado porque sobre el papel, el Barça, al jugar en su estadio, sale de favorito. Y, además, en el ambiente puede que más de un aficionado piense que lo de esta noche ya está ganado. Cierto que, individualmente, el Barça es superior, pero que nadie caiga en el error de decir que “nosotros tenemos a Messi y ellos a Aduriz” como pasó en 1994, en Atenas, cuando Johan Cruyff dijo aquello de “ellos (el Milan) tienen a Desailly y nosotros a Romário”.

El Barça no contempla la derrota en su campo, algo que solamente han conseguido Celta y Málaga esta campaña. Es verdad que tiene a Messi y hoy cuenta también con Neymar y Suárez, recuperado, y Ter Stegen, toda una garantía en la portería. Es tu final de Copa, Barça. Tómala.