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Los corruptos tienen que ir a la carcel...Y los corruptores también

Hace pocas horas cantabria24horas.con editaba un artículo con el titular "Los corruptos tienen que ir a la cárcel". Hoy recibimos una nota de prensa que adjunta a nuestro titular "Y los corruptores también a la cárcel"

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Los corruptos tienen que ir a la carcel...Y los corruptores también
19-03-2016

Hace pocas horas cantabria24horas.con editaba un artículo con el titular 'Los corruptos tienen que ir a la cárcel'. Hoy recibimos una nota de prenda de Recortes Cero Cantabria que adjunta a nuestro titular 'Y los corruptores también a la cárcel'

Para la organización 'No hay corrupción sin corruptores'

Nota de Recortes Cero Cantabria
El tratamiemiento mediático se centra en los corruptos y en su lucro personal... y no en los auténticos beneficiarios de la corrupción: los corruptores, las grandes empresas y bancos -muchas de ellas del IBEX35- que se han beneficiado (y lo siguen haciendo) de las prácticas legales o ilegales que estos personajes han encabezado

Detrás de la trama de la “familia Pujol” están bancos como el HSBC suizo o el Banco de Andorra, caso que salpica al mismísimo Banco de España y al Fondo de Garantía de Depósitos que cubrieron un agujero de 19.600 millones de pesetas de Banca Catalana, y al BBVA que acabó quedándose con la entidad catalana y todos sus depósitos.

Una cosa está clara: no nos enfrentamos a casos aislados de políticos corruptos que cobran comisiones. Lo que aparece en todos los casos son auténticas tramas de corrupción, asociaciones de malhechores de tipo mafioso en las que los corruptores, grandes constructoras, empresas de servicios, privadas y públicas, y bancos, son parte fundamental de las tramas, aunque sólo conozcamos la punta del iceberg y ninguno de sus altos ejecutivos se siente en el banquillo de los acusados.

No son pequeños propietarios de pymes, sino grandes empresas y oligopolios vinculados a las familias oligárquicas del país e intervenidos por el capital extranjero, que reparten millones de euros en mordidas, “modesta” indemnización, entre consejeros, alcaldes, concejales, altos cargos..., para amañar contratos y millonarias concesiones públicas. Y ellos son los grandes beneficiados de los 48.000 millones de  euros que nos cuesta anualmente la corrupción, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el equivalente al 25% de todas las licitaciones, obras públicas, infraestructuras y servicios públicos.

La corrupción ha llenado de indignación las calles de toda España. Sobre todo porque en un momento de crisis, cuando las consecuencias de los recortes y los ajustes draconianos sacuden dolorosamente al país, centenares de políticos y altos cargos de los partidos gobernantes no sólo despilfarren el dinero público en gastos suntuarios, sino que se hayan dedicado de forma organizada a robarlo para entregarlo a grandes empresas, bancos y oligopolios.

Oligopolios, multinacionales y sus filiales en España, bancos españoles y extranjeros son, en última instancia, los epicentros de la corrupción, a través de la cual no sólo se llevan el dinero público en suculentos contratos, sino que intervienen políticamente el país a través de ese extraño maridaje, con responsables de todos los niveles y dirigentes de los partidos políticos y cargos públicos, que está en la base de todas las tramas de corrupción.

El programa de Recortes Cero propone que la corrupción sea tratada como crimen organizado, en el que hay que perseguir y llevar ante los tribunales no sólo a los truhanes de turno y políticos corruptos, sino a los auténticos “padrinos” de la mafia, a los bancos, oligopolios y multinacionales, extranjeros y españoles, que están en la base de todas las tramas de corrupción.