Tsipras mantiene el referéndum y pide a sus compatriotas votar "no" para presionar a Europa
Tsipras dijo a los griegos que votar "no" no era equivalente a rechazar Europa o el euro, y que en su lugar sería un paso más en la presión sobre los acreedores para que den al país un acuerdo viable.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras ha hecho un llamamiento para votar que 'no' en el referéndum del próximo domingo sobre el programa de rescate ofrecido por los acreedores. "Es mentira que el 'no' en el referéndum significa una salida del euro", ha comunicado de forma rotunda Tsipras después de aceptar la última propuesta del Eurogrupo. Al mismo tiempo, exclamó que el Gobierno griego tiene la "firme" intención de llegar a un acuerdo con los socios.
Tsipras dijo a los griegos que votar "no" no era equivalente a rechazar Europa o el euro, y que en su lugar sería un paso más en la presión sobre los acreedores para que den al país un acuerdo viable económicamente que pueda devolver a Grecia a los mercados internacionales. "El referéndum del domingo no cuestiona el lugar de nuestro país en el euro, esto es un hecho y nadie puede dudarlo", dijo Tsipras, que está presionado tras verse obligado a cerrar los bancos después de la convocatoria del referéndum.
Para el primer ministro griego, el 'no' también implica regresar a la Europa de los valores. "Queremos detener esta política de destrucción. Quiero aseguraros que esta situación será temporal. No se recortarán los salarios y las pensiones. Las personas que no haya enviado el dinero al extranjero no va a perderlo. Os pido que digáis "no" en el referéndum", comentó Tsipras en rueda de prensa.
El primer ministro añadió que si en el Eurogrupo que se celebrará esta tarde hay un "resultado positivo, responderemos inmediatamente". En todo caso, añadió que el Gobierno sigue en las negociaciones y continuará el lunes, al tiempo que recalcó que el Ejecutivo pide el 'no' para lograr "un acuerdo socialmente justo".
"Tenemos que decirle a los jubilados que luchamos por ellos, para que reciban una pensión justa y no una propina. Los jubilados se están resintiendo especialmente por el cierre de los bancos, pues muchos de ellos no tienen tarjeta de crédito y solo disponen de una cartilla para retirar su dinero y hasta hoy, día en que abrieron un millar de sucursales en todo el país para atender a estas personas mayores, no pudieron hacerlo", recalcó Tsipras.
Tsipras hizo esta declaración en un mensaje televisado apenas una hora ante de que se celebre el Eurogrupo extraordinario por videoconferencia para analizar la última propuesta griega.
Esta misma mañana el primer ministro griego ha remitido una carta a los responsables de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) en la que Atenas habría dado su conformidad a la práctica totalidad de la propuesta planteada por las instituciones a finales de junio.
Por otro lado, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha comparecido junto a la canciller alemana Angela Merkel en una cumbre bilateral y ha confesado que él no hubiera convocado el referéndum en Grecia. "Sobre Grecia creo que cada uno de nosotros tiene una opinión diferente. Nuestros criterios son diferentes y hay que mirar que es lo importante para la comunidad europea", ha confesado Renzi.
Merkel, por su parte, ha querido dejar claro que su relación personal con Tsipras no se ha visto empeorada por las duras negociaciones.
VERSIÑON DEL FINANCIAL TIMES
Nuevo giro en el serial griego. Según el Financial Times, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, está dispuesto a aceptar las condiciones impuestas por los acreedores a Grecia en su última propuesta de este fin de semana con sólo unos pequeños cambios. El diario financiero cita una carta enviada por Tsipras ayer por la noche a los presidentes de la Comisión Europea, del FMI y del BCE.
En base a esta información, el Gobierno griego cederá en la mayoría de los puntos donde reclamaba ajustes la troika, aunque a cambio de que se mantenga el descuento del 30% del IVA en las islas griegas. Es el único cambio sustancial que reclama Tsipras en la carta.
En cuanto a las pensiones, el primer ministro griego pide que la subida a los 67 años de la edad de jubiliación a partir de 2022 se posponga hasta octubre en lugar de aplicarse inmediatamente. También solicita una "subvención solidaria" a los pensionistas más bajos que sería retirado gradualmente a partir de 2019. "Como verán, nuestras peticiones son concretas y respetan totalmente la credibilidad y la robustez del diseño del actual programa", afirma Tsipras en la carta.
El Gobierno griego también se compromete a recortar el gasto militar en 200 millones de euros en 2016 y en otros 400 millones a partir del próximo año.
Enésimo día clave para el futuro de Grecia y de la zona euro. Después de que expirara esta medianoche la extensión del segundo rescate al país heleno, el Eurogrupo (reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro) estudiará a partir de las 17:30 la petición del Gobierno griego de un tercer rescate. La cita estaba prevista inicialmente para las 11:30, pero se ha retrasado por problemas de agenda de algunos de los ministros.
Será una de las citas clave de una día en el que la atención se centrará también en el Banco Central Europeo (BCE), cuyo Consejo de Gobierno se reúne hoy para decicir sobre el tope de la línea de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) para la banca griega. El pasado domingo, el BCE mantuvo el importe de esta vía de financiación, la única que le queda a las entidades financieras helenas, en torno a los 89.000 millones.
Está por ver si el BCE decide cerrar el grifo hoy, después de que Atenas haya entrado en impago con el FMI, pues ayer no desembolsó los 1.600 millones de euros que debía. Para cerrar el acceso al ELA de la banca de un país miembro de la zona euro se requieren los votos a favor de esta medida de dos tercios de los miembros del Consejo de Gobierno del banco central. A lo largo del día se celebrará esta decisiva reunión.
Un tercer foco de atención serán las declaraciones que lleguen desde Atenas de miembros del Gobierno griego, pues sigue la campaña para el referéndum del domingo sobre las condiciones impuestas por la troika para la extensión del rescate, que formalmente ya no están en vigor pues el programa de asistencia expiró ayer.
NEGOCIAR IN EXTREMIS
Con las arcas vacías, una deuda equivalente al 180% de su riqueza nacional, el sector bancario dependiente del oxígeno (con fecha de caducidad) del Banco Central Europeo y férreos controles de capitales para evitar las salida de euros del país, Grecia se enfrenta desde hoy absolutamente sola a sus obligaciones financieras.
Las frenéticas negociaciones de última hora mantenidas ayer por teléfono con sus socios europeos no pudieron evitar que, a medianoche, expirara la línea de asistencia financiera a Grecia y que el país incurriera en un impago con el Fondo Monetario Internacional organismo con el que debía saldar deudas por valor de 1.500 millones de euros. Los siguientes capítulos de la historia de Grecia se escribirán en función del crucial referéndum que el Gobierno ha convocado para este domingo, si es que llega a celebrarse porque el Ejecutivo de Alexis Tsipras al parecer ha sugerido a sus socios que estaría dispuesto a suspender la consulta si se reabren las negociaciones y se llega a un acuerdo. El viceprimer ministro, Yannis Dragasakis, reveló anoche en la televisión pública ERT que le ha aconsejado que lo reconsidere y que firme.
El Gobierno de Tsipras dio señales de titubear en su estrategia, manejando varios planes al mismo tiempo y abriendo varias vías de negociación con Europa. El líder griego estuvo en conversaciones durante la primera parte del día con Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, que trató de venderle con algunas mejoras la última propuesta que quedó en la mesa de negociación cuando, la noche del viernes, el equipo griego abandonó la sala sorprendida por la convocatoria del referéndum. La estrategia de buscar un acuerdo que permita a Tsipras defender el sí en el referéndum cobró de nuevo fuerza -su Gobierno comunicó ayer a Bruselas que está dispuestos a hacerlo si logra un trato aceptable-, pero enseguida se adentró por nuevos vericuetos.
A media tarde, el Gobierno griego envió una carta al Eurogrupo y al Mecanismo Europeo de Esta-bilidad (MEDE, el fondo de rescate de la zona euro) solicitando formalmente un tercer rescate para hacer frente a sus obligaciones de deuda hasta finales del 2017, un programa valorado en 20.900 millones de euros. La petición iba acompañaba de una demanda de prórroga del segundo rescate para dar tiempo a la celebración del referéndum, y también de una solicitud expresa de negociar de inmediato una reestructuración de la deuda acumulada. El no de Berlín no tardó en llegar: "Antes de que se celebre el referéndum, no negociaremos nada nuevo", dijo la canciller Angela Merkel. El razonamiento europeo es que no tiene sentido hablar de propuestas alternativas si el Gobierno va a someter a votación la penúltima oferta de las instituciones, con la consigna de votar en contra. La consulta se ve como el test a la voluntad de la sociedad griega de asumir el coste que, en sus circunstancias, tiene seguir en el euro. Los contactos, sin embargo, continúan.
La petición de Tsipras fue discutida por la tarde por los ministros de Economía de la eurozona, reunidos con carácter extraordinario por teleconferencia. El Eurogrupo dijo no a la dramática petición del prórroga del rescate, cursada a horas de que expirara. "Llega demasiado tarde, hay toda una serie de procedimientos que seguir", declaró su presidente, Jeroen Dijsselbloem, escéptico sobre la voluntad de Tsipras de llegar a un acuerdo porque "sus planteamientos políticos se mantienen" y sigue haciendo campaña por el no. Los ministros, que volverán a citarse hoy, acordaron estudiar "según los procedimientos habituales" la petición griega de obtener otro programa de asistencia financiera del MEDE. El futuro rescate será más duro que el que se negociaba ahora, advirtió Dijsselbloem en una entrevista con la CNN, ya que entre tanto la situación de la economía griega se ha deteriorado.
Si Tsipras pensaba que la zona euro iba a tomarle la mano y, bajo presión, ceder a sus demandas, ayer pudo comprobar que sus socios van tan en serio como él en su pulso. "Esperamos la celebración del referéndum", declaró Dijsselbloem. La apuesta europea pasa por convertirlo no sólo en un plebiscito sobre la pertenencia al euro y la UE, sino sobre el propio primer ministro, instigador del referéndum, que podría quedar en una posición política insostenible si lo pierde. Una victoria del no llevaría a Tsipras a un fuerte choque con sus socios europeos, entre los que poco a poco se abre camino la idea de dejar caer a Grecia. Una victoria del sí "sería buena", argumentó ayer el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, porque permitiría negociar un nuevo programa "con otro gobierno" en Grecia.