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Vitorino cierra la Feria de Santiago con un excelente lote y Robleño corta oreja.

Lastima que los aceros se negaran a entrar. Y si no pregunten a Javier Castaño y a Luis Bolívar que se cargaron sus buenas faenas con la espada. Fernando Robleño cortó la única oreja de la tarde que cerraba la feria de Santiago

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26-07-2014

©FOTO: Alba Calahorra Ascariz

Magnifica la corrida que presentó el ganadero de Galapagar en la corrida que cerraba la Feria de Santiago. Loa tres espadas anunciados eran y son magníficos conocedores de la ganadería que tocaba lidiar y ello hacía presuponer que la última tarde, si el ganado no lo impedía, podíamos ver toreo "del bueno". Sol si que hubo, publico casi lleno, viento sin aparecer...Y saltó el primero y pensamos que si toda la corrida tenía esa presentación y daba juego el cierre nos mandaría para casa alegres y contentos.

Pero ete aquí que para conceder orejas el presidente tiene que escuchar y ver los pañuelos, al menos para la primera, y para pedir hay que ver al matador. Pues date; si el matador no mata es muy difícil dar la oreja, oreja.

Y esto pasó esta tarde en Cuatro Caminos. Buenos toros, toreros que torearon pero matadores que no mataron.

Fernando Robleño recibió a su primero y supo hacer la faene por la derecha. Buenas banderillas de los suyos y estocada certera que mató a Paquetillo. Como premio un oreja.

En su segundo, cuarto de la tarde, el animal estuvo por encima de su torero. Robleño no supo manejarse con este animal que en otras manos o en las de el otro día hubiera sido de triunfo. Con un bajonazo se deshizo del toro y el público le premió con unos aplausos.

Javier Castaños no tuvo su tarde. Ya en su primero notamos que algo no marchaba, incluso sus dos banderilleros, Fernando Sánchez y David Adalid, esperados por la afición, cumplieron pero no redondearon. Mato de una estocada tendida mas descabello. Ovación

En su segundo Castaños lució de cuadrilla y de toreo del de antes. Incluso el toreó con montera puesta. Dejó que se citara de largo al toro desde el caballo, los banderilleros cumplieron a la perfección y se sumaron a los aplausos que antes recibió en picador. El toreó pero no enseñó la izquierda. Mató mal quedándose sin trofeo.

Luis Bolivar, especialista de la casa, se atascó con su primero y no supo sacar nada del bicho que por ir a menos dejó al torero sin argumentos. Se atascó con el acero y el público guardó silencio.

En el último de la feria Bolivar tardó en entrar en faena pero cuando lo hizo pudimos deleitarnos con unos muy buenos naturales. Lástima que la espada no le obedeciera, por que hubiera sido bonito cerrar Santiago tocando pelo.

 

 

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