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El PP mejorará los resultados del 20-D gracias a la abstención, apuntan las encuestas

El sondeo realizado por GAD3 para ABC sitúa a la suma de PP y Ciudadanos al borde de la mayoría absoluta, en el caso de que Podemos e IU concurran a las elecciones por separado.

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El PP mejorará los resultados del 20-D gracias a la abstención, apuntan las encuestas
30-04-2016

 

LOS SONDEOS PRONOSTICAN UNA VICTORIA ELECTORAL DEL PP

 

Los sondeos que hoy publican EL PAÍS y ABC coinciden en pronosticar que el PP volverá a ganar las elecciones generales el próximo 26 de junio. Según el estudio realizado por Metroscopia para EL PAÍS, el PP mejorará los resultados conseguidos el 20-D gracias al aumento de la abstención y logrará el 29,0% de los apoyos (28,7% el 20-D). El PSOE seguiría perdiendo votos, aunque gracias al 20,3% de los apoyos (22,0% el 20-D) permanecería como segunda fuerza política en el Congreso, siempre y cuando Podemos e IU no se presenten en coalición. La formación liderada por Pablo Iglesias sería la más castigada por los votantes, al pasar del 20,7% al 18,1% si se presenta a los comicios en solitario. Ciudadanos volvería a ser la cuarta fuerza más votada, mejorando sus resultados de un 13,9% a un 16,9%. UP-IU sería la fuerza más beneficiada por la repetición de los comicios, al pasar del 3,7% al 6,6% de los votos.

 

El sondeo realizado por GAD3 para ABC sitúa a la suma de PP y Ciudadanos al borde de la mayoría absoluta, en el caso de que Podemos e IU concurran a las elecciones por separado. Además, destaca que una coalición de estas dos últimas formaciones no superaría al PSOE en votos ni tampoco bastaría para que el socialista Pedro Sánchez gobernara con su apoyo, aunque sí evitaría que Podemos perdiera un tercio de los escaños logrados el 20-D. Según GAD3, si hoy se celebrasen los comicios el PP vencería con el 29,3% de los votos (129 escaños), situándose por delante del PSOE con el 22,6% (95 escaños), de Podemos con el 17,0% (50 escaños), Ciudadanos con el 13,9% (41 escaños) e IU con el 5,3% (8 escaños). En el caso de que Podemos e IU concurrieran a los comicios en coalición, el PP conseguiría 125 escaños, el PSOE 94, Podemos 68 y Ciudadanos 39.

 

EL PAÍS 1, 16, 17/ABC 1, 18-21/LA RAZÓN 22

 

Podemos busca evitar que IU le identifique en la izquierda

 

EL PAÍS resume hoy las divergencias y coincidencias de los programas políticos de Podemos e Izquierda Unida, y concluye que ambas formaciones no tendrán fácil converger preservando la identidad de sus respectivos proyectos. Según el citado diario, la república, el proceso constituyente, la OTAN o la nacionalización de empresas son algunos de los aspectos que separan a los partidos liderados por Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Podemos rehúye además la identificación en la izquierda y la "mochila" de IU, que integra al Partido Comunista.

 

EL PAÍS 20

 

Esquerra desoye a CDC y concurrirá en solitario a las elecciones

 

El Consejo Nacional de ERC aprobó ayer con 115 votos a favor y sólo uno en contra presentarse a las próximas elecciones generales con las mismas listas del 20-D, reeditando el tándem formado por Gabriel Rufián (Súmate) y Joan Tardà (ERC) para el Congreso en Barcelona y con el juez Santiago Vidal encabezando la lista para el Senado. De esta manera, Esquerra zanjaba el debate sobre la posibilidad de presentar una candidatura unitaria del soberanismo al estilo de Junts pel Sí, que desde CDC veían con buenos ojos y en la que el mismo Artur Mas se había ofrecido a participar.

 

EL MUNDO 13/LA VANGUARDIA 28



©Grupo DiarioCrítico/Andrea Mingorance
 
La formación morada ha pasado en pocos días de criticar la actitud del PSOE en las negocaciones a destacar que su enemigo no son los socialistas, sino el PP. Podemos enfoca ya su discurso en clave de una campaña en la que espera convertirse en el voto útil como alternativa al partido de Mariano Rajoy, lo que pasa por negar una estrategia de 'sorpasso' al PSOE, con quien quizás tenga que volver a contar tras el 26-J. La campaña podrá visualizar, por tanto, un bloque de izquierdas que debilite la hegemonía de lo que era hasta ahora el discurso de la transversalidad de Podemos.
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"¿Sorpasso? Claro, pero al PP". La frase de Pablo Iglesias bien podría ser el lema de Podemos en esta nueva campaña. La formación morada ha tardado sólo un par de días en cambiar totalmente su discurso para empezar a adaptar sus palabras al nuevo escenario de elecciones.

Si el martes el líder de Podemos dedicaba gran parte de su rueda de prensa a criticar la actitud del PSOE en las negociaciones para formar Gobierno, ahora la maquinaria electoral vuelve a centrarse en el PP.

El objetivo de Podemos es polarizar las elecciones entre ellos y el PP, y convertirse de esta forma en la gran alternativa al actual Gobierno en funciones. "Para que se produzca la coalición de izquierdas quizá sea necesario que la correlación entre las fuerzas progresistas sea distinta", señalaba Iglesias en una entrevista para 'El Periódico'.

Iglesias ya prometió coherencia respecto a la corta legislatura que se inició tras el 20-D, por lo que la campaña reflejará la intención de Podemos de seguir pidiendo un Gobierno de coalición, en el que pueden seguir necesitando a los socialistas.

Sin embargo, el líder de Podemos no quiere dejar opción a que Pedro Sánchez vuelva a elegir a Ciudadanos y esperará que una nueva aritmética allane el camino para su Gobierno a la valenciana.

"Mi adversario es el PP, es Rajoy, no es Sánchez. Él y el PSOE tendrán que ser, espero que pronto, nuestros aliados. El objetivo es ganar al PP", aseveraba Iglesias en 'El Periódico'.

Tenderle la mano a los socialistas -incluso si quedan por delante- puede significar cambios en el discurso de campaña con respecto al 20-D. Para los anteriores comicios, el partido puso mucho énfasis en su identidad de nuevo actor político frente a las viejas formaciones e hizo un llamamiento claro a los votantes socialistas criticando el giro que había dado el PSOE.

Contraponerse contra el PP, en cambio, puede volver a situar el tablero en el eje izquierda-derecha, aunque sea implícitamente. El acercamiento a IU para concurrir de forma conjunta a unas elecciones se puede leer en el mismo esquema de una batalla por la posición dominante en la izquierda.

La aceptación de un bloque de izquierdas como alternativa al PP se enmarca además en el debate de hasta qué punto ceder en el discurso de la transversalidad. "Los momentos de (re)fundación democrática y construcción de nuevo interés general comienzan siempre por 'We the people (Nosotros, el pueblo)'. Nunca 'we the left' (Nosotros, la izquierda)", defendía Íñigo Errejón en su cuenta de Twitter.

Si se consolida la alianza entre Podemos e IU, se produciría otra puga por el discurso: la transversalidad que define Errejón como la superación de la frontera de las etiquetas ideológicas frente a la autoreivindicación de la izquierda sin tapujos de Alberto Garzón.

Desde ambas formaciones ya se ha señalado que este obstáculo se podría intentar solventar manteniéndo ámbitos de autonomía durante la campaña. De esta forma, se podría dar el caso de que incluso yendo en coalición, se produjeran actos separados, propuestas no coincidentes o discursos diferentes.

"Incluso si llegáramos a un acuerdo, somos formaciones diferentes, que le hablamos a gente diferente y que tenemos proyectos, que pueden ser coincidentes, pero que son diferentes e incluso filosofías diferentes", ha señalado Errejón este viernes.

El número dos de Podemos -que llegó a despreciar la coalición argumentando que tenían hojas de ruta diferentes- ya ha asumido que la batalla prioritaria es la del discurso, incluso si suman a miembros de la formación de Garzón. Una batalla que otros dirigentes intentan hacer compatible con la posible confluencia con IU.

De hecho, Iglesias ya había advertido que la defensa de la transversalidad no puede ser "excluyente", es decir, que no se puede utilizar como arma arrojadiza para negar una coalición con IU.

La formación morada ya valora también otros riesgos implícitos en esta nueva convocatoria, como la posibilidad de que cunda el pesimismo entre el electorado. "Hace falta redoblar un esfuerzo de pedagogía para que no cunda la despolitización, porque, siempre que cunde la despolitización la política, la acaban haciendo unos pocos a su servicio", advirtió Errejón este miércoles.

Por ello, la formación morada ha hecho varios llamamientos para "desdramatizar" el hecho de ir a nuevas elecciones y ha señalado que el 26-J se trata de una "segunda vuelta" o un "desempate", aunque al mismo tiempo no se cierra a sumar a nuevos actores a su candidatura, lo que haría imposible una repetición exacta de los comicios anteriores.