Villarías presentó su novela "Bula de difuntos" en el Ateneo de Santander

En la presidencia del acto, el autor estuvo acompañado por la vicepresidenta de la SCE, anterior presidenta, Delia Laguillo González, quien tuvo palabras de apoyo y aliento al escritor, a la par que destacó la exquisitez literaria

19-01-2017

Varias decenas de personas asistieron el lunes, en el Ateneo de Santander, a la presentación de la nueva novela del escritor santoñés Juan Ignacio Villarías que lleva por título "Bula de difuntos". Entre los asistentes, numerosos escritores de la Sociedad Cántabra de Escritores a la que pertenece Villarías. En la presidencia del acto, el autor estuvo acompañado por la vicepresidenta de la SCE, anterior presidenta, Delia Laguillo González, quien tuvo palabras de apoyo y aliento al escritor, a la par que destacó la exquisitez literaria que pone en manifiesto en sus obras.

NOVELA PRESENTADA

El novelista Juan Ignacio Villarías, miembro de la Sociedad Cántabra de Escritores,  nos obsequia a los amantes de la buena literatura con su última novela, la séptima hasta ahora de las que lleva publicadas.

Las otras seis tratan asuntos y épocas de lo más variado. La guerra civil en el frente del norte, la posguerra y los tiroteos entre los maquis y las fuerzas del orden, la transición política entre la gente corriente, los años sesenta en Santoña, las galanterías y los madrigales de los petimetres en el siglo de las luces, aventuras en el imperio romano de oriente; más las que están a la espera de publicación, de las que el autor no quiere hablar hasta que no estén publicadas, pues una novela, asegura, no es tal mientras no se publique, no es nada hasta que se haya convertido en libro, y de nada no se puede hablar, sino de algo, y mientras no haya algo, no habrá nada de qué hablar.

La que ahora sale a la luz se titula “Bula de difuntos”, y se trata esta vez de una novela urbana y actual, desarrollada en una ciudad innominada, es a un tiempo de intriga y de terror, o por lo menos de fenómenos paranormales, con una trama llena de misterios y un final sorprendente y aterrador. Una bula de difuntos era, ya no se estilan, un documento firmado por el ordinario de la diócesis, en nombre del Santo Padre, y que se aplicaba en sufragio del alma de un difunto. Entre otras circunstancias y entre diversos episodios, aparece una en sus páginas, de ahí el título. De prosa fluida y grata lectura, al final de la novela, lo que no ha logrado descubrir un vidente con su güija, lo acaba descubriendo un investigador privado por medios naturales.