Rajoy guarda silencio en espera de negociar una investidura con diputados "transfugas"
Le bastará con que la rebelión en el PSOE se extienda al Grupo parlamentario socialista. Dicen las malas lenguas que Rajoy y Díaz negociaron que el PP no impidiera que Susana gobernara en Andalucía
29-09-2016
Mariano Rajoy guarda silencio. Le conviene. Sabe que llega su momento una vez su tan hablado pacto secreto con Susana Díaz llega a materializarse gracias a esta rebelión interna en el PSOE. Dicen las malas lenguas que Rajoy y Díaz negociaron que el PP no impidiera que ella gobernara en Andalucía por medio de pactos y dejara liderar siempre a la lista más votada. Hecho que se iba a completar en Madrid hasta que llegó Pedro Sánchez y cambió todos los planes...
Ese presunto acuerdo, nunca probado, habría llegado a su momento cumbre.Susana Díaz lleva meses tirándose de los pelos esperando que el antes aliadoPedro Sánchez, al que ayudó en 2014 a hacerse secretario general, obedeciera su orden bien clara: dejar gobernar a la lista más votada, y más cuando era imposible un pacto con un partido como Ciudadanos, que le diera mayoría absoluta parlamentaria. Eso no pasó, y se llegaron a celebrar unas nuevas elecciones generales en junio que fueron la sentencia de muerte del PSOE.
Con sus 85 escaños la orden de Susana era aún más firme: nada de pactar con Podemos ni con otras fuerzas parlamentarias y permitir que Rajoy formara gobierno en minoría, limitándose el PSOE a ejercer su labor de oposición. Tampoco cedió Sánchez a este segundo aviso y la andaluza finalmente ha dado su golpe en Ferraz. La dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva socialista ha puesto en jaque a un secretario general que, inasequible al desaliento, se resiste a mantener sin apenas apoyos, su mando en el PSOE.
En estos momentos esa rebelión se podría extender a la bancada socialista en el Congreso. Bastaría con que 6 diputados rebeldes, ya sean procedentes del PSOE andaluz o de cualquiera de las otras federaciones críticas, se abstengan en un nuevo intento de investidura de Rajoy, que todavía no tiene fecha pero que podría anunciarse en cualquier momento, una vez que se negocien estos 'transfuguismos', que no serían de hecho, pero sí simbólicamente. Hay que recordar que el todavía presidente, en funciones, tiene sus 137 escaños del PP más el apoyo de los 32 de Ciudadanos, así como el de Ana Oramas de Coalición Canaria. 170 votos a su favor que necesitarían 175+1 para lograr la mayoría absoluta o bien que no haya una mayoría simple en contra. Dicho de otra manera, le valen esos 170 escaños votando 'sí' mientras no haya 180 en contra. Algo que se solucionaría con la abstención de algunos diputados socialistas que finalmente salgan de la disciplina de voto del grupo parlamentario de Sánchez. Serían inmediatamente expulsados y pasarían al Grupo Mixto, ya que no renunciarían a sus actas.
Todo ello es, de momento, política ficción. De hecho, la vicepresidenta en funciones,Soraya Sáenz de Santamaría, ha evitado pronunciarse este miércoles sobre del PSOE y mantiene un prudente silencio: "El Gobierno no puede comentar asuntos de otros partidos".
Se cuentan las horas para saber cuándo llegará a comentarse este posible nuevo intento de Rajoy, quien debería avisar a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien pediría audiencia al Rey Felipe VI para solicitarle que reinicie la maquinaria y así convocar una nueva sesión de investidura.