Posición del Sindicato Unitario de Cantabria frente al futuro de los terrenos Industriales en Torrelavega ( Las Excavadas ).
"No estaría de más, que desde el ayuntamiento o desde cualquier fuerza política, se preguntase a los vecinos que piensan sobre el asunto tanto para la ejecución del proyecto, como para su rechazo".
La creación del Parque Tecnológico de las Excavadas de Torrelavega se va a convertir previsiblemente en el centro del debate político de los próximos meses. Desde el Sindicato Unitario de Cantabria creemos que es necesario centrar ese debate en lo fundamental, ya que coincide en el tiempo, además, con la Revisión del Plan General de Urbanismo que está en estudio.
Que Torrelavega vaya a necesitar más suelo industrial en los próximos años es sólo una previsión que todos deseamos que se cumpla, porque ello supondría que se van a crear puestos de trabajo, tan necesarios en la comarca. Pero dependerá de la marcha de la economía el que esa previsión se convierta en realidad. Que a Sniace le sobran terrenos y que le pueda venir bien, de cara a su futuro, que los mismos sean adquiridos por la Administración para establecer en ellos un Polígono Industrial es mera coincidencia, pura anécdota, aunque sea algo real. De no poseer ya terrenos propios, en cualquier caso la Administración deberá adquirirlos, comprándolos a particulares.
Que la figura de los parques tecnológicos es algo que vende y que da visos de modernidad a los políticos es una cosa, y que la realidad dice que muchos se construyen para quedar vacíos es otra. Muchos políticos confunden sus deseos con la realidad. “Es la economía, estúpidos”. En este sistema nadie invierte si no ve una rentabilidad segura para su inversión. La joya de haber construido un parque tecnológico en su curriculum puede ser la aspiración de muchos políticos, pero la desviación de fondos públicos necesarios para solucionar los verdaderos problemas de la población puede ser un despilfarro imperdonable en tiempos de crisis.
Pero, todo esto tiene un fondo común: la urbanización del territorio, el llenar los espacios naturales de asfalto, ladrillo y hormigón, es un camino sin retorno, y quién nos dice que en un futuro no lejano no vayamos a necesitar de todo el terreno disponible para la producción de alimentos, por poner un ejemplo. Los terrenos baldíos, los cementerios de chatarra que vemos en películas y documentales, cada vez son más frecuentes.
No se trata, para oponerse a tal proyecto, de sobrevalorar los terrenos afectados, desde el punto de vista ecológico, como están haciendo algunos injustificadamente: las parcelas afectadas por el proyecto no parecen reunir características especiales que las distingan de otras del entorno. Se trata, no obstante, de tener claro que esas parcelas perderán irremisiblemente esos valores si el proyecto de Parque Tecnológico fracasa. Por otra parte, los parque tecnológicos crean muy poco empleo y la venta de las parcelas necesarias para su implantación pueden ser un buen negocio para sus actuales propietarios.
Apliquemos las tres erres de la verdadera modernidad. Orientemos los esfuerzos a sondear sobre las posibilidades de reducción de impacto sobre el medio, de reutilización de los espacios ya urbanizados y de su reciclado para otros usos. Nuestra posición es que ese sondeo se haga sobre los terrenos improductivos de Sniace. Para las vegas de Ganzo y Duález invadidas, en su día, por el hormigón con la implantación de sus fábricas, al menos tendría un sentido.
De cualquier manera, no estaría de más que, desde el Ayuntamiento o desde cualquier fuerza política o movimiento, antes de dar los pasos necesarios, tanto para la ejecución del proyecto, como para su rechazo, se preguntase a los vecinos qué piensan sobre el asunto.
Sindicato Unitario de Cantabria.
|