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Las bodas y divorcios hacen crecer la actividad notarial, relacionada con la vida de las parejas, un 14% en 2016

En Cantabria se celebraron en 2016 1.033 actos relacionados con la pareja: 79% capitulaciones matrimoniales, 11% bodas, separaciones o divorcios y un 4% parejas de hecho.

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Las bodas y divorcios hacen crecer la actividad notarial, relacionada con la vida de las parejas, un 14% en 2016
18-07-2017

En la foto José Corral Martínez, decano del Colegio Notarial de Cantabria

Cerca de 2.000 cántabros acudieron a un notario en 2016 para hacer capitulaciones matrimoniales, casarse, divorciarse o declararse pareja de hecho, lo que representa 14,5% más que 2015. Desde julio de 2015, con la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, los notarios pueden celebrar matrimonios, separaciones o divorcios, actos que han experimentado un rápido crecimiento a pesar del poco tiempo transcurrido. En términos interanuales (julio-diciembre 2015 y julio-diciembre 2016), los matrimonios ante notario en Cantabria se han multiplicado por cinco y las separaciones o divorcios se han duplicado. Para informar a los ciudadanos sobre la labor que desarrollan los notarios en algunos aspectos claves de la pareja, entre ellos el de poder recibir asesoría imparcial y gratuita sobre las dudas que puedan tener antes de llevar a cabo estos actos, el Consejo General del Notariado ha editado más de 2.000 folletos informativos que se están distribuyendo en todas las notarías cántabras.

En el año 2016, los notarios cántabros han celebrado un 14,5% más de actos relacionados con las parejas que en el año anterior, un aumento derivado del fuerte incremento que han representado la celebración notarial de matrimonios, separaciones y divorcios en Cantabria y la subida de las capitulaciones matrimoniales.

Pese al incremento de los matrimonios, divorcios y separaciones ante notario, en cifras absolutas, de los 1.033 actos realizados por los cántabros en 2016, la mayoría de ellos, un 79% (820) corresponden a capitulaciones matrimoniales, seguidos de las bodas, divorcios y separaciones, un 17% (178) y de las uniones o separaciones de hecho, un 4% (35).

Crecimiento exponencial en bodas y divorcios

José Corral Martínez, decano del Colegio Notarial de Cantabria: “Lo más frecuente en capitulaciones matrimoniales es que se pacte separación de bienes, bien porque uno o los dos cónyuges se van a dedicar a un negocio o empresa que no quieren que, en caso de deudas, pueda afectar a los bienes del otro cónyuge, o bien porque prefieren tener por separado cada cónyuge su vida patrimonial”.

La preparación jurídica de los notarios, su distribución geográfica y el desarrollo tecnológico que han experimentado en los últimos años, dieron pie al Estado a aumentar sus competencias también en el ámbito de las parejas. Así, desde la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria en julio de 2015 hasta diciembre de 2016, 214 parejas cántabras han acudido a un notario para contraer matrimonio, separarse o divorciarse (siempre que los cónyuges estén de acuerdo y no haya hijos a su cargo).

Atendiendo a las cifras, y si comparamos el periodo julio-diciembre de 2015 con el mismo periodo de 2016, los enlaces ante notario en Cantabria experimentaron un aumento del 385% y los divorcios y separaciones un 110%. También se observa que, si durante los primeros seis meses de vigencia de la ley, los notarios cántabros realizaron muchos más actos de separación y divorcio que matrimonios (29 separaciones y divorcios y 7 matrimonios), esta distancia se ha ido acortando a medida que avanzaba el 2016. No obstante, en términos absolutos, (julio 2015 – diciembre 2016) los notarios cántabros han formalizado casi más del doble de divorcios o separaciones que de bodas (153 separaciones o divorcios y 61 bodas)

Las capitulaciones matrimoniales de separación de bienes crecen

El folleto dedica especial atención a las capitulaciones matrimoniales, el acuerdo ante notario por el que se elige el régimen jurídico que regula la relación económica del matrimonio (separación de bienes o gananciales). José Corral Martínez, decano del Colegio Notarial de Cantabria aclara: “Lo más frecuente en capitulaciones matrimoniales es que se pacte separación de bienes, bien porque uno o los dos cónyuges se van a dedicar a un negocio o empresa que no quieren que, en caso de deudas, pueda afectar a los bienes del otro cónyuge, o bien porque prefieren tener por separado cada cónyuge su vida patrimonial”.

En 2016 se realizaron en Cantabria 820 capitulaciones matrimoniales, de las que 801 (98%) fueron de separación de bienes, frente a las 19 (2%) parejas que se decantaron por un régimen de gananciales. Esta diferencia se produce porque en casi todas las comunidades autónomas el Código Civil establece como régimen económico del matrimonio los bienes gananciales. Tan solo en Cataluña e Islas Baleares el régimen que rige es la separación de bienes. Navarra, Aragón y parte de Vizcaya cuentan con sistemas propios muy parecidos al de gananciales.

Constitución de parejas de hecho ante notario, una vía con validez en todo el Estado

Las uniones de hecho pueden formalizarse ante notario, siempre que ambos integrantes de la pareja sean mayores de edad o emancipados y no estén casados ni sean pareja de otras personas.

Si una pareja acude a una notaría para constituirse como pareja de hecho, el notario redactará la escritura pública en la que ambos reconocerán convivir de forma marital; les explicará las posibilidades existentes para regular su economía y les asesorará sobre cuestiones relacionadas con su descendencia y su sucesión, entre otros asuntos.

En España no existe una normativa nacional que regule estas uniones. En la actualidad, 13 comunidades autónomas tienen leyes propias sobre el tema, aunque con grandes diferencias entre ellas, y las otras cuatro regulan estas uniones mediante decreto. “Lo más frecuente en capitulaciones matrimoniales es que se pacte separación de bienes, bien porque uno o los dos cónyuges se van a dedicar a un negocio o empresa que no quieren, que en caso de deudas, pueda afectar a los bienes del otro cónyuge, o bien porque prefieren tener por separado cada cónyuge su vida patrimonial”, concluye Corral.