Al plan podrán acogerse los 615 trabajadores, de un total de 5.200, nacidos en los años 1956, 1957 y 1958, aunque el banco podría extender la oferta a otros grupos de edad para cubrir el cupo previsto de bajas. El consejo de administración del banco aprobó este plan el lunes y ayer informó de él a los trabajadores.

Según informaron algunas las organizaciones sindicales del banco, caso de CSIF, el plan de ajuste no será negociado con el comité por tratarse, según la empresa, de una oferta individual y voluntaria para quienes quieran acogerse a ella y cumplan las condiciones. Las salidas se producirán, de forma escalonada, a partir de este mismo año y durante 2016 y 2017.

El coste podría ascender a unos 110 millones, lo que la entidad compensaría con plusvalías por inversiones en renta fija por un valor estimado de unos 100 millones, por lo que la operación no tendría un impacto sensible en su cuenta de resultados. El coste del programa quedará provisionado en el trimestre que finalizó ayer.

El propósito de esta medida es lograr unos ahorros anuales de 50 millones en costes laborales, convirtiendo así en crónico el recorte de costes salariales que le está suponiendo de forma transitoria a la entidad el actual expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), con vigencia entre 2014 y el verano de 2017. Según el diseño comunicado a la plantilla, los nacidos antes del 31 de diciembre de 1956 que se acojan a esta oferta de bajas pactadas abandonarán el banco el 31 de diciembre de este año; los nacidos en 1957 lo harán en el último del año 2016 y los nacidos en 1958 cesarán en su relación laboral el 31 de diciembre de 2017.

Liberbank, que cotiza en la Bolsa, está participado de forma mayoritaria por las fundaciones bancarias Caja de Ahorros de Asturias, Caja de Ahorros de Extremadura y Caja de Ahorros de Cantabria