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José Ramón Saiz reiteró la petición de que el Ara del Dobra se instale de nuevo en la calle Serafín Escalante

En etapa del alcalde Calderón el monumento instalado en dicha calle se trasladó a Sierrapando, significando la pérdida de una seña de identidad, además del costo de la decisión.

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José Ramón Saiz reiteró la petición de que el Ara del Dobra se instale de nuevo en la calle Serafín Escalante
23-02-2017

EL LEGADO DE DON HERMILIO ALCALDE DEL RÍO. TORRELAVEGA Y SU MEMORIA.

 

El doctor en Periodismo y Académico de la Real Academia de la Historia, José Ramón Saiz,  participó como coautor en la presentación del libro sobre la figura de don Hermilio Alcalde del Río en el 150 aniversario de su nacimiento, iniciativa de la Sociedad Cántabra de Escritores. En este acto también intervinieron el escritor Manuel Bartolomé García, el historiador local, José Ortiz Sal, además de altos funcionarios del Gobierno de Cantabria sobre la prehistoria y las cuevas con el papel relevante de don Hermilio. También actuó la Agrupación Virgen de las Nieves, de Tanos, que Alcalde del Río presidió en 1925. La coordinación del acto corrió a cargo del presidente de la SCE, Marino Pérez de Avellaneda, asistiendo el alcalde Cruz Viadero y un director general de la Consejería de Educación.

José Ramón Saiz comentó, muy sucintamente, algunas reflexiones  sobre la figura de don Hermilio, fallecido en Torrelavega el 2 de junio de 1947 a los 81 años de edad. Cantabria y la capital del Besaya le deben numerosos trabajos espeleológicos, arqueológicos y folklóricos. Renombrado descubridor de cuevas prehistóricas, escritor y pintor, además de  director de la Escuela de Artes y Oficios desde su fundación en 1892 hasta 1943, fue también  concejal y Alcalde de Torrelavega (1920-23), desempeñando durante una corta etapa la dirección de la publicación local, de espíritu regionalista-conservador, Hidalguía Cántabra (1913), publicación en la que también velaron sus armas periodísticas José del Río Sainz (Pick) y Florencio Ceruti, hijo. En Hidalguía Cántabra escribió artículos con el seudónimo de Besayo.

Durante casi cuatro décadas ejerció este sabio modesto –así lo define José del Río Sainz, el popular Pick- un triple magisterio que hubiera abrumado con su peso a hombros más robustos: el pedagógico, en la Escuela de Artes y Oficios, educando a generaciones de torrelaveguenses y contribuyendo a la creación de la atmósfera artística que se respiraba en la ciudad del Besaya, ambiente que tuvo su exponente en la Biblioteca Popular que posteriormente se prolongó en Dobra; el magisterio de la ciencia espeleológica, en la que brilló con luz propia, como lo atestiguan sus obras, alguna de las cuales se editó con el patrocinio del Príncipe de Mónaco; y el magisterio literario que produjo dos libros costumbristas de extraordinario valor para el conocimiento de nuestro léxico.

Sus observaciones sobre los temas que dominaba, y de un modo especial, sobre el lenguaje de las gentes de la Cantabria del interior, eran originales y curiosas. Estos dos libros son valiosísimos por el repertorio de voces y modismos montañeses que aportan para un estudio general léxico-gráfico de Cantabria. Escritos sin pretensiones literarias, los cuadros o escenas se reducen a diálogos tomados del natural, sin aditamentos ni afeites en lo que radica su principal mérito pues no se desvirtúa su autenticidad.  Nos permiten saber como los cántabros del interior hablaban en un momento dado de nuestra historia, cómo trabajaban, cómo celebraban sus fiestas o penaban en sus conflictos. Cómo vivían, en suma.

Un crítico tan competente en estas materias como Adriano García Lomas ha dicho del escritor Hermilio Alcalde del Río: “Espléndido de léxico, profundo en topografía popular y celos en nutrir como un caudal inmenso la dialéctica indígena, mantiene en sus pláticas la pintoresca charla y el donoso palique aldeano. Es notoria la excepcional competencia lingüística y la fecunda variedad  de giros, valientes e inéditos, diseminados a mansalva  en sus producciones hasta formar un compendio de folklore, del que no podrán prescindir ni el etnógrafo ni el filólogo”.

Tras su muerte en 1947, el Ayuntamiento acordó dar su nombre a una de las calles de la ciudad. Gracias a la iniciativa del editor de Cantabria Tradicional, Ramón Villegas, se reeditó su obra Escenas cántabras, que tuve la oportunidad de entregar a su hija, Angelines Alcalde, fallecida a los 103 años en 2008, persona entrañable a la que visité con frecuencia en la residencia de la tercera edad donde pasó sus últimos años.

Analizo a continuación dos hechos que tenemos que lamentar sobre el trato de Torrelavega hacia esta figura emblemática de nuestra historia.

En 2001 se instaló en el corazón de la calle Serafín Escalante –el joven malogrado de Viérnoles que pudo llegar a sabio como Menéndez y Pelayo- y enfrente mismo del Mercado de Abastos una reproducción en bronce del Ara del Dobra, descubierta en 1925 por Hermilio Alcalde del Río y cuyo original se encuentra en el Museo de Prehistoria y Arqueológico de Cantabria. Se trata del ara al dios Erudino que fue colocada como ofrenda en el monte Dobra, y que data del año 399.

Estaba dedicada a un dios, Erudinus, a quién se rendía culto desde la cima del pico Dobra, en Torrelavega, donde se encontró este ara con una inscripción fechada en el año 399 cuando reinaba Teodosio I el Grande. Teodosio, mediante el Edicto de Tesalónica, convirtió al cristianismo ortodoxo en la religión oficial del Imperio. El ara original esta en el Museo de Prehistoria y lo que ahora se ha retirado es la reproducción en bronce, en la que se puede leer perfectamente la inscripción en latin “…Cornelius, aldeano de Auniganium, dedico este ara al dios Erudino el X de las Kalendas de Agosto, siendo cónsules Manlio y Eutropio…”

 SOBRE EL ARA DEL DOBRA COMO SIGNO DE IDENTIDAD

Diez años después -avanzado el año 2011- este monumento situado en la calle Serafín Escalante, junto a la Plaza de Abastos, fue levantado de este lugar –una calle céntrica muy transitada y al alcance, por tanto, de visitantes- para ser trasladado a un lugar de la periferia.  Desde entonces el Ara del Dobra que recuerda no solo historia sino la ingente labor de investigador de uno de nuestros grandes como fue Hermilio Alcalde del Río, se encuentra en una zona periférica de la ciudad, lejos de concitar el interés ciudadano que ofrecía su primitiva ubicación.

En su lugar se  instaló un banco de cemento y madera presupuestado en 3.700 euros. Se trata de un ejemplo de alguna de las muchas estupideces que se han hecho en la ciudad aun estando en juego, como en este caso, el recuerdo de un hito de historia de los orígenes de la villa y ciudad y de su entorno geográfico, con el monte Dobra como permanente vigía del acontecer.

José Ramon Saiz calificó esta decisión de lamentable al afectar a un símbolo de nuestra identidad –nada menos de una antigüedad de más de 1.700 años- y por afectar a la personalidad de don Hermilio Alcalde del Río. No recuerdo ahora si llamé ignorantes a quienes hicieron tal felonía, aunque si afirmé que ya era bastante lamentable que en un acto institucional en el Ayuntamiento de Torrelavega no acudieran representantes políticos (actualmente son seis los grupos políticos) salvo José Luis Urraca que presentó el acto. Al menos podían haber asistido los “inductores” de levantar el monumento al Ara del Dobra de la calle Serafín Escalante para que conocieran un poco a gran dimensión humana e intelectual de don Hermilio. 

Finalmente en 2003 la Consejería de Cultura dio su nombre a la Casa de Cultura de Torrelavega. Pero la decisión no se ha hecho efectiva si acudimos a esta dependencia del Gobierno de Cantabria. Me pregunto por las razones sobre la decisión de no ejecutar una decisión que merece todos los respetos y que es justa con la figura de don Hermilio.

Hermilio Alcalde del Río fue Académico de la Real Academia de la Historia desde 1915 hasta su muerte en 1947. Tengo el alto honor de sucederle –a partir de 2008- como académico, afirmó José Ramón Saiz, unidos a quien lo fue a finales del  siglo XIX hasta su muerte, en 1902, Gregorio Lasaga Larreta.  

PRESENTACIÓN DEL LIBRO. 

 
Hoy, jueves 23 de febrero de 2017, a las 7:30 de la tarde, en el Salón de actos del IES Marqués de Santillana de Torrelavega, se va a presentar el libro sobre Hermilio Alcalde del Río editado por la Sociedad Cántabra de Escritores y Ediciones de la Librería Estvdio, titulado: Hermilio Alcalde del Río (1866-1947). En el 150 aniversario de su nacimiento. Entre los intervinientes destaca uno de los coautores, el doctor en periodismo, José Ramón Saiz, que ha escrito el capítulo referido a Alcalde del Río y su relación con Torrelavega.

La publicación ha sido coordinada por Marino Pérez Avellaneda, Presidente de la SCE, y han tomado parte en ella un nutrido grupo de especialistas en la vida y obra de "Don Hermiliuco", como le llamaba Jesús Cancio, que desgranan aspectos diversos de su caleidoscópica figura, alguno de ellos no tratados hasta ahora, como es el de su faceta artística. 

Se incorporan también abundantes novedades sobre sus aportaciones en los campos de la prehistoria, de la etnografía, de la educación, de la literatura, etc. Precisamente, durante el acto se ofrecerá un breve sainete cómico de Alcalde titulado "Il dottore Betulla" (1926), representado por el actor Sandro Cordero, de Hilo Producciones.

La obra está dedicada a Benito Madariaga, como primer biógrafo de Alcalde, que fue Estela de Oro de las Letras de Cantabria en 2015, y que forma parte de los colaboradores del libro. Además del elenco de autores, ha participado en las ilustraciones Roberto Orallo, con una aguada de Alcalde del Río y la ilustración del sainete. También Pascual Cosmin, con un retrato de Benito Madariaga.
Se contará también con la intervención de la Agrupación de Danzas Nuestra Señora de las Nieves de Tanos, de la que el propio Alcalde del Río fue su primer Presidente entre 1925 y 1932.