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Los investigadores descartan que el avión explotara en vuelo

Tampoco se baraja el escenario de una despresurización ni se achaca el accidente a las malas condiciones meteorológicas o a la parada de un motor. Todas las hipótesis, incluida la de un atentado, siguen abiertas.

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26-03-2015

 

Los investigadores franceses desconocen las causas que llevaron al Airbus A320 de la compañía Germanwings a estrellarse en los Alpes con 150 personas a bordo, pero al menos han logrado extraer el archivo sonoro registrado en la primera de las cajas negras del aparato hallada el martes, que contiene las conversaciones de la cabina. Eso permitirá saber por qué, tras haber alcanzado su velocidad de crucero, a las 10.31 horas inició un descenso que resultó fatal. Pero para ello habrá que esperar. Unos días, quizá semanas.

El director del organismo francés encargado de la investigación del siniestro, en cooperación con las autoridades españolas y alemanas, Rémi Jouty, hizo ayer gala de una exasperante prudencia y dejó en el aire más preguntas que respuestas. Lo único que hasta ahora descarta la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, según sus siglas en francés) es que el avión estallara en pleno vuelo. Por dos motivos. El primero porque la trayectoria registrada en el radar demuestra que voló hasta el momento del impacto, y el segundo porque la reducida superficie en la que se encuentran los restos y el tamaño de los mismos hacen impensable tal hipótesis. Tampoco se baraja el escenario de una despresurización ni se achaca el accidente a las malas condiciones meteorológicas o a la parada de un motor. Todas las hipótesis, incluida la de un atentado, siguen abiertas.

Conclusiones prematuras

Jouty alegó que la explotación de los datos de la caja negra acaba de empezar y es prematuro aventurar conclusiones sobre lo que le ocurrió al Airbus que cubría la ruta Barcelona-Dusseldorf. Al no haberse realizado el timing preciso del sonido recogido en el fichero, el responsable francés no aclaró si las palabras correspondían a los pilotos, si estaban conscientes, si hablaban entre ellos, en qué idioma lo hacían o el tipo de voz. Tampoco dijo cuánto dura la grabación y en qué momento empieza.

Más información arrojaron los controladores aéreos de Aix en Provence, los últimos en tener contacto con el aparato siniestrado. En el informe remitido a la ministra de Ecología y Transportes, Ségolène Royal, establecen una cronología precisa de los movimientos del avión a partir de las 10.30 horas, momento en el que entran bajo su control.

El Airbus está entonces a 11.400 metros de altitud . Durante ese último contacto, la torre de control le dice al piloto que mantenga su nivel de vuelo y le pide que le llame más tarde. El piloto confirma haber recibido el mensaje pero un minuto después, a las 10.31 horas, el avión empieza a descender sin autorización. El controlador aéreo le empieza a llamar, pero no obtiene ninguna respuesta y el aparato sigue perdiendo altura. Es cuando se da la señal de alarma, a las 10.35 horas. Cinco minutos más tarde está ya a 2.000 metros de altitud y desaparece de los radares. A las 10.49 horas, con una rapidez inédita, despegan en su búsqueda los helicópteros del pelotón de la Gendarmería de alta montaña de la zona. Luego lo hacen los de seguridad civil de la localidad de Dignes les Bains. Son estos últimos los que encuentran los restos del avión a las 11.10 horas.

Lo que pasó en la cabina de mandos del Airbus solo se sabrá cuando se exploten de manera coordinada los datos de la primera caja negra con los de la segunda, aun sin localizar, que contiene los parámetros de vuelo. Sólo la transcripción de los sonidos y la atribución de voces puede llevar semanas, meses incluso.